La actual situación del FC Barcelona femenino poco tiene que ver con la experimentada durante su larga historia de vida, al igual que el fútbol femenino, ha sido un lugar caracterizado por las incomprensiones y la indiferencia hacia la figura de la mujer, debido al contexto social e institucional de un país que no veía con buenos ojos el deseo femenino de jugar al balón, tan arraigado al hombre y a su masculinidad. Un escenario que aún, hoy en día, podemos encontrar en todos los niveles de nuestra sociedad pero que poco a poco, con el trabajo conjunto, va convirtiéndose en un espacio más afín a la igualdad.
Todo comenzó hace cuarenta años, el 25 de diciembre de 1970, y en un escenario majestuoso: el Camp Nou. El imponente estadio azulgrana fue el lugar donde el FC Barcelona femenino dio sus primeros pasos, exactamente, disputó su primer encuentro frente a la UE Centelles. A los mandos de aquel estrenado equipo estaba el mítico y legendario, ex portero azulgrana Antoni Ramallets, quien dirigió al conjunto durante unas dos temporadas. Aquella iniciativa fue propuesta por Inmaculada Cabecerán y fue aceptada con el propio club, sin embargo, lamentablemente aquel conjunto no era reconocido oficialmente por la entidad catalana y no podía vestir bajo su nombre o escudo. En aquel debut vistieron camisetas blancas, pantalones azules y medias azulgranas y jugó bajo el nombre de Selección Ciudad de Barcelona. Ramallets formó un once para el día de Navidad como el siguiente: Mínguez, Gimeno, Gazulla, Vilaseca, Arnau, Jaques, Mayte, Cabecerán, Llansá, Estivill, Fernández, Ortiz, Pérez, Nieto, Ros y Comas.
Ya al año siguiente, en 1971, empezaron a realizarse algunos cambios que pueden advertirse como las grandes claves de la historia del club para entender el FC Barcelona femenino de hoy. Pasó a llamarse Peña Femenina Barcelonista. No tenía aún reconocimiento federativo, no dependía orgánicamente del club, pero ya podían lucir sus colores debido al apoyo económico y de material que realizaba el club a la Peña. El azulgrana ya era parte identitaria del conjunto, sin embargo, el escudo aún no era parte de él.
En octubre del año 1980 el fútbol femenino se integró finalmente en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y con ello, el FC Barcelona ya pudo acoger a la sección. Se disputó la primera Copa de la Reina en 1983, pero la Liga no tuvo su estreno hasta la temporada 1988-1989. Sin embargo, no sería hasta el año 1994, exactamente el 26 de junio, cuando el, para entonces, Club Femenino Barcelona – se cambió el nombre a las culés – conquistó su primer título oficial. La Copa de la Reina, tras derrotar en la final al Oroquieta Villaverde de Madrid (2-1) con goles de Olga y África.
Gran parte de culpa de la actualidad azulgrana la tuvo una fecha muy marcada en el Barça femenino. El 26 de junio de 2002, el Club Femenino Barcelona pasó a ser una nueva sección del Club y, hasta el día de hoy, pasó a denominarse FC Barcelona femenino. Quizás, una de las épocas más complicadas y difíciles de la entidad azulgrana, el paso de la integración interna en el Club al profesionalismo. Una etapa donde el nombre de Natalia Astrain está marcado con letras de oro, por compromiso, dedicación y trabajo. Eran tiempos donde los resultados no acompañaban pero donde la apuesta empezaba coger el camino correcto. En 2005, Astrain dirigió al equipo en su ansiado ascenso a la, por aquel entonces conocida, Superliga.
Hasta que en 2006 se hizo con los mandos del proyecto Xavi Llorens, el entrenador con el cual no se entienda la historia moderna del FC Barcelona. Un emblema para club y jugadoras que sigue muy ligado al Club. Llorens inició una carrera ascendente que acabó con cuatro Ligas, cinco Copas de la Reina y nueve Copas de Cataluña. Diez años después, la temporada 2016/2017, fue su última campaña como entrenador dejando su lugar a Fran Sánchez. Sin embargo, se marchaba dejando un legado enorme y sobre todo, siendo partícipe de la profesionalización de la sección, ya que en el verano de 2015 el club azulgrana profesionalizó el primer equipo.
La apuesta por el fútbol femenino ha continuado ascendiendo en los últimos años, quizás no en forma de títulos, debido a la sequía en Liga durante cuatro años, pero sí con fichajes de la categoría de Lieke Martens, Van der Gragt o Mapi León. Los frutos llegaron y en 2019, el Barça disputó la final de la UEFA Women’s Champions League frente al Olympique de Lyon (4-1), en la primera final en competición europea de un equipo español en la historia del futbol femenino. Muestra ya de la apuesta real del Club, con Jenni Hermoso de vuelta a casa o el fichaje estrella de Caroline Graham Hansen, el Barça volvió a ganar la, ahora mencionada, Primera Iberdrola y la Supercopa de España, a la espera de las resoluciones de Champions y Copa debido a la crisis sanitaria.
Además, la entidad siguió ampliando su estructura formativa y en 2020 el FC Barcelona contó hasta con cuatro equipos de categorías inferiores femeninas, federados en competición masculina, como el Infantil y los dos conjuntos Alevines, más el Juvenil/Cadete de Preferente femenina, o el Barça ‘B’, el filial azulgrana, que se encuentra en la categoría plata del fútbol femenino español, la Reto Iberdrola. Sin duda, un camino largo que deja atrás a muchas protagonistas y heroínas, quienes ahora ya pueden encontrar referentes femeninos -y azulgranas- en la televisión o en nuestro día, mientras el Barça mira a Europa con entusiasmo y sin miedo.
Autor: Jesus Burgos
Fotografía: FC Barcelona