Empate sin goles el vivido este fin de semana en la Dani Jarque entre el supuesto aspirante a volver a la máxima categoría, si bien va perdiendo fuelle a medida que pasan las jornadas, y el siempre combativo AEM que además del punto cosechó el average frente a sus rivales en la mañana del domingo.
Un partido no exento de polémica ya antes del inicio y es que en el último instante el conjunto local se sacaba una normativa interna a saber de qué mano salió por la que prácticamente no pudieron acceder a la ciudad deportiva perica la mayoría de los expedicionarios del AEM, y ello a pesar que cesaron las restricciones en cuanto a fórum de público en los recintos abiertos. Sorprendente y una nueva muestra del camino aún quizás demasiado largo que le queda por recorrer a nuestro futbol.
En los estrictamente deportivo, el Espanyol que tenía enfrente no solo a un rival directo, no solo a un rival dirigido des del banquillo por un viejo conocido de la parroquia perica, sino que tenía enfrente a uno de los rivales que le había arrebatado los tres puntos en la primera vuelta en un encuentro épico en Recasens.
Por su parte las de Cobacho, que en la anterior visita a la Ciutat Contal habían perdido frente al filial azulgrana, sabedoras de la necesidad de puntuar contra un rival directo en la zona alta de la clasificación, salieron como en ellas es habitual a mantener su portería a cero centrando sus ocasiones en aquellas salidas en transición rápida con ese juego eléctrico y más directo que les permite el tener el potencial que tienen en el último tercio de campo.
El partido realmente se convirtió en una batalla entre dos equipos, el local que a pesar de quizás disponer de más acercamientos al área se precipitó en la toma final de las decisiones de sus atacantes que no solo no acertaban en algún remate sino que aquellos en los que conseguían contactar con el esférico los mandaban fuera de los tres palos, mientras que las de Lleida quizás con menos llegadas y con un juego más de contención, más de no dejarse hacer daño que de provocarlo en el área rival se mostraba firme en defensa y con quizás más necesidad de pólvora en el último tercio donde la sensación de peligro existía pero faltaba concretar en el último remate. De hecho fue un mantener el punto con el que partían de inicio y evitar perderlo a toda costa.
Fue un partido en el que además de las tarjetas, hubo una constante queja por parte de las locales con el arbitraje, no solo con una pena máxima reclamada sobre Manu Lareo al filo del descanso, sino en casi todas las acciones en las que no salía favorecidas, circunstancia que quizás desestabilizó esa necesidad de estar centradas en mejorar los desaciertos en las acciones propias y quizás no tanto en los desaciertos de aquellos inputs que no puedes controlar y que se dan a lo largo de todos los partidos.
En cualquier caso y con las tablas en el marcador desde inicio a fin, al Espanyol se le va escapando el carro de poder estar en una posición de la que partir y pensar en un posible ascenso, mientras las del AEM siguen con las posibilidades intactas de mantenerse de forma directa en la categoría de plata la temporada que viene.
Ficha técnica
RCD Espanyol: Paula Myllyoja, Marta Turmo, Xènia Pérez, Sara Extremera, Julia Guerra (Nora Fernández 82’), Marianela Szymanowski (Dana Yazbeck 57’), Cristina Baudet, Carol Marín, Judit Pablos (Yohana Masagli 82’), Manu Lareo (Adriana Martin 67’) y Clara de Clemente (Ari Sánchez 67’).
Entrenador: Rubén Casado.
AEM Lleida: Mireya Giménez, Iris Aixalà, Tania Riso, Cristina Beltrán, Júlia Miró (Algimante Mikutite 61’), Lisa Scholz, Maikerlin Astudillo, Barbi Perez, Andrea Gómez (Nadia Dopico 82’), Pixu y Andrea Blanco (Alexandra Taberner 61’).
Entrenador: Oscar Cobacho.
Amonestaciones: Judit Pablos 29’, Júlia Guerra 44’ y Marta Turmo 89’ / Pixu 44’, Mireya 75’, Maikerlin Astudillo 81’, Algimante Mikutaite 86’.
Colegiada: Andrea Tena.
Asistetes: Ester Erra y Andrea Montero
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Mayka Ordóñez