Muchas veces cuando has conseguido los éxitos que te has propuesto, llega la dura etapa del y ¿ahora qué? Esta semana se está hablando mucho de los premios que se otorgan a nivel mundial premiando tanto a jugadoras como entrenadoras. En este caso, tenemos el gusto de poder saber la opinión al respecto de su nominación como mejor entrenador, a Jean-Luc Vasseur , el entrenador del Olympique de Lyon. El mister lo ha ganado todo lo que se puede ganar con el OL, y está justo en la cresta de la ola. Por compararle, aunque las comparaciones son odiosas, me recuerda mucho, por ejemplo a Guardiola. Un entrenador que prácticamente lo consiguió todo con el Barca, y al menos, de cara a la galería, siempre ha sabido llevarlo con un gusto y un tacto ejemplar.
Vasseur no tiene nada que envidiarle a ninguno otro de su categoría. El mister, tiene una larga experiencia a sus espaldas, ya sea como jugador profesional en equipos tan importantes como el París Saint- Germain donde debutó con tan sólo 17 años, como de entrenador también en el PSG desde el 2001. Es verdad que entrenar al OL era un reto muy grande para él la pasada temporada. Ya que era la primera vez que se ponía a dirigir un equipo femenino de fútbol. Pero qué mejor forma de darle una igualdad al deporte, que entrenadores se mezclen en distintas ligas, dando igual el género. Al igual, que cuerpos de árbitros se creen a partir de una mediocracia, y se dejen a un lado la raza o el género.
Vasseur reconoce en sus declaraciones, que para nada fue fácil embarcarse en esta nueva aventura. Pero no por el género de las jugadoras, sino por el alto rendimiento al que trabajan y a las altas expectativas que este equipo ha cosechado, ya no durante días, sino durante años.
El OL es un equipo invariable en muchos aspectos a nivel deportivo. Ha ganado la Primera División francesa los últimos 14 años. 9 Copas de Francia, y la Supercopa recientemente. En las tres ligas tres récords imbatibles hoy en día. También llevan siete copas de la «orejona», también batiendo el récord del equipo con más títulos de Champions a sus espaldas.
Por sus filas han pasado jugadoras tan icónicas, como Lola Gallardo, Line Roddik, Cindy Perrault, Estelle Cascarino, Aurelie Kaci, Hegerberg, Saki Kumagai, Alex Morgan, Renard y un largo etcétera. Con todo ese peso, Vasseur llegó con las ideas claras de a dónde venía.
Ahora que aspira al Premio The Best al entrenador del año en el mundo del Fútbol Femenino, sabe que esta nominación no es sólo suya, sino también parte de todo el equipo en general que tiene detrás, y él se siente sólo como la cara visible del conjunto. Algo que demuestra la modestia del entrenador galo.
Si tiene que ser galardonado al final con el premio, más que por los premios obtenidos, que el año pasado hizo triplete, aún con pandemia, debería matizarse más por el duro u arduo trabajo que desempeña. Primero por la imagen que proyecta, al dejar claro en sus declaraciones, que para él no hay diferencia en entrenar a un equipo masculino que a uno femenino. Y segundo, porque al igual que es un regalo entrenar al OL, también es envenenado porque después de tantos años ganándolo todo, sabe que un pequeño error puede ser su culpa ya que es el nuevo. Recordemos que en la 9ª jornada de la Division 1 Femínine francesa el equipo perdió frente al PSG 1-0, récord que rompieron después de 76 partidos sin perder desde 2016.
Si la derrota se hubiera repetido, podría haber estado en boca de todos. Pero sabe que las bajas que tiene, como Hegerberg o Bathy en estos momentos, son duros flancos en el equipo galo. Aun así no pierde el rumbo de sus objetivos, entre ellos el trofeo continental de este año. Pero algo que quiere recalcar, es que le gusta ganar con rivales que sean capaces de generar al equipo peligro. «Eso provoca el entusiasmo y activa la parte sentimental tan importante también en este deporte«, así finalizaba el mister su entrevista a los premios The Best.
Autora: Alicia Rodríguez
Fotografías: FIFA