El Liberbank Santa Teresa de Badajoz regresa a la Primera Iberdrola tras veintidós jornadas jugadas de la presente temporada, quedando como primeras clasificadas en la Reto Iberdrola (grupo Sur) hasta el momento en que la crisis del Covid-19 detuvo las competiciones oficiales. Una vez validado el ascenso, el equipo extremeño puede celebrar que, a su vuelta, jugará en la máxima categoría del panorama nacional de fútbol femenino en nuestro país.
El Santa Teresa C.D. no nace como un equipo femenino directamente, sino que lo hará en 1998 como un equipo masculino –alojado en varias categorías de edad- a raíz de las actividades extraescolares propuestas en la sede del colegio Santa Teresa de Jesús de Badajoz. Hasta la puesta en marcha de un equipo formado solo por chicas, estas apenas representaban un 5% de la base del club en el que participaban como parte de una plantilla mixta en sus categorías inferiores.
De esta manera surge, en el año 2010, la idea de formar el conjunto femenino pese a la dura competencia y la falta de medios. El proyecto, cuyo artífice, entre otros, sería su presidente Pablo Ritoré, comienza a evolucionar hasta convertirse en el club extremeño con más fichas femeninas de toda la región, al que muchas jugadoras acudirían para vestir su camiseta y defender sus colores temporada tras temporada.
En sus cuatro primeros años de vida cosecharon importantes resultados que les llevaría, en el año 2014, a conseguir el sueño de alcanzar el ascenso a Primera División Femenina. El reto había sentado precedentes del deporte femenino en una Comunidad que contaría, por primera vez en mucho tiempo, con un equipo de fútbol en la más alta categoría nacional, el primero sería el Mérida C.P. en 1995 y, un año después, lo haría C.F. Extremadura, ambos en su categoría masculina.
Sin embargo, eran muchas las diferencias que sesgaban las probabilidades de permanencia respecto a otros equipos más fuertes, mejor equipados y que contaban con jugadoras más profesionalizadas. Gran parte de la plantilla del primer equipo del Santa tendría que compatibilizar los entrenamientos con el trabajo, realizando un sobreesfuerzo que podría conllevar al desgaste físico y psicológico frente a una división que exigía el 100% del rendimiento en cada partido. Aun así, consiguieron aguantar cuatro temporadas a base de sacrificios que no les hizo perder la ilusión en ningún momento, hasta que el descenso a Segunda División se hizo factible al término de la temporada 2017/2018.
Entre tanto, en el año 2017 el conjunto recibiría, de manos del Presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, la Medalla de Extremadura, una distinción que buscaba destacar el ejemplo del esfuerzo que este equipo simbolizaba para todo el deporte femenino de la región y del fútbol extremeño en general.
El nacimiento del Santa Teresa femenino coincide con la modernización de la Ciudad Deportiva del Viejo Vivero donde anteriormente habría jugado el equipo masculino de la ciudad, el C.D. Badajoz. En estas instalaciones de césped artificial se estructuran los partidos que el Santa recibe en casa, acogidos por una afición perenne, muy familiar, con la que comparten el fruto del trabajo en cada entrenamiento llevado a cabo por un cuerpo técnico que ha permanecido inamovible casi desde el principio. El entrenador, Juan Carlos Antúnez, que actualmente lleva diez temporadas al frente del equipo –y ha renovado para la siguiente-, ha afrontado todos los objetivos con el precepto de crecer, mejorar y sacar todo el brillo posible a una plantilla que ha contado con fuertes recambios y con jugadoras que han aportado todo su esfuerzo al conjunto desde su llegada.
Algunos de estos nombres, como es el caso de Mireya García o Carmen Menayo, han sido jugadoras convocadas por las selección española Sub-17 y Sub-19. También contó entre sus filas con internacionales como Vânia Martins o Fátima Pinto, que respondieron al llamamiento de sus respectivas selecciones sirviéndose del escaparate que el equipo pacense representaba para todas ellas. En el año 2019 debutaría la Selección Extremeña Absoluta y, entre sus filas, contaría con cinco rojiblancas: Eva López, Marta Parralejo, Sofía Melchor, Estefanía Lima y Belén Martínez.
Tras cuatro temporadas en la máxima categoría de la Liga Iberdrola luchando por la permanencia, sentenciaron su participación en la misma durante el partido correspondiente a la jornada 28 de la temporada 2017/2018. A partir de entonces, habría que rehacerse y recuperar el objetivo inicial haciéndose de nuevo con el ascenso. Un nuevo patrocinador surgiría ese verano cambiando el nombre de la entidad, que desde entonces pasaría a ser el Liberbank Santa Teresa Badajoz. Esta época de cambios acarrearía el fin de la etapa de Pablo Ritoré al frente de la presidencia del club, después de quince años, y la llegada de María Jesús Vega como líder del nuevo proyecto pensado para reestructurar al equipo y devolverlo a lo alto de la Liga Iberdrola.
Este renovado plan casi conseguiría sus frutos en la siguiente temporada, cuando las rojiblancas se quedarían a un partido del ascenso tras perder en playoff contra el C.D. Tacón. Pasarían así a disputar la liga en la recién creada Primera División B, más conocida como Reto Iberdrola, en la temporada 2019/2020 en el grupo Sur, del que se alzarían como campeonas tras haber disputado veintidós jornadas, consolidando así su regreso a Primera División.
Autora: María Delgado
Fotografías: Santa Teresa CD