RCD Espanyol B 0 vs FB Barcelona 2
En un fin de semana de vuelta de las vacaciones de Navidad marcado por las inclemencias meteorológicas provocadas por la bautizada borrasca como Filomena en el que se habían tenido que suspender más partidos de los que se acabarían disputando, en la Dani Jarque, como rememorando el día de reyes, volvía el duelo entre los dos principales estandartes del fútbol femenino de la Ciutat Comtal. Los filiales del Espanyol y del Barcelona, que tan buen espectáculo habían ofrecido hacía pocas semanas en el enfrentamiento en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, volvían a verse las caras con dinámicas totalmente antagónicas habida cuenta de sus resultados y clasificación en el grupo b Norte.
Las pupilas de Llorente llegaban al encuentro tras cosechar dos empates de forma consecutiva, el último de ellos en el campo del líder Seagull y con la necesidad de asentar su proyecto sobre el verde con un equipo que se había tenido que reinventar esta temporada tras la marcha de muchas de las jugadoras importantes que tenía el año pasado y que o bien habían marchado cedidas a equipos de la Liga Iberdrola o bien habían sido llamadas por Lluís Cortés para formar parte de la primera plantilla del conjunto azulgrana esta temporada. Pero el conjunto azulgrana, con la ventaja del nombre que tiene es capaz de juntar gran talento temporada tras temporada y al igual que hace el primer equipo si mantiene esa filosofía de juego que se le atribuye a la entidad azulgrana.
Enfrente un conjunto del Espanyol que venía de su doble enfrentamiento con el Alavés con idéntico resultado negativo para sus intereses y que se aferraba al empate logrado en el último derbi para creer en sus opciones sobre el rectángulo de juego para intentar sumar de nuevo y mantener con ello las opciones de acumular puntos para esa segunda fase en la que deberá de lucha para no descender y dejar en nada el ascenso logrado hace unos meses. El filial blanquiazul aún ha tenido que reinventarse incluso más que su rival de la fría y lluviosa mañana en Barcelona y es que ha visto como el primer equipo ha ido tirando de las mejores jugadoras del equipo B para reforzar aquellas bajas sufridas en el inicio de la temporada por el primer equipo, bien por lesiones o por la falta de competitividad de algunas de sus jugadoras del equipo A.
Con esa premisa se vio a un equipo dominador del esférico, que era consciente que tendría que picar mucha piedra y aplicar mucha paciencia en cada una de sus acciones para intentar superar el entramado defensivo montado por Cobacho sobre el verde a imagen y semejanza de los visto en el Camp Nou por las mayores unos días antes. El entramado defensivo surtió efecto a lo largo d todo el partido pero con lo que a veces la táctica no cuenta es con esos momentos de toma de decisiones puntuales que acaban por decidir los encuentros.
Cierto es que el Barcelona movía el balón a su antojo de un lado al otro del campo, pero también es cierto que la portería blanquiazul no estaba sufriendo en exceso y que los balones que merodeaban él área no acababan en ocasiones claras de gol. A ello hay que excepcionar un disparo que pasó rozando el larguero, pero aparte de ese disparo, fue un primer tiempo en el que la cancerbera blanquiazul, que repetía titularidad, no tendría que emplearse en exceso. No obstante, como decíamos pasado el minuto diez sucedió una de esas acciones en la que la toma de decisiones supondría un antes y un después en el devenir del encuentro. Un despiste defensivo a la salida de un córner mal defendido en el vértice del área grande por las locales permitiría a Alba Caño, soltar un zapatazo imparable y permitiría que el conjunto de Llorente tomara la delantera en el electrónico que ya no abandonaría.
Fue un error puntual pero decisivo para los intereses de ambos equipos, y es que como decíamos las acometidas del conjunto visitante eran más porcentuales de dominio del balón y del tiempo y lugar donde se jugaba, que no tanto de ocasiones claras de gol que pudieran hacer pensar en que la diferencia podría crece en el marcador.
Y antes del descanso otra de esa toma de decisiones en las que no solo no hay nada que hacer sino que además en este caso vino de alguien externo a ambos equipos y sobre el que semana tras semana se ven en los terrenos de juego y que en este caso tendría total trascendencia sobre lo que podría a haber sido el resultado final del encuentro. Judit Pablos, una de esas jugadoras eléctricas, velocidad en estado puro presionaría a la defensa azulgrana, provocando el pase a Meritxell a la que también llegaría a presionar y robar el esférico, momento en el que sería claramente derribada por la cancerbera blaugrana dentro del área pequeña sin que la colegiada, para sorpresa de todos los presentes en la Dani Jarque señalara nada más que la entrada de las asistencias para asistir a la atacante blanquiazul lesionada sobre el verde por la entrada sufrida en la clara acción de penalti. Un penalti que no solo debería de haberse señalado sino que además debiera de haber implicado la expulsión de la cancerbera visitante quedando aquel equipo con una jugadora menos para el segundo tiempo. Ni lo uno ni lo otro y sigan jugando. Flaco favor al derbi.
El segundo tiempo discurrió por los mismos derroteros, quizás con un conjunto blanquiazul que en los primeros compases del segundo acto parecía aún estar pensando en la última jugada antes del descanso, porque se mostraban más imprecisas en las ayudas defensivas y por su parte las azulgrana conseguían tener el esférico más cerca del área local. Aunque ese dominio avasallador seguía siento territorial y sin causar heridas graves a un equipo contrario que acometía con entereza las ayudas defensivas y se exigía al máximo en aquellas acciones que requerían de ese último y titánico esfuerzo para evitar los remates de las azulgrana. Con este panorama por delante cabía esperar que el conjunto local esperaba a los últimos minutos para salir al ataque, a una presión más alta para al menos intentar el empate y arañar algo otra vez en el derbi de filiales. Pero cuando quizás se preveía ese cambio en las blanquiazules llegó la tercera toma de decisiones totalmente decisiva y que dejó anestesiado el encuentro. A la salida de un saque de esquina remate a bocajarro que rechaza en una excelente intervención Andrea Crespo pero el balón muerto no saben rechazarlo la zaga local y Riu se aprovecha de ello para alojar el esférico en el fondo de las mallas.
Ahí acabó el partido y las locales a pesar de los cambios introducidos no tuvieron capacidad de reacción ni parecieron tener fe en ella, y es que Meritxell Muñoz pasó a ser una espectadora más en este segundo tiempo.
Ficha técnica
RCD Espanyol: Andrea Crespo, Carla Sánchez, Irene Corral, Julia Guerra, Laia Trancoso, Ari Márquez (Silvia Gil 84’), Judit Pablos (Lidia Rubio 77’), Cristina Campos, Ania Duran (Renata Cavili 77’), Elena Benítez y Clara De Clemente (Eva Fuster 77’).
Entrenador: Oscar Cobacho.
FC Barcelona: Meritxell Muñoz, Martina Fernandez (Judit Pujols 73’), Julia Mora, María Molina, Emma Ramírez, Ona Baradad (Laia Martret 81’), María Pérez, Alba Caño, Ari Mingueza, Ona Baradat, Claudia Riumallo y Ornella Vignola.
Entrenador: Miguel Llorente.
Estadio: Dani Jarque.
Goles: 0-1 Alba Caño 11’, Claudia Riumallo 71’.
Amonestaciones: Elena Benítez 56’.
Colegiada: Cecilia Laura Muñoz Di Giovambattista (colegio catalán).
Asistentes: Ariadna Garcia López y Marina Molina Quilez (colegio catalán).
Autor: Enric Solé
Fotografías: Sara Aribó