En estos días de nubarrones en el cielo rojiblanco recuerdo las palabras del entrenador del Manchester City el año pasado tras la eliminatoria de Champions, el mister resultó claro y diseccionó con maestría el momento del fútbol español. En estas jornadas donde los enterradores tienen sus palas prestas para arrojar tierra sobre el cadáver colchonero, mas deseosos del fatal desenlace que conscientes de la salud del equipo; tal vez los sepultureros deban deponer sus armas hasta quizás mayo, cuando menos tendrán que hacerlo una semana mas. Los hay que hablan de la perdida anual de calidad, cierto, pero las que entran no están exentas de ella; de la dependencia de algunas estrellas, vamos que no están permitidas las grandes figuras a la «orilla del Manzanares», no habiéndose percatado durante estos tres años que el Atleti es un bloque sólido y con innumerables recursos, donde en algunos momentos ciertas jugadoras toman protagonismo; vamos que están deseando que el equipo con más presupuesto en la Liga, ahora Primera Iberdrola, quede por fin en todo lo alto para poder hablar y no parar de la excelencia del campeón y blablabla blablabla. Esto hoy por hoy, mañana cuando el Real Madrid Femenino o Tacón, o como lo denominen según convenga, irrumpa definitivamente en el fútbol femenino estaremos abocados al famoso duopolio, donde dentro de él todo es majestuoso y divino y fuera de él, fuera de él… no existe nada. Vicios del otro fútbol o como corromper lo bello.
Lo cierto y para ser ecuánimes parece que desde las oficinas del club rojiblanco tampoco están muy interesados en promover al equipo, sin más, hoy eran escasas las personas que estaban acreditadas en la rueda de prensa, nosotros, Reinas del Balón, no lo estábamos, por lo cual no podemos reproducir las palabras de Sánchez Vera ni de las jugadoras. Esperemos que el club recapacite y comience a hacer las cosas adecuadamente en este sentido.
Era un partido con morbo porque el Atleti no había ganado sus dos últimos encuentros y no había demostrado estar al cien por cien, más bien parecía, y lo sigue pareciendo, que la maquinaria colchonera no está totalmente engrasada. Además el rival, el Logroño, venía de confeccionar un inicio de temporada espléndido, con buen juego y efectividad, un estupendo rival para poner a prueba la fortaleza del Atleti, un contrincante dispuesto a llevarse los tres puntos en la maleta de regreso a casa.
Y es indiscutible, el Logroño demostró ser una escuadra muy bien trabajada, férrea, que sabe cerrar espacios a la perfección, capaz de volver locas a las rivales. Poseen además una excelente portera y dos delanteras muy rápidas y habilidosas, auténticos cuchillos que convierten en mantequilla cualquier defensa.
Así, en los primeros compases del evento las visitantes manifestaron su poderío, resultando un conjunto rocoso y hábil, concibiendo ocasiones y molestando sobremanera a la guardameta del Atlético de Madrid. Por momentos y como decía antes, la defensa local parecía de mantequilla ante las acometidas de Banda y compañía.
Le costó al Atleti hacerse con el poder en el partido, pero poco a poco fue controlando el centro del campo con Silvia Meseguer ejerciendo de dueña del balón, como cuando éramos niños y el dueño decía es mío y jugamos así, pues igual, pasito a pasito fue detectando los pasillos por donde Ludmila volaba, correr ya no le hace justicia, o bien Duggan, o Sosa, o incluso Amanda. El Atlético tiraba de repertorio y en uno de sus clásicos consiguió el bien más preciado, el gol. Saque de esquina botado por Ángela Sosa, cabezazo de Laia y gol. Lo dicho un clásico como el «Yesterday» de los Beatles o el «Thunderstruck» de AC/DC.
Hasta el final de la primera mitad el partido continuó por los mismos derroteros, y los minutos de sosiego en los vestuarios no hicieron más que reafirmar la tónica por la que el choque había transitado. La defensa del Atleti ahora era de acero, Linari y Laia ganaban sus duelos y frustraban las pocas intentonas ofensivas del Logroño. Y entonces apareció la dueña del balón, Silvia Meseguer que alcanzó un rechazo en la orilla del área para soltar un zapatazo que se coló por la escuadra, si había telarañas, las destrozó todas, y que dejó a propios y a extraños con la boca abierta.
De aquí al final el Logroño pareció confuso como consecuencia del obús de la 15 colchonera y comenzó a maniobrar con menos convicción y más previsibilidad. Por contra, las rojiblancas se entonaron mucha más, maduraron su juego con sabiduría y germinaron oportunidades de gol.
Parece que después del chaparrón de Barcelona las colchoneras vuelven a funcionar. Siempre sale el sol.
Los sepultureros tendrán que esperar. Por el bien del fútbol femenino español.
FICHA TÉCNICA
ATLÉTICO DE MADRID – Van Veenendaal, Kenti, Laia, Linari, Menayo, Meseguer, Torrecilla, Sosa (Santos 67´), Amanda (Anita 85´), Duggan (Ovdiychuk 77´) y Ludmila (Olga García 88´).
ENTRENADOR – Sánchez Vera
EDF LOGROÑO – Johansen, Leti, Nágela, Raquel (Ana V. 71´), Dorine, Freitas (Guehai 68´), Carol (Nemen 54´), Santana (Grace 61´), Banda, Chini y Jade.
ENTRENADOR – Gerardo García León
GOLES – 1-0 min. 37 Laia. 2-0 min. 58 Meseguer.
COLEGIADA – Ylenia Sánchez Miguel
TARJETAS AMARILLAS – Jade 4´. Carol 16´. Freitas 44´. Torrecilla 52´. Banda 64´. Duggan 67´.
Autor: Emilio Mahugo
Fotografía: At. Madrid