Que transcurrimos por tiempos insólitos no queda ninguna duda, vivimos día a día y los planes, si es que existen, los hacemos a muy corto plazo; casi todo en nuestras vidas está patas arriba, como nunca sospechamos que pudiera ocurrir. El fútbol femenino no es ajeno a este tsunami en el que se ha convertido el mundo, con ello el Atlético de Madrid atraviesa unas jornadas oscuras, negras como la conciencia del más reincidente de los pecadores. Difícil ver la tabla clasificatoria y comprobar que las rojiblancas no están entre las dos primeras posiciones. Curioso comprobar que el Betis se presenta en el Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares con una de las estrellas que hasta hace un suspiro lucía en su pecho el escudo de la osa y el madroño. Para compensar esto, la central Van Dongen cambió este verano la orilla del Guadalquivir por la ribera del Manzanares. La eterna cuestión de los fichajes estivales.
El Atlético de Madrid no está para cuchufletas, probablemente sea los peores momentos de los últimos cuatro años. Si hace nada era un conjunto con una versatilidad en su juego al alcance de las diosas, lo que ocasionaba que fuera un equipo que atosigaba al contrario y lo sometía utilizando mil recursos diferentes, una escuadra que marcaba el ritmo, siempre el más apropiado a sus intereses, siempre peligroso. En estos días todo eso ha desaparecido, ahora mismo el Atleti es un conjunto que básicamente se sostiene en tres pilares, Aleixandri, auténtica emperatriz de la retaguardia; Meseguer, eterno timón y brújula; y Ludmila, amenaza constante para el rival. Las demás aparecen y desaparecen, 0frecen gotas de la calidad que tienen o atraviesan lagunas de inconsistencia. Lo peor de todo es que da la sensación de que cualquier conjunto puede complicarles la vida a poco que se lo propongan.
El caso es que la pelota comenzó a ser pateada en el verde y fue el Betis el que dio el primer susto, morrocotudo por adjetivarlo, vamos, de dimensiones mayúsculas, como la que produce recibir una factura inesperada; balón filtrado por el medio, jugadora verdiblanca que se adelanta a toda la defensa, tiro y buena parada de la arquera colchonera. Dos minutos de juego y las chicas del sur ya habían dejado claras sus intenciones. A partir de aquí el Atleti fue incapaz de proponer miedo a las defensoras visitantes, el color del medio campo local era gris monótono, donde Meseguer no daba abasto. A todo esto el Betis, manejando bien el esférico, distribuyendo con criterio, sin pasar agobios y apoderándose a poquitos de la inercia del juego.
Tenemos que trasladarnos a la media hora para presenciar la primera gran ocasión para las colchoneras, Santos muy cerca de la línea gol envía el balón a las nubes. Sí, media hora y primera clara ocasión de gol. No más preguntas señoría. En el otro lado del tapete, en una salida aparentemente sin problemas, Strom falla en la recepción, Rosa Márquez aprovecha el regalo con un lanzamiento maravilloso ajustado al poste y coloca a las verdiblancas por delante en el marcador. Merecido premio para quien mejor estaba jugando sus bazas. Si con el cero a cero las piernas atléticas tenían plomo, con el cero a uno parecía que se hacía de noche en el panorama rojiblanco. Entonces ocurrió lo mejor que le puede suceder a un conjunto que acaba de encajar, el Atleti en un ataque de ímpetu de Ludmila, vuelve a nivelar. Y no solo eso, sino que a renglón seguido en una jugada por banda, Strom centra, Ludmila cual Pelé o Messi deja pasar el balón y Knaak adelanta a las locales. Y no contentos con esto, un suspiro después llegamos al descanso. Y no, no acaba aquí todo, casi regresaban del vestuario cuando una arrancada de la ocho colchonera concluye con centro, rebote en una defensora y tercer gol para el luminoso. Todo esto en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos, de acuerdo que con el intervalo del paso por el vestuario, pero en un abrir y cerrar de ojos de tiempo efectivo.
A partir de aquí al Betis se le notó la pesada lápida del marcador y en el Atleti con el viento a favor afloraron las viejas virtudes y ofreció pinceladas de la escuadra que hasta hace bien poco era. Strom quiso purgar su error y consiguió el cuarto, dejando patente que el juego por las bandas es básico para abrir las defensas. Aún ante tanta adversidad el Betis no bajó los brazos, no obstante, el Atleti era ya otro rival, había crecido configurándose superior y dominador de la situación.
FICHA TÉCNICA
Atlético de Madrid: Pauline, Kazadi, Aleixandri, Van Dongen, Strom, Meseguer (Duggan 73´), Santos, Amanda, Knaak (Moore 61´), Deyna (Laurent 81´) y Ludmila (Elena 81´).
Entrenador Dani González
Real Betis: Méline, Dorine, Laura (Parra 82´), Ana (Perarnau 67´), Perea, Sosa, Márquez, Llamas, Nana, Otermín (Mari Paz 58´) y Aixa (Altuve 46´).
Entrenador: Pier Luigi Cherubino
Goles: 0-1 Márquez 39´. 1-1 Ludmila 42´. 2-1 Knaak 44´. 3-1 Ana p.p. 48´. 4-1 Strom 69´.
Colegiada: María Romero
Amonestaciones: Tarjeta amarilla para las jugadoras visitantes Ana 20´y Laura 28´.
Autor: Emilio Mahugo
Fotografías: Atlético de Madrid