El Miniestadi encumbraba el pasado domingo una jornada histórica. 12.764 aficionadas y aficionados se daban cita para en el feudo azulgrana para asistir a la vuelta de las semifinales de la UEFA Women’s Champions League. El FC Barcelona recibía al FC Bayern Munich con una ventaja mínima en el marcado. El reto de las culés, no era otro que intentar mantener el resultado o ampliarlo en la medida de lo posible. Todo un reto para las barcelonistas, pero con un objetivo claro: llegar a su primera final de Champions. Y así lo hicieron, las culés vencieron de nuevo por la mínima y estarán en Budapest.
Un paso más cerca de la final
El partido empezó con ambos conjuntos disputándose el control del balón. No obstante, las jugadoras de Thomas Wörle restaron un poco más a la expectativa, para observar como las locales planteaban el encuentro. En consecuencia, durante los primeros compases de juego, el balón no tubo un claro dominador e iba merodeando ambas áreas. Sin embargo, no se destacó ninguna acción clara de peligro, exceptuando un pase en profundidad de Leupolz a Damnjanovic, que solventó Sandra Paños con un gran salida, y un disparo des del interior del área, que encontró a la cancerbera azulgrana perfectamente colocada bajo el arco local.
Durante estos primeros minutos, la posesión fue azulgrana, pero esto no se traduciría en ocasiones. No obstante, en el minuto 18 Lieke Martens conseguía irse de su par y hacer la diagonal en la frontal del área para acabar disparando un chut interceptado por la cancerbera visitante. El partido fue subiendo de tono a medida que transcurrían los minutos: se palpaba la tensión sobre el césped del Miniestadi. Fruto de esto quizá el Barcelona se vio algo impreciso. La capitana, Vicky Losada, pedía calma en las transiciones para evitar esa pérdidas, a través de las cuales las germanas podían hacer daño.
En el minuto 31, a la salida de un córner llegó una jugada que podía haber cambiado el rumbo del partido: tras un córner, la capitana de las alemanas imprimió un chut que se estampó en el larguero. Esto hizo que las blaugrana acabaran de tomar conciencia del peligro de la visitantes e intentaron tranquilizar el un partido donde la mayoría de ocasiones parecían venir desde las esquina. No obstante, en el minuto 37, lo intentaban sin premio las locales desde la frontal con un disparo Hamraoui a pase, como en el gol del partido de ida, de Mariona.
Al filo del descanso llegaba la jugada que, a la postre, sería la sentencia única y definitiva de la eliminatoria. En la antítesis de lo que viene siendo el juego azulgrana, Andrea Pereira se sentía presionada en la salida de balón y lanzaba un balón en largo al espacio a Martens quien, llena de fe, le ganaba la partida a Lewandowski. La jugadora visitante la agarró provocando que la colegiada señalara la pena máxima. El penalti era lanzado con gran sangre fría por parte de Mariona, que no fallaba en su cita histórica ante el gol.
Segundo acto de infarto
En segundo acto todo parecía indicar, por un lado, que las blaugrana, con la tranquilidad de verse con el marcador a favor, podrían mover con más fiabilidad el balón y tendrían más espacios a la espalda de la zaga visitante. Por el otro lado, se preveía a un Bayern que tenía que buscar generar ocasiones para conseguir dos tantos para no verse apeadas de las posibilidades de llegar a su primera final. Esto se tradujo en un vendaval de las bavaresas, que mostraron su potencial real, la calidad y capacidad de sus jugadoras. Empezaron con una presión alta, impidiendo no sólo la salida de balón de las azulgrana sino la posesión. De hecho, las azulgrana sólo dispusieron, durante la primera media hora de la segunda parte, un disparo de falta de Vicky Losada que sería perfectamente atajado por Benkarth.
Las bávaras tuvieron una clara doble ocasión en un balón al área, que tras nuevamente el acierto de la zaga blaugrana, fue taponando, en especial el segundo de Rolfo. En el minuto 60 lo intentaban las azulgrana por medio de Mariona, quien mansamente remataba a las manos de la cancerbera alemana a la salida de un córner donde la estrategia y movimientos blaugranas la habían dejado sola en el segundo palo. En el minuto 65 falta en la frontal del área cometida por Mapi que la recién incorporada Roord, quien mandaba un balón por encima del larguero. Acto seguido nueva ocasión visitante en un disparo desde la frontal de Schweers, que se marchaba nuevamente cerca del palo izquierdo de Sandra Paños.
El Bayern estaba jugando como se le recordaba de la anterior eliminatoria. Con una presión alta estaba encerrando a las blaugrana, que no tenían el balón bajo su mando y lo estaban notando en este segundo acto. No obstante, las azulgrana se mantenían en el partido gracias a la gran labor defensiva.
En el minuto 65 Hamraoui era expulsada por doble amonestación por una entrada mal medida e innecesaria en el medio campo cuando el Bayern salía en inferioridad. Un percance más en el camino de las blaugrana. Sin embargo, las jugadoras de Lluís Cortés eran conscientes de lo que estaba en juego. El compromiso se pudo observar en el 67’ cuando Sandra Paños en una estirada felina que, de bien seguro, será recordada por dar el pase a la final, repelía el cabezazo casi perfecto de Roord. El palmeo de la zaguera barcelonesa era repelido por el poste, recogiendo el rechace una Mapi León muy atenta que despejaba el balón al lateral.
El Barcelona se estaba defendiendo agazapado y corriendo detrás de cada balón ante la superioridad que estaba mostrando el Bayern en este segundo tiempo. Las alemanas estaban poniendo en aprietos a las blaugrana que estaban corriendo como nunca sabedoras del premio que las esperaba al final del encuentro si conseguían mantener el marcador logrado en la primera parte. Estaba siendo un partido típico de semifinales de Champions, donde lo que valía era la clasificación y el Barcelona lo estaba logrando a base de trabajo y sacrificio frente a un Bayern todo pundonor y que estaba mostrando el verdadero potencial. De ahí al final un par de sustos muy serios en llegadas del Bayern, atajadas de nuevo por la meta azulgrana.
El Barcelona en los últimos 10 minutos podía haber sentenciado el partido. Aitana y Andressa Alves las tuvieron en sus botas, pero el guion escrito para este día estaba escrito y se tenía que ir por la épica, con ella se clasificaría el Barcelona. Un equipo, un cuerpo técnico y una afición que estallaron en un grito brutal de alegría con el silbato de la colegiada que mandaba al Barcelona camino de encargar lo necesario para disputar la final de mayo en Budapest. La celebración no podía ser otra que la alegría, la connivencia y sinergia con la afición había sido espectacular y lo fue hasta el mismo momento en que las blaugrana se retiraron del verde no sin antes dar la vuelta agradeciendo el apoyo y celebrando con todos los aficionados presentes en el Mini.
Zona mixta y Rueda de Prensa
En zona mixta Alexia Putellas manifestaba que ellas habían “hecho historia pero que todo el fútbol femenino estaba detrás y que era un gran paso para todas las jugadoras”. En cuanto al partido en sí ponía de manifiesto que habían jugado en diferentes registros “que al inicio estaban en bloques juntos, después podían robar más y hacer su juego pero en el segundo tiempo las habían tirado hacia atrás y que la expulsión lo había dificultado” y que “incluso podían haber sentenciado antes en las contras donde tuvieron tres contra dos, pero que tocaba sufrir”.
Por su parte Sandra Paños ponía de manifiesto que “partido sufrido para una portera, agradeciendo el esfuerzo del equipo que había sabido llevarlo”, en cuanto a una jugada clave “la veía dentro y se estiró al máximo y que al final entre ella, el palo y el despeje lo habían solventado”, posteriormente indicaba que “hay un crecimiento del fútbol femenino y que era un plus para seguir con ellas y hacerlo totalmente profesional”. Finalmente y en cuanto a haber logrado llegar a la final “es el equipo que sabe ver todas las caras del fútbol, que en Alemania supieron hacerle bien y aquí habían sabido sufrir”.
La jugadora del Bayern Karina Wenninger manifestaba que «habían hecho un gran partido con el balón pero que su gran problema había sido no anotar ningún gol”, también manifestaba que “habían tenido buenas ocasiones para anotar algún gol y estaban en un buen momento pero que era cierto que en los últimos minutos defendiendo con solo 2 defensas hubieran podido encajar más goles”, finalmente reconocía que “la diferencia había estado en las áreas donde el Barcelona tenía buenas porteras y al mismo tiempo las situaciones de partido habían imposibilitado marcar goles debido a la mala suerte al haberse topado en más de una ocasión con los postes”. Respecto de la final creía que “el Barcelona tendría sus opciones frente a cualquier rival en una final a partido único aunque el rival fuere el Lyon”.
Finalmente Fridolina Rolfo manifestaba que “el Bayern visto hoy era el verdadero Bayern, que habían jugado su mejor partido hoy, que habían tenido muy mala suerte en este partido, aunque el Barcelona había sido mejor en el primer partido ellas habían sido superiores en el partido de vuelta y que podían haber marcado más de un gol”. Respecto de la final, al igual que su compañera de equipo manifestaba y reconocía que “el Barcelona tenía posibilidades de ganar la final, que era un gran equipo, que tendría un equipo fuerte enfrente pero que tendía sus opciones porque dominaban bien el juego con balón”.
El técnico local, Lluís Cortés, hizo una valoración muy positiva del partido “que el Bayern de hoy era el verdadero Bayern que esperaban y no tanto como el de la ida, un equipo con grandes jugadoras y mayor presupuesto que el del Barcelona”, que ya habían hablado durante la semana “que tocaría defender y que tenían que saber moverse en diferentes registros”. Finalmente reconocía su felicidad por lo conseguido y se acordó de los antecesores en el cargo, dijo que ellos también tenían su parte de aportación en este hecho histórico. Así mismo indicó que si “se estaba en esa final era porque el club en su momento hizo una fuerte apuesta por el fútbol femenino y que estar entre los dos equipos más importantes de europea les haría crecer, haría que quisieran recibir más apoyos y las jugadoras quisieran jugar en este club”.
Finalmente, el entrenador del Bayern, Thomas Worle, en la rueda de prensa posterior manifestaba respecto de la ausencia de Beerensteyn “se trataba de una decisión únicamente técnica”, y en relación a la mala suerte que refirió en el partido de ida, viendo lo visto en el partido de hoy “que habían sido superiores, que habían jugado bien con y sin balón, que habían tenido mala suerte con el disparo al palo, el mazazo del penalti antes del descanso que sería discutible, y que habían podido marcar más de un gol en la segunda parte, pero que si no aprovechas las ocasiones no consigues pasar la eliminatoria, pero que se había visto un buen Bayern felicitando al Barça por el logro conseguido y que se había visto un buen partido”. Así mismo indicó respecto de su expulsión por la colegiada “fue por discutir decisiones del partido, situación en el medio campo con una falta y un fuera de banda y que quizás habían malinterpretado sus protestas, pero que estaba todo solucionado porque al final del partido lo había aclarado con la colegiada”. Finalmente, manifestó que el “partido había sido una buena publicidad para el fútbol femenino” y respecto al resultado indicaba que “su nivel había sido el mejor, que en realidad respecto del juego desplegado había sido el máximo que se podía desplegar por su equipo”.
Ficha técnica
FC Barcelona: Paños, Mapi, Pereira, Torrejon, Leila, Hamraoui, Alexia, Vicky, Mariona (Andressa Alves 81’), Duggan (Oshoala 65’) y Martens (Aitana 86’).
Bayern Munich: Benkarth, Wenninger, Hendrich, Skorvankova (Demann 77’), Schweers, Magull (Roord 59’), Leupolz, Rolfo, Lewandowski, Damnjanovic (Islacker 65’) y Dabritz.
Tarjetas amarillas: 8´Skorvankova, 20´ Losada, 39´ Wenninger, 57’ Hamraoui, 65’ Hamraoui.
Tarjetas rojas: Hamraoui doble amonestación 65’. Worle roja directa 84’.
Goles: 1-0 Mariona (penalty).
Colegiada: Esther Staubli (Sui).
Asistentes: Susann Kung (Sui), Sian Massey (Eng) y Desiree Grundbacher (Sui).
Asistencia: 12.764 espectadores
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Jordi Vinuesa