White en el minuto setenta y cuatro finiquitó el sueño nipón. Las locales acariciaban el empate, el segundo en la competición, y que sin duda las colocaría en una posición inmejorable para dar el salto al siguiente nivel, pero la depredadora británica no estaba por la labor de colaborar y cuando el final del choque ya se vislumbraba en el horizonte del país del sol naciente, consiguió el tanto que daba la victoria y por tanto los tres puntos al país de los Beatles.
El tedio reinó en la primera parte
El balón comenzó rodando con timidez, con mucha precaución, tanto las unas como las otras deseaban ganar, pero ante todo no querían cometer un error que las condujera a la derrota. Con estos alicientes el fútbol torna a ser tedioso. El verbo arriesgar no era conjugado ni en japonés ni en inglés, y así no hay manera. Al juego de posesión nipón le faltaba pimienta, el británico adolecía de la misma carencia. No era posible, y cuando el silbido puso fin a la primera mitad, algunos se despertaron del dulce sopor que nos regalaron las protagonistas del evento, el intermedio fue acogido con regocijo.
Segunda mitad diferente
En el vestuario británico las palabras debieron ser dichas en mayúsculas porque las jugadoras saltaron al verde con otra actitud, la iniciativa y la clara intención de perforar las redes rivales se hacían patentes en cada acción. Las japonesas no se inmutaron por el despliegue de fuerza, continuaron a lo suyo dando por muy bueno el empate, con la malévola idea de que el partido definitivo sería el siguiente, en principio el más asequible, y plantarse en él con dos puntos no era una cuestión baladí.
Las de las islas, las de Europa, eran conscientes que batir a las de las islas, las de Asia, las colocaba en la siguiente etapa del recorrido olímpico. Por tal motivo no cesaron ni aflojaron sus esfuerzos. En el epílogo llegaron los frutos, Gran Bretaña encontró a su killer, y esta la senda del gol. El trabajo estaba hecho, pero no concluido, restaban dieciséis minutos más el alargue.
Cuando Japón quiso, no pudo
Ahora si, no quedaba otra, las niponas se enfundaron el traje ofensivo y cual kamikazes se lanzaron a por la portería de Roebuck. A pesar de la exigencia, el conjunto europeo no mostró debilidad, unas veces la cancerbera, otras las defensas, consiguieron que la necesidad japonesa no se tradujera en el empate deseado.
Gran Bretaña conquista el billete para la siguiente estación, gracias a sus dos victorias en los dos partidos jugados. Japón tiene una auténtica final en unos días.
FICHA TÉCNICA
Japón: Yamashita, Minami, Kumagai, Shimizu, Shiokoshi (Momiki 56´), Sugita, Nakajima (Iwabuchi 81´), Hasegawa, Hayashi (Miura 68´) y Tanaka (Endo 68´).
Gran Bretaña: Roebuck, Houghton, Stokes, Bronze, Williamson, Ingle (Weir 59´), Walsh, Little (Scott 88´), Hemp (Stanway 89´), Parris (Daly 76´) y White.
Goles: 0-1 White 74´.
Colegiada: Anastasia Pustovoytova (Rus).
Asistentes: Ekaterina Kurochkina (Rus) y Sanja Rodak (Cro).
Cuarta colegiada: Ndidi Magu (Nga).
Tarjetas amarillas: Hayashi 30´y Yamashita 79´.
Autor: Emilio Mahugo
Foto principal: JPA
Foto interior: Lionesses