Ninguna otra comunidad autónoma, aparte de Madrid, tiene cuatro equipos en Primera División. Y entre esos cuatro, solo uno no está bajo el paraguas de un gran club masculino. Hablamos del Madrid Club de Fútbol Femenino, un «pequeño» de 11 años de historia que planta cara a «los mayores» en Primera, como también hacen EDF Logroño, UD Granadilla, Sporting de Huelva y, desde septiembre, Santa Teresa, los únicos cinco clubes «independientes».
¿Y de dónde salió el Madrid? De Hortaleza, uno de los 21 distritos de la capital del Estado, independiente hasta 1949 y unido a Madrid a partir de esa fecha. En el Luis Aragonés, el polideportivo del barrio, se empezó a fraguar lo que ahora es un equipo de Primera y con mucha intención de seguir siéndolo.
Jugar al fútbol, siendo niña, en Madrid capital, no era sencillo a finales de la década pasada. Y aquí aparece la figura de Alfredo Ulloa, empresario, dueño de una cadena de ópticas, que vio cómo su hija, Paola, no podía jugar en el Real Madrid… porque no existía. Y en algo que podría parecer una bilbainada, ni corto ni perezoso, fundó un club. En 2010 se sembró la semilla de un equipo que empezó desde abajo, en Primera Regional, y que en siete años se plantó en Primera División.
Orígenes en las ligas madrileñas
En la temporada 2010-11 arrancaba la aventura del Madrid CFF en la categoría más baja existente, una Primera Regional madrileña en la que acabó quinto su primera temporada, en el grupo 1. El debut oficial del equipo no fue precisamente bueno, pero al menos fue en casa. El Luis Aragonés abrió sus puertas el 26 de septiembre de 2010, a las cinco de la tarde, para un Madrid CFF – Unión Alcobendas en el que la victoria fue para las alcobendenses por 1-4.
Pero solo una semana después las tornas cambiaron y el Madrid goleó a la AD Simancas por 1-7 a domicilio, arrancando del todo una temporada que concluyeron con 7 victorias, 1 empate y 4 derrotas que le valieron una quinta plaza a 24 unidades del campeón, la UD Tres Cantos, equipo que ahora tenemos en Primera Nacional.
La temporada siguiente, la 2011-12, fue distinta para el club hortalino. De nuevo en el grupo 1 de Primera Regional, el Madrid CFF arrasó con todo. 87 puntos de 90 posibles, 271 goles a favor y 20 en contra y goleadas como el 26-0 que vio el Luis Aragonés en la jornada 2 en el duelo ante la SAD Espartales Sur. La única derrota del año llegó en el partido de la 15.ª jornada en casa del Atlético de Madrid D (sí, el cuarto equipo, tercer filial), con un ajustado y vibrante 4-3 para las del Cerro del Espino. Evidentemente, el ascenso a Preferente madrileña estaba asegurado.
Muchas veces se habla de que el Madrid CFF tiene como máxima rivalidad al CD Tacón, e indudablemente es cierto mirando las temporadas en las que compartieron grupo en Segunda División. Pero previamente, la rivalidad del club de Alfredo Ulloa había sido especialmente frente a los diferentes filiales del Atlético de Madrid. Y si en Primera Regional hablábamos del Atleti D, en la temporada 2012-13, en Preferente, fue con el Atleti C.
Solo un punto separó al Madrid de las colchoneras en su única temporada en Preferente, y es que pese al segundo puesto en la clasificación, lograron el ascenso a Segunda División. Una velocidad fulgurante, con dos ascensos en tres años, y unos números que volvieron a ser imparables. Solo el propio Atleti C y la AD Torrejón pudieron superar al Madrid, que acabó el curso con 28 victorias, 4 empates y las citadas 2 derrotas, con un golaveraje de +163.
Asentadas en Segunda
La temporada 2013-14 llegó con novedades: además del ascenso al grupo 5 de Segunda División, se creaba el primer filial sénior del equipo, que competiría, lógicamente, en Primera Regional. ¿Te suenan nombres como Yasmin Mrabet o Aída Escobar? Las dos jugaron aquel año con el B. La primera es ahora una de las capitanas del primer equipo. La segunda, indiscutible en el Seagull de Reto Iberdrola. El Madrid CFF B acabó aquel año de debut con un palmarés casi inmaculado: 33 victorias y un solo empate, con un 0-26 al Atlético Algete como mejor resultado, emulando aquel 26-0 del año de debut del primer equipo.
¿Y cómo fue el debut de la 2013-14 para el primer equipo, en Segunda? Bueno, muy bueno. Solo tres puntos separaron al equipo blanco de disputar su primer play off de ascenso a Primera, logrando la tercera posición tras el Rayo B —que obviamente no podía pelear el ascenso— y La Solana. Nuevamente, el Madrid arrasó las porterías rivales: 128 goles y un 21-0 al Águilas Moratalaz en la última jornada. También fue este el año, por ejemplo, en el que las infantiles debutaron en una liga «masculina»… hazaña que se ha completado esta misma temporada, cuando el infantil ha logrado subir a Preferente masculina, categoría inédita hasta la fecha para un equipo exclusivamente femenino. Y el infantil B debutará en Primera de la categoría.
El objetivo estaba claro: subir a Liga Iberdrola. Era evidente que ya no valía otra cosa y en la 2014-15 ya era uno de los máximos favoritos para lograr el ascenso. La temporada regular fue prácticamente inmejorable y con 22 victorias, 3 empates y 1 derrota (ante un histórico, el Dínamo Guadalajara) se clasificaron para las eliminatorias de ascenso a la máxima categoría del España… menos de cinco años después de la fundación del club. No hubo suerte en aquella ocasión: la potente Oiartzun Kirol Elkartea les superó y logró la subida de categoría. También fue el primer año del filial en Preferente, acabando segundo a solo 5 puntos de, quién si no, el Atlético de Madrid C.
No fue mal año tampoco para las categorías inferiores: el juvenil ganó la liga regular y, también, la final del campeonato frente al Atlético de Madrid por 1-3 en el Ernesto Cotorruelo. ¿Nombres que nos suenen? Aída Escobar y Yasmin Mrabet, que alternaban juvenil, filial y primer equipo… pero también Paula Herrero o Leire Peña —ahora en el Atlético B—, Belén Peralta —reciente fichaje del Pozuelo—, Lucía Suárez —en el Tacón— o la perla zurda a la que hay muchas ganas de volver a ver brillar: Irene López. Pilar Barrio —jugadora actualmente del filial, aunque está en Estados Unidos estudiando—, la propia Belén Peralta y la actual capitana del Atleti B, Ana Fernández (uno «correcto» y uno en propia), fueron las autoras de los goles de aquella final.
En la 2015-16, claro está, el objetivo volvía a ser el mismo. Y con una plantilla brillante pese a la baja de Estela Fernández (ficharon a Maca Portales, siguieron jugadoras como Paola Ulloa, Alba Mellado, Laura Domínguez —estas cinco están ahora en el Madrid de primera—, Lorena Navarro, Carol Hernández o Lucía Rodríguez), el objetivo de ganar la liga no se consiguió (lo logró un Atlético B), pero lógicamente la plaza de play off fue para las de Hortaleza. El escollo fue en esta ocasión la UD Tacuense, que eliminó al equipo dirigido por Alejandro López, logrando un ascenso que solo duró un año.
El filial fue esta vez cuarto en Preferente, mientras que el juvenil volvió a proclamarse campeón de Madrid ante el Atlético, por 4-1, en un partido en el que se vieron de blanco a nombres como Silvia Chíes —actual portera del B— o Silvia Rubio —capitana del primer equipo—. Mirando más hacia abajo, el equipo benjamín logró entonces el ascenso a Preferente.
El sueño del ascenso tenía que cumplirse en la 2016-17. El duelo con el Tacón fue permanente toda la temporada, pero el Madrid se aseguró a tres jornadas del final de la liga su presencia en la liguilla de ascenso a Primera División. El Seagull y el Sporting Plaza de Argel fueron los rivales y el 4 de junio de 2017, a las dos de la tarde, el Madrid Club de Fútbol Femenino ya podía decir que era equipo de Liga Iberdrola, cerrando el play off con un 2-2 en Alicante en el que Alba Mellado, autora de ambos tantos blancos, fue vital. Patri Mascaró (2), Mabel Okoye y Marta Carro habían sido las goleadoras en el encuentro disputado en Madrid, que acabó con un 4-0 para las de Hortaleza, que en aquella ocasión «invadieron» Moratalaz.
Ante tamaño éxito, parece menor lo que venía por abajo, pero no lo era: el ascenso del primer equipo implicaba que el filial, campeón de liga en Preferente, ascendía a Segunda División.
Altibajos en Primera
El resto ya es historia y todos la conocemos. El Madrid llegó en la 2017-18 a la Liga Iberdrola estrenando campo, el José Luis de la Hoz-Matapiñonera de San Sebastián de los Reyes, casa permanente de la UD Sanse de Segunda B masculina. El club se reforzó con nombres como Ona Batlle, Laura del Río, Alexandra López o Paula Serrano dispuesto a pasar una primera temporada en Primera sin sufrimiento. Y desde luego, sufrimiento para mantener la categoría no hubo, al menos en exceso. En la última jornada se escapó en Vallecas el octavo puesto, que habría dado acceso a la Copa de la Reina, pero el equipo pudo disfrutar ese año de momentos como el primer partido de fútbol femenino en el Estadio Metropolitano, en el que además le arrebataron un punto al Atlético de Madrid en un 2-2 en el que Jade Boho fue la autora de ambos tantos.
La plantilla se renovó mucho para la 2018-19, con bajas sonadas pero con altas ya conocidas: volvían al club Estela Fernández y Laura Domínguez. Y bendita Estela. La ex del Rayo estuvo imparable en la segunda mitad de temporada, y es que este año sí hubo sufrimiento, y no poco, para permanecer en Liga Iberdrola. Sus tantos en la penúltima jornada ante el Levante y en la última ante el Athletic Club son historia de un Madrid que no quería volverse a ver en una situación así. En Copa de la Reina, Matapiñonera vio la eliminación del Fundación Albacete en octavos… y el descalabro ante el Barcelona en cuartos en un partido de muchísimo nivel, bajo la lluvia, de noche, en invierno… del que muchos conservamos como gran recuerdo el catarro de los días siguientes. Ya casi en verano, el club se hacía con el título de LaLiga Promises, torneo organizado por LaLiga para infantiles en el que todos los grandes equipos del país se midieron las caras.
En la recientemente finalizada 2019-20 hubo fichajes de calidad que dieron un enorme éxito en las primeras jornadas, pero las lesiones pasaron factura. Mônica Hickmann, Itzi Pinillos, la capitana Alexandra López, Chidinma Okeke, Sara Tui… Todos estos son nombres que prometían una temporada plácida pero que tuvieron que ir pasando por la enfermería, sacándose en ella el «pase VIP» que les tuvo hasta final de temporada allí. Para suplirlas y en una situación peligrosa, al borde del descenso, el club contrató en el mercado de invierno talento extranjero, con el retorno de Geyse Ferreira (fichaje de invierno en el primer año en Primera) como pieza clave. Gracias a esto, volvieron los triunfos a Sanse e incluso eliminaron en octavos de Copa a la Real Sociedad, vigente campeona, pero los cuartos volvieron a ser la barrera insuperable, esta vez ante el Sevilla.
Y por primera vez, el segundo filial del club logró el ascenso a Primera Nacional, ahora tercera categoría del país, por lo que el Madrid CFF tendrá la temporada que viene equipo en Primera Iberdrola, en Reto Iberdrola y en Primera Nacional, algo que solo tres clubes tenían hasta la fecha: Atlético de Madrid, Levante UD (que además tiene a su cuarto equipo en Valenta, la máxima categoría regional) y Valencia CF.
Autor: Marcos Marín
Fotografía: Madrid CFF