La FA Cup se viste de blue y las del Chelsea se llevan el cuadruplete de la temporada 2020-21 en una tarde histórica en el estadio de Wembley.
Póker de premios para las de Emma Hayes: Community Shield, Conti Cup, liga y FA Cup. Los trofeos ingleses de la pasada temporada lucen todos el azul del sur de Londres. Las blues firman con esta victoria frente al eterno rival una temporada perfecta a nivel doméstico.
El Arsenal de Eidevall esta vez no fue rival para las blues, que hicieron uno de los mejores partidos que se recuerdan en una final de la FA Cup.
Una final muy especial
La de hoy no era una final cualquiera. No sólo se conmemoraba la 50ª edición de la FA Cup, sino que también se jugaba en una fecha muy especial.
Corría un 5 de diciembre del año 1921 cuando la FA inglesa prohibía la celebración de partidos de fútbol femenino. Comenzaba el infame periodo de 50 años durante los cuales las mujeres tuvieron prohibido por ley practicar el deporte rey de manera profesional, en campos de fútbol, y mucho menos, lucrarse con dicha actividad.
¿La excusa? La práctica del fútbol se desaconsejaba para las mujeres, que podrían sufrir secuelas físicas, incluso quedar estériles, entre mil y una excusas peregrinas.
Cinco décadas en las que un deporte que, no sólo estaba en auge por aquel entonces, sino que había desplazado al fútbol masculino en más de una ocasión, quedaba relegado al ostracismo más absoluto en la pérfida Albión.
Si la FA, el máximo organismo relacionado con el fútbol, desaconsejaba la práctica del deporte a las mujeres, ¿por qué molestarse en ir a verlo o alentar a las mujeres a practicarlo?
Las mujeres que practicaban nuestro amado deporte se vieron obligadas a encontrar lugares de lo más inverosímil para poder jugar, casi en la clandestinidad. Equipos que antes llenaban estadios con hasta 53000 espectadores se veían relegadas a practicar el deporte que amaban en parques, cambiando los vestuarios por estanques para acicalarse después de los partidos.
La fiesta del fútbol estaba a punto de comenzar
Pero, volvamos al presente. Cien años han pasado desde ese día infame, y qué mejor manera de recordarlo que celebrar una de las finales más esperadas del fútbol inglés un 5 de diciembre.
De la prohibición pasamos al festejo, con desfiles, actuaciones musicales y un sinfín de actividades para los aficionados que fueron a Wembley a animar a su equipo.
Del olvido más absoluto, a emitir la final por el primer canal de la BBC, a la par que era retransmitido en prácticamente todo el mundo por los canales de deportes más punteros de cada país.
Londres se teñiría de rojo o de azul al final del partido, pero sin duda alguna, los aficionados y los equipos que jugaron en Wembley fueron los verdaderos protagonistas de una auténtica fiesta del fútbol.
Fiesta que no se olvidó de absolutamente nadie. Entre los festejos destacó un homenaje minutos antes de que Ella Henderson saliese a cantar el “God Save The Queen”.
Jugadoras históricas, que participaron en esta misma final años atrás y que ya forman parte de la historia del fútbol inglés, recibieron el aplauso de la gente de Wembley.
Las históricas de la FA Cup dieron paso al presente, no sólo de la competición, sino del fútbol femenino mundial. Las jugadoras que antes compaginaban el fútbol con otros quehaceres dieron paso a esta generación de futbolistas que ya puede vivir de lo que aman: practicar el fútbol.
ARSENAL 0 – CHELSEA 3
Once casi de gala para el Arsenal, que debido a la lesión de Leah Williamson se veía obligado a reemplazar a una de sus jugadoras diferenciales de esta temporada por Lotte Wubben-Moy.
Al igual que lucía de gala la formación inicial que sacaba el Chelsea, que apenas movía una ficha, sentando a Ji para sacar a Sophie Ingle.
En previsión de un partido escaso de posesión para las blues, Hayes sacaba a la galesa en detrimento de la surcoreana, mucho más necesitada de balón para poder desplegar su buen juego sobre el tapete. El resultado final le dio la razón a la técnica londinense.
Decir que el Arsenal sufrió durante 90 minutos es quedarse corto. Lejos del conjunto arrollador que llevamos viendo en lo que llevamos de temporada en la FA WSL y la UWCL, las gunners fueron como pollo sin cabeza durante todo el encuentro.
Planteamiento muy pobre el de Eidevall, que no supo por dónde le estaba cayendo el repaso del cuadro blues.
Wembley se tiñó de azul desde el comienzo
Si la FA Cup este año se viste de blue es por el buen hacer de las del sur de Londres. Todo les salió a pedir de boca a las del Chelsea, que se adelantaban al poco de arrancar el encuentro.
Fran Kirby, que sigue deslumbrando con luz propia partido tras partido, subía el primero al marcador. Frida Maanum trataba de despejar un balón, dejándoselo prácticamente en bandeja a la menuda inglesa, que arrancaba y dejaba atrás hasta a cuatro jugadoras del Arsenal.
Maritz y Wubben-Moy eran incapaces de alcanzar a la jugadora del Chelsea, que se hacía con el balón en el punto de penalti para batir a Manuela Zinsberger. La zona de los supporters blues en Wembley estallaba en júbilo.
Zinsberger fue la gran protagonista del primer tiempo, así como la mejor jugadora de las gunners durante todo el encuentro. Si el Chelsea no se fue al descanso con un marcador mucho más abultado fue gracias a las intervenciones de la guardameta austriaca.
La propia Kirby y Sam Kerr se encargaron de poner a prueba los reflejos de la buena de Zinsberger en varias ocasiones. El palo y el travesaño también estuvieron de parte del Arsenal en esta primera mitad, negándoles el segundo gol a las del Chelsea en un par de ocasiones.
Mucha posesión no implica buen juego
Las gunners tuvieron la posesión del balón durante prácticamente todo el encuentro, pero de todos es sabido que las estadísticas no ganan partidos. De nada sirve un global del 64% en posesión (68% en la primera parte) si no eres capaz de poner un lanzamiento entre los tres palos en todo el encuentro (cuatro intentos en cada parte, ninguno le dio un solo quebradero de cabeza a Ann-Katrin Berger).
La defensa y el medio campo de las blues tuvo mucho que ver en este aspecto. Con todas las jugadoras (incluso las delanteras) participando en la defensa de su equipo, las gunners veían una y otra vez frustrados sus conatos de llegada al área rival.
Jess Carter, Erin Cuthbert y Millie Bright jugaron un papel diferencial en defensa, anulando al temido ataque de Mead y Miedema, completamente desaparecidas durante el encuentro. Apenas llegaba el balón a los pies de alguna de ellas, las blues se encargaban de echar el cerrojo y llevarse el balón lejos de los pies de sus vecinas del norte de Londres.
Cuthbert, que está siendo una de las piezas fuertes en este Chelsea, fue una de las jugadoras más solventes para Emma Hayes en esta final.
Las de Eidevall, mientras tanto, sufrían de lo lindo tratando de hilar alguna jugada que les saliese bien. Nada que ver con el Arsenal que se llevó los tres puntos frente al Chelsea en el partido de la primera jornada de la FA WSL.
Irreconocible este Arsenal
Mientras el Arsenal se afanaba en retener el balón, el Chelsea jugaba a la presión y a forzar el error, supliendo esa falta de posesión con su potente contra. La defensa gunner sufría de lo lindo por parar a las atacantes blues, que se plantaban frente a Zinsberger sin ningún tipo de pudor.
El Arsenal buscaba calmar el juego, algo que les favoreciese, mientras que el Chelsea se mostraba mucho más efectivo con ese ritmo. Todos sus pases eran correctos, llegando siempre al sitio correcto. Reiten entraba como Pedro por su casa por su banda, sin apenas resistencia y las defensas se veían sobrepasadas en velocidad por Kerr y Kirby.
Kerr se iba con total impunidad de Wubben-Moy. Algunos desde la grada pedían penalti por el contacto entre ambas jugadoras viendo a Kerr trastabillear, pero en la repetición no se apreciaba nada.
Minutos más tarde se pediría penalti en el área contraria por un balón que contactó en la mano de apoyo de Cuthbert. Ni uno ni otro se pitó, correcta la colegiada en ambas decisiones, pero la polémica siempre queda ahí.
Las gunners respiraban aliviadas al llegar al descanso. De no ser por Manu Zinsberger, podrían estar con un marcador mucho más desfavorable.
El descanso no sirvió para nada
Ya en el segundo tiempo, la historia tenía todas las papeletas para repetirse.
Kerr la estrellaba de nuevo contra el travesaño, para desesperación de ambas aficiones. Los gooners, porque veían que su equipo no ponía remedio a los evidentes errores de la primera parte, los blues porque tenían la sensación de que se estaba fallando demasiado contra un Arsenal que podía revertir las tornas en cualquier momento.
Algo no encajaba en el Arsenal, y Eidevall no era capaz de dar con la tecla. McCabe por la derecha… Mead por la izquierda, cuando su posición natural es la opuesta…
Demasiados pases errados, demasiadas decisiones precipitadas nos mostraban una cara desconocida de las del norte de Londres. Seguían teniendo la posesión, pero el Chelsea estaba haciéndoles mucho daño a la contra.
El segundo gol del Chelsea no hizo más que evidenciar lo que todos estábamos viendo: el Arsenal no era capaz de aguantar los envites del rival.
La combinación letal, las Kerrby, volvía a hacer de las suyas. Kirby ponía un pase al hueco, larguísimo, desde su área. Kerr dejaba una vez más en evidencia a Wubben-Moy, ganándola en velocidad primero y después haciéndole un caño para anotar su primer tanto de la velada.
Manu Zinsberger, que hasta el momento había estado muy acertada, no supo reaccionar al disparo poco ortodoxo de la delantera australiana, y ese error hizo que las blues aumentasen su diferencia en el marcador.
Los cambios en el Arsenal, poco efectivos
Entraba Foord por Beattie en el Arsenal y el dibujo cambiaba. Catley pasaba a posición central, McCabe a la izquierda y Foord al lateral derecho. La cosa no mejoró para las gunners hasta que entró Iwabuchi, pero ya era demasiado tarde.
El tercero estaba al caer. De nuevo Kerr, de nuevo un pase largo en profunidad. La australiana anotaba uno de los mejores goles de la historia de la FA Cup. Una vaselina que no se nos olvidará en mucho tiempo y una celebración que tampoco será fácil de olvidar.
Las blues se sabían ganadoras y Wembley así se lo hacía notar.
Muchos dirán que el planteamiento del Arsenal fue pobre en el centro del campo, que se notaba la ausencia de Williamson, que por qué Eidevall no metió a Nobbs. La verdad es que viendo el planteamiento de Hayes, poco podría haber cambiado. El Chelsea saturaba el centro del campo, desafiando a las gunners a pasar entre sus líneas.
Cuando lograban hacerlo, Wälti perdía el balón a la primera de cambio. El Chelsea forzaba una y otra vez los errores y el Arsenal no era capaz de enmendarlos metiendo profundidad por unas bandas desiertas.
El Arsenal era un manojo de nervios, mientras que el Chelsea se mostró implacable. La FA Cup se viste de blue merecidamente.
Gatos negros y cruce de puyitas
Decía Jonas Eidevall en la rueda de prensa previa al partido que su única superstición eran los gatos negros. Bromeaba que, con todo el dinero que tiene el Chelsea, seguramente Emma Hayes compraría un montón de gatos negros para que se los cruzase de camino a Wembley.
No sabemos si el técnico sueco se cruzó finalmente con algún minino o no, pero está claro que las palabras de Eidevall no le hicieron mucha gracia a la inglesa. En la rueda de prensa posterior al encuentro, tras preguntarle por sus impresiones, Hayes comentó mirando a cámara que el tercer gol la había hecho ronronear.
Se cumplían cien años de la prohibición del fútbol femenino en tierras inglesas, pero la flema británica es algo que jamás pasará de moda.
La FA Cup se viste de blue por tercera vez en su historia, la tercera para Emma Hayes. Se convierte así en la entrenadora que más trofeos ha ganado en la competición inglesa. Primera vez en la historia que el equipo se alza con todos los trofeos a nivel doméstico, algo que sus compañeros del primer equipo masculino nunca han logrado.
Todo ello, además, sin encajar un solo gol en toda la competición. Ann-Katrin Berger se lleva a casa el honor de ser la primera guardameta en no encajar un solo gol del Arsenal esta temporada. Las blues siguen haciendo historia.
Pure class, @SamKerr1! ⭐️#CFCW #WomensFACupFinal
— Chelsea FC Women (@ChelseaFCW) December 5, 2021
FICHA DEL PARTIDO
Arsenal: Zinsberger (P), Maritz, Wubben-Moy (Boye Sorensen, min. 87), Beattie (Foord, min. 70), Catley, Wälti (Iwabuchi, min. 61), Maanum (Parris, min. 80), Little (C), McCabe, Miedema y Mead.
Entrenador: Jonas Eidevall.
Chelsea: Berger (P), Bright, Ingle (Nouwen, min. 90+4), Carter, Leupolz (Ji, min. 86), Reiten (Spence, min. 87), Kirby (Harder, min. 74), Eriksson (C), Fleming, Kerr (England, min. 86) y Cuthbert.
Entrenadora: Emma Hayes.
Goles: 0-1 Kirby (min. 3), 0-2 Kerr (min. 57) y 0-3 Kerr (min. 77).
Árbitra: Helen Conley.
Partido disputado en Wembley Stadium (Londres).
Asistencia: 40942 personas.
Incidencias: Tarjeta amarilla a Mead (Arsenal, min. 8), tarjeta amarilla a Cuthbert (Chelsea, min. 45), tarjeta amarilla a McCabe (Arsenal, min. 66) y tarjeta amarilla a Parris (Arsenal, min. 80).
Premio «Player of the Match»: Sam Kerr.
Autora: Marga Martín
Fotografía: Chelsea FC Women