El mercado de fichajes entra en su recta final, el próximo día 20 se cerraran las puertas de los traspasos y cambios de colores. Las platillas quedarán definitivamente confeccionadas y los entrenadores contentos o no se tendrán que conformar con lo que las directivas han puesto a su disposición. Es el momento pues de cerrar cuanto antes cualquier tipo de operación.
El Atlético de Madrid ha sufrido diversas bajas, algunas de jugadoras muy importantes, de calidad contrastada e internacionales. Unas se marcharon buscando los minutos que en el club rojiblanco no disfrutaban y otras tentadas por una mejora económica, de cualquiera de las maneras todas las opciones son validas, lícitas y no hay nada que reprochar a nadie. Por su lado el Atleti ha cubierto esas salidas de la mejor manera posible y ha incorporado jugadoras de primer nivel.
Lo que a todos nos resulta un tanto insólito es que jugadoras que provenían de la cantera, apretando fuerte, y a las que se les vislumbraba un futuro espléndido, causaran baja este verano. Nos sorprendió a todos y especialmente a las aficionadas colchoneras que Rosa Otermin e Itziar Pinillos cambiaran de colores, pero esto ya es un hecho consumado, ya no hay vuelta atrás.
En esta tesitura, nos encontramos con el rumor bien fundado de que Anita Marcos tiene una oferta sobre la mesa, concretamente del Sevilla. El hecho de que la delantera no jugara ni un solo minuto en Huelva y que no esté ni siquiera convocada para el partido de ida de la Champions incluso a pesar de la baja por lesión de Duggan, nos hace sospechar que el futuro de la delantera estará lejos del Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares. Anita Marcos es una jugadora a la espera un futuro brillante, que ha demostrado su capacidad goleadora en el equipo B y que cuando gozó de minutos con el primer equipo la pasada temporada cuajó muy buenas actuaciones. Esta quizás debería ser el año de su consagración y asentamiento en el club rojiblanco, aunque parece ser que serán otros los que disfruten los goles de Marcos.
Autor: Emilio Mahugo
Fotografía: Alejandro Reguero