Ya lo dice el refranero, al que catalogan de sabio, que las penas con pan son menos. Esto aplicado al balompie vendría a ser algo así como: los partidos con goles son mucho mejores. Y no, no quiero decir que el encuentro que enfrentó al Atlético de Madrid y al Sporting de Huelva fuera malo y la enormidad de tantos lo endulzase. No, aunque obviamente a nadie se le escapa que la goleada abrillanta mucho, pero que mucho, lo sucedido sobre el tapiz del Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares.
A las cuatro de la tarde, con un verano que parece hojas de pino, inamovible en el calendario, eso, o es que el otoño tomó vacaciones, los aficionados a uno y otro equipo sufrieron el castigo del astro rey y presenciaron el primer rodar del esférico.
Desde el inicio se jugó a poker descubierto, nadie ocultaba nada. Las de rojiblanco rondando el área rival, intentando perforar la red. Pase largo con carrera para las delanteras, balón al hueco, apertura a banda, etc. Todo el catálogo futbolero en pos de conseguir el gol.
Las de blanco y azul, sin esa premura por oler la sangre enemiga, tapando huecos, acercando las líneas blancas lo más posible y, tal vez si la ocasión lo propiciaba, asustar a Gallardo, una cancerbera que esta tarde gozó de la bonanza atmosférica y no tuvo ningún sobresalto.
El primer gol transformó el partido
Después de varios intentos fallidos llegó el tanto, el más complicado, el inicial. Tras él, todo giró. Las chicas de la orilla del Manzanares fueron de menos a más, mutaron a otro nivel y poco a poco borraron al rival.
No solo eso, comenzaron a fabricar mejor fútbol, más fácil, más sencillo, más exquisito, más letal. Permítanme la burrada: «más mejor». Incluso con los cambios, el Atleti fue afianzándose.
El Sporting se asemejó a un juguete roto, disolviéndose como un azucarillo en la playa de Poniente, castigado al máximo. Si hubiera habido diez minutos más la goleada hubiese adquirido tintes epopéyicos.
En la vorágine futbolera surgió la figura, sería injusto no mencionarlo, de Ajibade. Marcó cuatro goles. Por primera vez, al menos a mí, me pareció una delantera de una solvencia máxima, capaz de definir con una tranquilidad pasmosa. De existir el Balón de Oro Instantáneo se lo hubiera otorgado sin ninguna duda.
El Sporting de Huelva regresa a casa con un serio correctivo, un varapalo importante. Serán días, los próximos, de reflexión. Y trabajo, mucho trabajo.
FICHA TÉCNICA
ATLÉTICO DE MADRID – Gallardo, Menayo (Majarín 71´), Cinta, Van Dongen (Xenia 78´), Moraza (Medina 71´), Maitane, Lundkvist, Sheila (Torrecilla 71´), Banini, Ajibade y Ludmila (Lucía Moral 78´).
ENTRENADOR – Óscar Fernández.
SPORTING DE HUELVA – Chelsea, Ojeda, Blacerzak, Kühn (Blasco 46´), Romero (Carrasco 63´), Edgren (Gey 74´), Castelló, Hmirova (Ballesté 46´), Lee, Hagman y López (De Teresa 74´).
ENTRENADOR – Antonio Toledo.
GOLES – 1-0 Ajibade 27´. 2-0 Ajibade 51´. 3-0 Ludmila (p.) 70´. 4-0 Ajibade 88´. 5-0 Ajibade 91´.
COLEGIADA – Beatriz Arregui.
AMONESTACIONES – Tarjeta marilla para Ludmila 23´.
Autor: Emilio Mahugo
Fotografía: Atlético de Madrid Femenino