La selección española es una de las máximas favoritas en el Mundial, pero hay dos factores que pueden ser determinantes e impedir que España sea campeona del mundo: Los rivales y la presión.
Una fase de grupos con luces y sombras
España fue, junto a Suecia y Japón, la única selección que se clasificó antes de la tercera jornada. Eso dice mucho en favor del combinado español. Además, es la segunda selección que más goles ha anotado, con un total de 13, a uno de las niponas.
Sus actuaciones ante Costa Rica y Zambia fueron magníficas. Pero su encuentro ante Japón, que la goleó con un rotundo 4-0, dejó muchas dudas en torno a su verdadera capacidad para ser campeona. Aquel fue un partido raro, en el que apenas crearon ocasiones. No tuvieron ideas y encajaron cuatro goles en cinco disparos a puerta de las asiáticas.
Llegan los problemas
Las críticas hacia las jugadoras y el cuerpo técnico fueron muy duras y se dudaba mucho de que pudieran ganar a Suiza, ya que era otro rival que se suele cerrar atrás. Entonces, el staff técnico tuvo que ponerse manos a la obra contrarreloj. Tenían dos tareas cruciales por realizar. La primera, consistía en levantar la moral de las futbolistas. No era fácil, pero lo lograron porque son unas Reinas del balón, unas profesionales del balompié. El segundo cometido era aún más complicado. Se trataba de ensayar en cuatro días un plan B para abordar sistemas de juegos defensivos como el de las niponas. Muchos dudaban de la capacidad de todos para enseñar y asimilar cosas nuevas. El día cinco de agosto quedó despejada la incógnita de esa ecuación de trabajo.
Partido de octavos de final ante Suiza
Ese día hubo una revolución en la selección. Se caían de la titularidad Rocío Gálvez, Olga Carmona, Alexia Putellas, Mariona Caldentey y la portera, Misa.
En su lugar, Laia Codina ocupó el centro de la defensa junto a Irene Paredes. La de Campllong realizó un buen trabajo. Aunque marcó en propia puerta, se resarció metiendo otro a las suizas. Oihane Hernández brilló en la banda izquierda. Esther González creó mucho peligro arriba y atrajo para sí a defensoras para crear espacios a otras compañeras. Incluso tuvo un par de ocasiones de gol. Alba Redondo demostró su olfato goleador. Logró un tanto y dio una asistencia de gol a Aitana. Generó mucho peligro en la punta de ataque. En definitiva, jugó un partidazo.
Por su parte, Cata Coll estuvo estupenda. Muchos criticaron a Jorge Vilda por sentar en el banquillo a la guardameta titular, que encajó cuatro goles ante Japón, para hacer debutar en la absoluta a una portera que fue Guante de Oro de un Mundial sub 17. Lo cierto es que esa decisión, guste o no guste, se tornó en buena, ya que la mallorquina solo fue batida por su propia compañera y estuvo muy segura.
Una decisión muy criticada
Es cierto que sustituir en la portería a la guardameta titular tras ser goleada puede originar en ella un problema de confianza en el futuro. Pero no es menos cierto que deben jugar las que se consideran mejores en cada partido. Una portera no debe ser intocable por empezar un torneo como titular. Muy al contrario, como todas ha de trabajar duro en los entrenamientos para formar parte del 11 inicial. De ser intocable, la relajación haría mella en ella y perjudicaría al equipo. Además, de tener que sustituirla una compañera por lesión haría llegar a esta en una forma física y mental dudosa para jugar un torneo de esta categoría.
En definitiva, un partido lo deben disputar las jugadoras que se encuentren mejor y sean más adecuadas para el mismo por sus características. Nunca un 11 fijo impuesto por favoritismos internos o externos. Estos últimos suelen depender de los aficionados a un club u otro donde milite la futbolista en cuestión. También por intereses creados con oscuras en ignotas intenciones para criticar decisiones que luego pueden ser acertadas o no.
Países Bajos próximo rival de España
La selección española luchará contra Países Bajos por un puesto en semifinales. La Naranja Mecánica es un equipo a tener en cuenta. Ocupa el noveno lugar en el ranking FIFA. Tiene futbolistas muy experimentadas, que juegan en las mejores ligas del mundo. Hace cinco años fueron campeonas de Europa.

Han realizado una fase de grupos muy sólida. Quedaron primeras, por delante de Estados Unidos, contra la que empataron a uno.
Su futbolista más carismática es Lieke Martens y tiene en sus filas a la española Damaris Egurrola. Su línea defensiva es muy segura y su ataque es extremadamente peligroso. Un gran equipo que le pondrá las cosas complicadas a las españolas, que las han ganado en los tres últimos enfrentamientos, todos de la Era Jorge Vilda. Veremos qué sucede. Apoyemos a la selección española. Puede llegar lejos y hasta ser campeona del mundo. De momento han hecho historia. Nunca antes se habían clasificado para los cuartos de final de un Mundial.
Un Campeonato del Mundo muy igualado
España está muy capacitada para ganar el Mundial. De momento, ha quedado eliminada la actual campeona, Estados Unidos. También cayeron en la fase de grupos la número dos del mundo, Alemania. Así como la siete, Canadá, y la ocho, Brasil.
Si la selección española derrota a la de los Países Bajos se enfrentaría en semifinales a la ganadora del duelo entre Japón y Suecia.
Por la otra zona del cuadro tenemos el enfrentamiento entre una de las anfitrionas, Australia, contra Francia. El otro partido será el interesantísimo choque entre la pujante Colombia y la Campeona de Europa, Inglaterra. Las cafeteras pueden ser, junto a Japón, la gran revelación en este Mundial. Tiene un ramillete de futbolistas de increíble calidad, encabezado por Catalina Usme, con Linda Caicedo, Mayra Ramírez, Leicy Santos, etc. Por cierto, Sarina Wiegman no podrá contar para ese partido con Lauren James, tras ser expulsada ante Nigeria. Además, está pendiente de evolución Keyra Walsh, que se resintió de su lesión en la prórroga de ese encuentro.
La presión, el otro gran enemigo de España
El fútbol femenino español vive unos tiempos, de un año a esta parte, por desgracia, más parecidos al masculino que nunca. Se está pervirtiendo. Lo estamos enviciando. Es preciso que todos apoyemos a la selección española, que es la que representa a nuestro país. Es nuestra responsabilidad aislarla de polémicas y problemas estériles que solo afectarán al rendimiento de las jugadoras y reducirán las posibilidades de éxito de España en el Mundial. Este es, además de los rivales, el otro gran obstáculo para ser campeonas.
Se han creado polémicas que antes no existían. Pero lo cierto es que, hasta hace no mucho tiempo, las futbolistas carecían de los derechos más elementales que han de tener como trabajadoras que son. Entonces no había polémica alguna, pese a que ni tan siquiera tenían un convenio colectivo digno. A pocos les importaba cómo pudiera ganarse la vida una futbolista, ni qué le ocurriría a esta si se quedaba embarazada o se lesionaban, por ejemplo. La verdad es que muy pocos alzábamos la voz en su favor.
Ahora han salido muchas personas que creen saber de fútbol femenino. Individuos que se proclaman adalides defensores de esta categoría futbolística y de quienes la practican. ¿Dónde estaban esas personas por aquel entonces? ¿Por qué las abandonaron a su suerte cuando más necesitaban el apoyo de todos?
Es preciso velar por el fútbol femenino
Pocos les dábamos la más elemental e igualitaria visibilidad informativa, nadie las apoyaba socialmente y eran olvidadas por completo en las redes sociales, ahora un hervidero de sabiduría mal entendida que en absoluto tiene que ver con la igualdad de género. La igualdad es, sencillamente, tener los mismos derechos, pero también los mismos deberes.
El fútbol femenino necesita ser apoyado por todos para que crezca. Aún lo está haciendo y está en un momento clave. Debemos evitar confrontaciones estériles e injustas. Debemos llenar estadios y disfrutar de la calidad de las jugadoras. Ahora las niñas tienen referentes femeninos. No lo estropeemos todo ni pervirtamos el fútbol de esta categoría deportiva, que es el genuino, ni todo lo que le rodea.
Reflexión final
La selección española tiene un balance de victorias impresionante y podemos presumir de ello. De hecho, es la sexta mejor selección del mundo. Nunca antes había sido tan potente la Roja, ni tan respetada mediática y deportivamente allende nuestras fronteras. Por desgracia, más que en España.
Es el momento de remar todos juntos en la misma dirección para ayudar a la selección española en su objetivo de ser campeona del mundo. Hay que crear un ambiente propicio, tranquilo y liberarlas de presiones y favoritismos.
Si no lo hacemos seremos su peor enemigo. El fútbol femenino español se merece un gran título. Las jugadoras son magníficas. También el staff técnico está muy capacitado. Los números así lo avalan y mientras lo hagan debemos mantener la calma y sentirnos afortunados.
El momento es idóneo, ya que las categorías inferiores son las mejores del mundo. Así lo han demostrado con sus numerosos éxitos que son fruto del trabajo de muchos años. Durante ellos se han pulido muchas estrellas actuales, algunas han decidido no estar en este Mundial. Apoyemos a las que sí han decidido competir en él bajo la bandera de su país. Ellas son las que importan porque son las que juegan. Son Reinas del balón.
Autor: Luis Fernando Ramos
Fotografía principal: RFEF
Fotografía interior: OranjeLeewinnen