Segundo partido consecutivo en casa del Espanyol y primero del inicio de la segunda vuelta en la Dani Jarque. Las jugadoras de Jordi Ferrón esperaban conseguir los tres puntos por primera vez en todo el campeonato, pero volvió a verse el mismo final de partido, al que por desgracia ya viene siendo habitual en un histórico como el Espanyol. Esta ocasión clara y contundente derrota frente a quien hasta ahora podría considerarse una revelación del campeonato, pero, a día de hoy, ya es un firme candidato a ser un equipo para acabar en lo alto de la tabla y poner en dificultades a los ya habituales en esa zona clasificatoria como Atlético de Madrid y Levante, los únicos que preceden en la tabla a día de hoy a un conjunto de Manu Sánchez, que sabe muy bien a lo que juega.
Cierto es, y así es el fútbol, que en este partido podría haber cambiado y mucho si Cristina Baudet hubiera finalizado a la red una incursión en el primer minuto de juego de Débora por banda derecha. Sin embargo, el remate quedó corto y fue rechazado por la zaga gallega. A partir de ahí, hasta el final del primer tiempo, fue un auténtico monólogo y demostración de buen fútbol, de buena colocación y de saber hacer. En el campo se vio a un equipo asentado en el terreno de juego, que cuando le imprimió intensidad y calidad al balón se adelantó con dos goles. Dos tantos de una Gaby que dio una clase de fundamentos de ariete y jugadora referencia en punta del que deberíamos de aprender. El dominio era tan avasallador por parte del conjunto visitante que Jordi Ferrón hizo uno de esos gestos como entrenador que si te salen bien es bien valorado, pero que si no tiene efecto puede sentenciarte en un vestuario: en el minuto 33 de partido introdujo tres cambios. Sacó del terreno de juego a Dulce, Ainhoa y Paloma para dar entrada a Ayaka, Elena Julve y Eli del Estal que siquiera estaba convocada inicialmente (fue convocada en el último instante en sustitución de Elba aquejada de una enfermedad). A ello le añadió un cambio de sistema volviendo más al esquema de la semana anterior con tres defensoras cinco jugadoras para recuperar el control del balón o evitar al menos el dominio avasallador mostrado por las pupilas de Manu Sánchez. Se vio a un Espanyol más intenso, más agresivo, pero sin efecto alguno sobre el marcador.
El segundo tiempo se previa o esperaba a una Espanyol más agresivo aún en ataque necesitado cuanto menos de sumar. Sin embargo, ahí estuvo una vez más el Deportivo. Esta vez más conservador durante algunos minutos, parecía que sus jugadoras andaban, pero es que es tal el grado de confianza de este equipo, de este grupo de jugadoras, como resaltó su entrenador en sala de prensa, que les permite hasta eso frente a un histórico como el Espanyol. Sus jugadoras llegaban a todos los balones, incluso aquellos en los que partían con ventaja, y además tenían bajo palos a una Misa que no permitió siquiera los “ui” en la grada ante las ocasiones del cuadro blanquiazul. El cuadro d Ferrón llegaba a portería, aunque sin esa energía necesaria para finalizar en condiciones ninguna de sus llegadas. Ninguna de sus jugadoras realmente inquietó a Misa, muy segura bajo palos que tuvo que lanzarse en tres o cuatro ocasiones al suelo para atajar el esférico, pero sin mayores dificultades de quien recoge tímidos remates.
Por su parte el Deportivo en cuanto quiso sentenciar definitivamente el encuentro le dio un punto más de intensidad y logró el tercer tanto, que prácticamente hundía el esfuerzo del cuadro perico nada exento de destellos de calidad de alguna de sus jugadoras. Las blanquiazules armadas de corazón lo siguieron intentando, pero desde fuera parece que les falta alguna pieza para que el proyecto de esta temporada no acabe con un histórico en la reto Iberdrola. Tan solo quedan 14 jornadas (a la espera de lo que suceda con la famosa jornada no disputada por la huelga) para remediar algo que, a día de hoy, viendo el juego y los resultados, se antoja cada vez más complicado si no hay un cambio en alguno de los estamentos del club, pues en el banquillo ya lo ha habido y nada parece indicar que se tenga que recurrir como se ha hecho en el masculino a un segundo relevo en el banquillo.
Del tercer gol del Deportivo al final del partido más ímpetu y corazón del Espanyol, con una Anna Torrodà inconmensurable que se triplicaba en sus funciones. Además a punto estuvo de dar un aire de esperanza a su equipo con un magistral lanzamiento de falta que solo el larguero y el efecto hacia fuera del esférico impidieron que se convirtiera en uno de los goles de la temporada.
En rueda de prensa Jordi Ferrón se seguía aferrando al tiempo que aún tiene el equipo para revertir la situación y en su convencimiento de ello. No obstante, también reconocía que a su entender hoy el equipo había dado un paso atrás en esa evolución que él esperaba porque estaban todos convencidos que este fin de semana llegaría el +3 tan esperado, que se había trabajado increíble durante la semana, pero que había habido demasiados picos muy malos del equipo, especialmente de algunas jugadoras, sin dar nombres, que no habían estado al nivel esperado, y de otras que habían rendido a un gran nivel, pero que esos picos malos habían sido muy malos y les habían conducido a una derrota más clara que la de la semana anterior aunque se hubieran generado más ocasiones que en otros partidos.
Por su parte Brenda se alienaba con la opinión de su entrenador en cuanto al trabajo semanal y a esos altibajos excesivamente malos del equipo, aunque indicaba que l vestuario aunque jodido estaba muy animado, que veían y creían en salvarse a pesar que quedara menos tiempo que la semana anterior y que agradecía y seguía pidiendo el apoyo de la afición para juntos mantener la categoría y revertir la situación y que el gol llegaría porque podían entender que generando más ocasiones que en otros partidos el balón no acabara dentro.
Manu Sánchez por su parte, dentro de su línea humilde de siempre reconocía que tanto él como sus jugadoras estaban gratamente sorprendidos por la posición en la tabla y la buena dinámica del equipo, pero que todo era mérito de la calidad del grupo y de quienes lo conforman, que él intenta dar unas mínimas directrices y dejar que el talento de ellas sea quien haga el resto, en un equipo que poco a poco se consolida en la Iberdrola y que ve recoger los frutos de un proyecto que a inicio de temporada era una incertidumbre pero que van viendo que es efectivo en esta liga.
El Espanyol deberá de remar contra todo y todos, y más aún en función del resultado del domingo por la tarde en el partido del Madrid, y es que en el mejor de los casos seguirán a 9 puntos d la salvación y en el peor a 12 con 14 partidos por delante. La semana que viene viajan al Antonio Puchades de donde deberán intentar sacar algo positivo para intentar revertir lo antes posible la dinámica.
Por su parte el Deportivo recibirá a un Betis que, con independencia dl resultado del domingo frente al Madrid seguirá en descenso, pero que puede plantarse en A Coruña aún más necesitado de sumar.
Ficha tècnica:
RCD Espanyol: Mimi, Paola Soldevila, Inés Altamira, Dulce (Ayaka 33’), Brenda, Anna Torroda, Débora (Kenny 63’), Letti, Cristina Baudet, Paloma (Eli del Estal 33’) y Ainhoa (Elena Julve 33’).
Deportivo Abanca: Misa, Nuria (Erika 86’, Noelia Villegas, María Méndez, Cris, Iris, Maya (Alba Merino 78’), Kika, Athenea (Carlota 62’), Gaby y Peke (Romero 82’).
Goles: 0-1 Gaby 14’, 0-2 Gaby 21’, 0-3 Kika 58’.
Colegiada: Paola Cebollada López (colegio aragonés).
Asistentes: Elena Pardos Mainer y Marta Villanueva Benavente (colegio aragonés).
4ª árbitra: Victòria Petrova Borislavova (colegio catalán).