Partido de ida de las semifinales de la Champions a la que nuevamente llegaba el Olympique, siempre fiel a su cita, y un Chelsea que igualaba el resultado del año pasado donde también accedió a semifinales siendo eliminado por quien acabaría siendo subcampeón el Wolfsburgo. Las inglesas afrontaban el partido conocedoras que el año que viene solo podrían volver a la Champions si consiguen llevarse el título puesto que en el campeonato doméstico ya no tienen posibilidad para clasificarse.
Aunque el Olympique es un equipo muy ofensivo que normalmente aplasta a sus rivales muy pronto y a partir de entonces va minando su moral, enfrente tenían a un Chelsea, no solo acostumbrado a estas situaciones, sino que además es un equipo muy sólido que difícilmente se descompone incluso frente a resultados en contra. Con esa situación a priori, empezó el partido con un Olympique que, como siempre, desde el principio quería acorralar a su rival en su campo, buscando que la calidad de sus jugadoras de tres cuartos en adelante le permitieran adelantarse en el marcador.
Por su parte, las inglesas planteaban un partido en el que buscaban arrebatarle el balón a las francesas a la mínima oportunidad que éstas le dieran, intentando evitar, además, que pudieran llegar de forma clara a los dominios de Berger. Para ello la presión sobre la salida de las francesas evitaba que éstas pudieran enlazar fácilmente con el centro del campo, cosa que hacía que sus jugadoras de ataque tuviesen que venir a recibir demasiado lejos del marco inglés, con lo que los muchos metros por recorrer reducían las posibilidades de éxito.
Los primeros minutos nos mostraron las intenciones de ambos equipos y que las inglesas no se iban a echar atrás, ya que pretendían generar sus ocasiones para intentar, como habían conseguido hasta ahora en todos los partidos de Champions disputados, lograr al menos un gol en cada partido. Llegaba el minuto 18 y una gran internada hasta la línea de fondo de Bronze permitía a Hegerberg poner a prueba a Berger que reaccionaba perfectamente al disparo casi a bocajarro de la noruega, acabando el balón en la esquina. La respuesta, no tanto en ocasión de gol pero si para meter en apuros a la defensa francesa, vino de su máxima goleadora Kirby quien controló un par de balones cerca del área y superó a sus defensoras con gran calidad, si bien no encontró finalmente las rematadoras para conseguir adelantarse en el marcador.
Antes de la media hora era el Lyon quien golpeaba primero. En un desplazamiento largo de Fishlock mal defendido por la defensa inglesa, Cascarino recogía el balón, fintaba y regateaba a su defensora y en un centro chut que buscaba portería, o a Hegerberg entrando de segunda línea, el balón era desviado por Ericsson hacia su propia portería no pudiendo hacer nada Berger quien ya se veía con el balón entre sus guantes. Antes de eso, como ya paso en la anterior ronda, una mano de Renard dentro del área del Lyon a centro de Bachmann llevaba a las protestas de las inglesas, si bien la colegiada no había apreciado mano, o al menos no su voluntariedad. Jugada que hubiese podido dar otro signo al partido.
La coreana Ji movía bien a sus compañeras encima del verde, dando a veces la pausa necesaria y en otras dando mayor velocidad a las salidas en transición de las pupilas de Emma Hayes, haciendo que el Lyon, a pesar de ir delante en el electrónico, no se sintiera tan cómodo como en otras ocasiones. Las pupilas de Pedros intentaban dejar resuelto el partido antes del descanso, y por ello buscaban constantemente a su referencia en ataque cual faro en el horizonte marcase un poco el camino a seguir en busca del marco contrario. Las apariciones de la jugadora asiática siempre generaban peligro, incluso a veces sólo con su presencia que en el minuto 37 había conseguido generar un córner de la nada. El centro desde la esquina por parte de Marozsan era peinado por Henry, si bien era desviado al mismo tiempo y nuevamente hacia su portería por parte de Andersson suponiendo el segundo gol de las francesas.
Las pupilas de Hayes necesitaban levantarse lo antes posible y casi de inmediato tuvieron la primera gran ocasión de gol en el minuto 39 con un centro desde el lado derecho del ataque que sólo era palmeado por Bouhaddi, pero que el rechace no era aprovechado por Carney, cuyo disparo se topaba con el cuerpo de M’Bock.
Y cuando moría la primera parte llegaría la gran ocasión para las inglesas de acercarse en el marcador. Era el minuto 45 cuando Bachmann hacía un regate dentro del área al que ingenuamente reaccionaba Henry, quien rozaba el pie de la inglesa que acababa en el suelo pitando penalti la colegiada del encuentro. La responsabilidad cayó sobre Kirby que desaprovechaba la ocasión chutando por el medio de la portería de la que sólo se había movido ligeramente Bouhaddi, quien se había adelantado un poco y había intuido que el disparo sería centrado. Con ello se llegaba al descanso con lo que podía ser un gran jarro de agua fría para las londinenses.
El segundo tiempo se iniciaba con una gran ocasión para Mjelde, que se plantaba sola frente a Bouhaddi pero que disparaba al muñeco en lugar de colocar el balón y se encontraba con una acertadísima Bouhaddi que se estaba convirtiendo en la salvadora de las francesas. Reaccionaban las locales con una llegada de Cascarino que se encontraba con los guantes de Berger, nuevamente bien situada para evitar el tercero de las francesas. Acto seguido sería Hegerberg quien dispararía cerca del marco visitante sin incidencia para el electrónico. Siguiendo con un cierto asedio de ocasiones en el 57 sería Le Sommer quien intentaría sorprender a Berger por el palo corto, encontrando de nuevo el ataque francés los acertados guantes de la cancerbera alemana.
En los minutos siguientes, las francesas siguieron intentando ampliar su ventaja en el marcador que diera lugar a cerrar la eliminatoria ya en el partido de ida. Sin embargo, un centro al área de Ji era bajado perfectamente con la cabeza por England, que se la dejaba a Cuthbert quien, con una volea llena de calidad, perforaba las mallas de las francesas sorprendidas por el disparo de calidad ante el que nada había podido hacer Bouhaddi.
Rápidamente intentaron reaccionar las francesas con un disparo de falta de Bacha bien atajado por Berger. En los últimos 15 minutos un Lyon volcado en ataque buscaba ampliar diferencias, si bien sólo tuvieron un par de ocasiones para conseguir el tercer gol, la más clara de ellas fruto de un error en la salida de balón de Ji que realizó un pase sin tensión al que tuvo que reaccionar Berger para evitar el remate de las francesas, a consecuencia de ello y con el marco desguarnecido, Cascarino intentó aprovechar la ocasión malogrando la misma ya que su disparo se marchó muy desviado de la meta vacía de Berger. Finalmente, sólo destacar un disparo de Le Sommer, a las manos de la cancerbera visitante, y un remate de M’Bock, cuyo rechace lo recogió Henry que se la cedió a Majri quien no consigue encontrar el marco de Berger al ser interceptado su disparo por la defensa visitante.
Por parte inglesa destacar, en el minuto 81, un disparo de la atacante de refresco England que pasó cerca del poste sin conseguir el premio del gol.
La vuelta en feudo inglés se presenta apasionante, con unas inglesas que ya han demostrado que no se arrugan frente al campeón francés y que quieren conseguir plaza directa para la final, enfrente el equipo francés de Pedros que deberá mostrar su mejor imagen para no verse apeado de una cita en la final que no se pierde desde hace 4 ediciones.
Alineaciones
Olympique de Lyon: Bouhaddi, Bronze, M’Bock, Renard, Bacha, Henry, Marozsan, Fishlock (Kumagai 80’), Cascarino (Majri 83’), Hegerberg y Le Sommer.
Chelsea: Berger, Mjelde, Bright, Ericsson, Andersson, Cuthbert, Ingle, Ji (Spence 91’), Carney, Kirby (England 68’) y Bachmann (Engman 77’).
Colegiada: Katalin Kulcsar (Hun)
Asistentes: Katalin Torok (Hun) y Katrin Rafalski (Ger).
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Lorena Peña