La segunda semifinal iba a ser la que pondría frente a frente a dos franquicias que a lo largo de la temporada parecían destinadas a jugarse el primer lugar en lo alto de la clasificación, pero que en el último tercio se vieron claramente superadas por el excelente estado de forma y mejor conjunción de la plantilla de North Carolina.
Cuando empezó la temporada, tanto la franquicia como el entrenador al frente de la misma, Mark Parsons, tenían unas expectativas muy altas con el equipo confeccionado para esta temporada, y aunque la clasificación para los playoff es un mal menor y no hay que quitarle nada de mérito, ello tampoco puede esconder una cierta decepción por el lugar que finalmente han ocupada al finalizar la liga regular.
En boca de su entrenador «las cosas tomaron un giro inesperado esta temporada y acabamos la liga en un lugar que no es normal para nosotras, pero creo que es un reto nuevo y emocionante porque nos hemos ganado estar aquí. Tenemos grandes competidores, y sabemos que tenemos la responsabilidad de representar a nuestro club de la mejor forma posible. Tenemos una manera diferente de hacer, y esta vez tenemos la responsabilidad de sobreponernos a esa sensación de pesar por la temporada regular y de prepararnos lo mejor que podamos para la semifinal. Tenemos que aprovechar esta increíble oportunidad de disputar las semifinales por cuarto año consecutivo y daremos el máximo para superar y devolver al juego todo lo que nos ha dado estos años».
Nada hacía presagiar que Portland no acabaría la liga regular en lo más alto de la clasificación cuando tuvo un inicio fulgurante durante los primeros veinte partidos, pero el depósito se le fue vaciando hasta descender al tercer lugar en la tabla viéndose superadas por el excelente estado de forma de North Carolina en la segunda mitad del campeonato y un equipo de Chicago, que mantuvo una gran regularidad en ese mismo periodo.
Esta anómala situación para Portland, a quien no le valía solo clasificarse, sino que tenía como objetivo hacerlo desde lo más alto de la clasificación, ha supuesto un punto de inflexión a partir del que trabajar y aprender sin olvidar el máximo objetivo, cuál era superar igualmente la eliminatoria de semifinales.
Sobre dicha nueva situación reflexionaba Parsons: «tenemos que pasar pagina, tenemos que seguir el camino, habrá más presión y expectación para otros equipos, tenemos que asumirlo. Tenemos que aprovechar que todos hemos contribuido a volver a estar aquí, que no solo ha sido cosa de unos pocos, sino de unos muchos lo que nos ha permitido llegar hasta aquí».
En cuanto a los playoff en concreto, y a la semifinal contra Chicago hacía hincapié en el hecho que «tenemos un partido que jugar para después poder luchar por el campeonato y dos para lograr alzarnos con el trofeo. Así pues, tenemos un bagaje en la liga regular y ahora tenemos que cumplir las expectativas y superar lo hecho hasta ahora. Tenemos cosas fantásticas, hemos aprendido lecciones, y ahora nos queda un torneo de dos partidos. Ahora tenemos la oportunidad de traernos el trofeo para casa, al club, a la comunidad que da un increíble apoyo al fútbol como en ningún otro sitio».
Del otro lado del verde, el entrenador de Chicago Red Stars, Rory Dames ve en este partido la posibilidad de romper con dos maldiciones que persiguen a la franquicia de Chicago. Las Red Stars nunca han derrotado a Portland Thorns desde 2013 y han sido eliminados en cuatro semifinales consecutivas de playoff con lo que superar el partido de semifinales las llevaría a poder disputar la primera final de su historia. Ahora bien, en esta ocasión existe una diferencia que puede ser determinante, y es que desde 2015 que no jugaban como locales el partido de semifinales.
El entrenador seguía recordando que «el año pasado acabamos nuestros últimos cuatro partidos viajando y el quinto fue el de semifinales. Un año antes, nuestros últimos los tres partidos también fueron desplazamientos fuera y nuevamente el siguiente también fue el de semifinales. Por tanto es fácil llegar a la conclusión que los últimos tres años nos hemos visto perjudicados por el calendario de la temporada regular. Además no hemos tenido una plantilla renovada ni tan siquiera exenta de lesiones, pero con la experiencia de estos últimos años, y todo ello por diferentes motivos».
«A pesar de todo, creo que esta plantilla es la mejor que hemos dirigido en estas últimas temporadas, y además poder estar en el SeatGeek ante nuestros fans y no tener que viajar y hacer frente a esta rutina de desplazamientos para poder afrontar este partido decisivo, nos permite afrontar con mayores garantías este nuevo reto, esperando sacar provecho de estas ventajas”.
Ha sido un año diferente y una clasificación diferente en la tabla que les permite creer más en sus posibilidades. Han mejorado ostensiblemente los resultados, donde en la temporada regular se ha logrado el récord de puntos en la liga regular con 44 puntos y el récord de goles marcados en 41. Sin embargo, por encima de todo enLa franquicia se valora sobretodo el crecimiento del club.
Dames seguía destacando que «estamos increíblemente orgullosos de todos los que han formado parte del equipo esta temporada, desde el personal médico hasta el cuerpo técnico pasando por todas las jugadoras, y sobretodo los aficionados».
Respecto del partido de semifinales indicaba en la previa que «tenemos muchas ganas que llegue el fin de semana, con muchas ganas de dar un buen espectáculo e intentar superar esta ronda y llegar a la final».
En cuanto al partido en si, resultó menos vistoso que la otra semifinal disputada unas horas antes. Los primeros veinte minutos fueron de dominio local, con algunas ocasiones aunque muy esporádicas, pero en una de ellas, en el minuto 8 de partido llegaría el gol que llevaría a Chicago a su primera final, y llegaría como no de las botas de la máxima goleadora de la competición Sam Kerr. Una rápida transición ofensiva desde la línea defensiva haría llegar el balón a Yuki Nagasato que por octava ocasión esta temporada encontraría a la australiana Kerr quien tras un excelente control y una conducción vertiginosa cruzaría el balón fuera del alcance de la cancerbera internacional Franch.
Pasado el minuto veinte de partido llegaría la primera aproximación de Portland en las botas de la internacional al Tobin Heath, que antes del descanso, repetiría otra ocasión de gol que junto al disparo de Andressinha al filo del descanso dieron opciones al cuadro visitante de haber llegado al mismo con tablas en el marcador, pero Chicago llegó con la ventaja del tempranero gol logrado.
Aunque en el segundo acto quien tuvo la primera ocasión de gol fueron las Red Stars, el ir por detrás en el marcador hizo que Portland se estirara más y buscara el gol del empate que les permitiera tener opciones de luchar por ese añorado y anhelado puesto en la final del campeonato, para evitar verse apeadas de una final a la que no faltaban las últimas temporadas.
Los últimos veinte minutos fueron de alternativas en ambas áreas, con cualquiera de los dos equipos que podía haber conseguido más de un gol. Pero las cancerberas evitaron que el electrónico se moviera, y ello a pesar de los intentos de una y otras para dar una alegría a sus aficiones. Portland, con el agua al cuello saco lo mejor de sí y tuvieron la oportunidad de llevar el partido a la prórroga, pero también es cierto que la Estrella de Chicago pudo haber sentenciado el encuentro con lo que en fondo el resultado puede considerarse justo.
Con esta prematura eliminación aunque no pueda considerarse un fracaso la temporada de Portland, sí que puede decirse sin que nadie ponga en duda dicha afirmación, que no ha cumplido las expectativas que en esta franquicia habían depositado directiva y afición.
Del otro lado las Red Stars que ya han superado los resultados conseguidos en temporadas anteriores y que alcanzan por primera vez la final de la liga, con lo que todo lo que les queda por delante es un premio, y que bien seguro no renunciarán a lograr el máximo premio posible.
Ficha técnica
Chicago Red Stars: Alyssa Naeher, Sarah Gorden, Julie Ertz, Tierna Davidson, Casey Short, Danielle Colaprico, Morgan Brian, Yuki Nagasato, Vanessa DiBernardo, Savannah McCaskill (Kathleen Naughton 76’) y Sam Kerr.
Portland Thorns: Adrianna Franch, Emily Menges, Emily Sonnet, Katherine Reynolds, Meghan Klingenberg (Caitlin Ford 81’), Lindsey Horan, Dagny Brynjarsdottir, Elizabeth Ball (Hayley Raso 46’), Andressinha (Midge Purce 67’), Tobin Heath y Christine Sinclair.
Goles: 1-0 Sam Kerr 8’.
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Chicago Red Stars