Miguel Ángel Quejigo es un hombre en apuros. Su situación actual en el Madrid CFF es muy comprometida. El equipo blanco lleva una temporada irregular. Ocupa la penúltima plaza con sólo cuatro puntos en su casillero, los conseguidos tras la victoria en Matapiñonera por tres a uno, en la primera jornada, ante el actual colista el Sporting de Huelva y el empate a uno en casa ante el Valencia, en la quinta jornada de una Liga Iberdrola que, por fortuna, cada vez es más competitiva y exigente. Las goleadas encajadas ante sus vecinos madrileños han socavado la moral de un equipo resquebrajado y dubitativo, en especial la sufrida en casa ante el Rayo Vallecano por cero a cuatro. La temporada pasada, en cambio, todo era muy diferente. En su debut en la máxima categoría eran un equipo difícil de batir. En la memoria quedará el empate a dos en el Wanda Metropolitano gracias a los goles de Jade Boho. Pero ahora la ecuatoguineana ya no está en el equipo madrileño y los fichajes no acaban de adaptarse. Eso y la lamentable lesión en el Mundial Sub 20 de Ona Batlle ha dejado al conjunto madrileño tocado.
El Madrid CFF es un club peculiar, casi familiar. Su Presidente, Alfredo Ulloa, decidió fundar en 2010 un equipo a imagen y semejanza del Real Madrid, ya que su hija quería jugar en él. Sin embargo, por razones incomprensibles, Florentino Pérez no acaba de decidirse para que la entidad que preside tenga una sección femenina. Esa es la razón de la existencia del Madrid CFF. Esta temporada la iniciaban con un proyecto ambicioso. Para encabezarlo decidieron fichar a Miguel Ángel Quejigo que llegaba avalado por el buen juego desarrollado por las franjirrojas, las únicas capaces de derrotar al que a la postre sería el campeón, el Atlético de Madrid, al cual rompieron una brillante racha de imbatibilidad de 44 partidos y 561 días invicto.
Quejigo está en la cuerda floja. Pero, ¿es realmente el responsable? Probablemente nunca lo sabremos. En ocasiones factores internos que se nos escapan pueden ser los causantes de la caída de un entrenador que siempre es la parte más vulnerable de un equipo de fútbol. Los próximos días serán decisivos.
Autor: Luis Fernando Ramos
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