Llegaba el FC Barcelona al estadio de Vallecas que había abierto sus puertas por primera vez esta temporada para el partido de la Primera Iberdrola, aún con la imagen de la goleada del estreno liguero frente al Tacón y la gran victoria cosechada en tierras italianas en feudo de la Juve en el estreno de la Champions. Por su parte, el conjunto local, que había sufrido el cese de su entrenadora al poco de iniciarse la pretemporada y con una sensación de incertidumbre alrededor del equipo y de la sección del femenino.
Estadísticas en la mano, por presupuesto y por plantilla había un conjunto claramente favorito. En el otro lado del campo un equipo que quería jugar sus armas y que pondría todo sobre el verde para intentar contrarrestar esa supuesta superioridad.
Y al final, esa lucha, esa tenacidad, ese creer en sus posibilidades con su armas, dieron un resultado que para nada era esperado y que devolvió a las azulgrana a su pasado más reciente en donde en campos aparentemente asequibles es donde ha ido perdiendo las últimas ligas. Esos puntos que se van dejando en el camino acaban siendo los que deciden las ligas, y no será porque su entrenador no lo ha ido avisando a lo largo de la pretemporada y lo recordará en la previa del partido en Vallecas.
Cierto es que las estadísticas del partido muestran la superioridad azulgrana en casi todos los campos, pero son estadísticas y con ellas no se ganan los encuentros, sino que al final los puntos y cómo se reparten vienen determinados por lo que refleja el electrónico, y al final del tiempo reglamentario, al final de esos ocho minutos de añadido el marcador señaló un gol para cada equipo, la transformación de una pena máxima para cada conjunto.
Empezaron mejor las blaugrana, dominando el balón y llegando con cierto peligro a los dominios de Larqué, la cancerbera del Rayo que estuvo muy inspirada a lo largo de todo el encuentro. La primera acción de peligro llegó de las botas de un zapatazo de Leila que se topó con el poste de la portería local. El conjunto de Lluís Cortés centró su juego en las entradas desde la banda de Graham que se mostró muy activa a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos. De sus botas nacieron las mejores ocasiones azulgranas en el monólogo que fue el primer tiempo. Y es que el Rayo llegaba muy poco y sólo consiguió inquietar en alguna jugada a balón parado. Por su parte, las blaugrana llegaban desde el lado izquierdo y dispusieron no solo de los disparos de Graham cuando conseguía coger esa diagonal para buscar el ángulo de lanzamiento, sino que también sus centros generaban gran peligro para la portería local.
De hecho, en este primer acto, una doble acción de remate generada por el centro de Graham, con un primer remate casi a bocajarro de Hamraoui y posteriormente el remate al rechace de Graham, podían haber puesto a las blaugrana por delante, pero las paradas de Larqué mantuvieron a su equipo vivo a los vestuarios.
El segundo tiempo no presentaba mejores augurios para las blaugrana, y menos aún debido también a su falta de profundidad y de errores en el último pase. Las ocasiones del Barça llegarían nuevamente en las botas de Graham, la más activa de la linea de ataque, y también en las botas de Oshoala y Mariona. A esas imprecisiones y errores propios, se le añadió el hecho que llegó el gol del Rayo. Un centro al área, salió rechazado a la frontal y allí, en el límite del área, Alexia, la capitana blaugrana, intentó arrebatar el balón a la jugadora local cometiendo penalti al zancadillear en su acción. El cuadro local no podía desaprovechar esa oportunidad de oro y su capitana Auñón lanzaba a la izquierda de una Sandra Paños que adivinaba la dirección pero no llegaba a atajar el balón.
Ahí entro la necesidad de las visitantes de no dejar escapar los tres puntos, y por eso se volcaron al ataque, con más corazón que cabeza, buscando conseguir el empate que les permitiera acabar yendo por el partido. La acción que posibilitó la igualada en el electrónico fue bastante protestada por el cuadro local. Un balón alto rechazado ante el disparo de Jenny llegaría a Marta Torrejón que caería en el área en el lance del juego, pero la colegiada decretaba la caída como penalti, que no desaprovecharía Jenny para, con mucha sangre fría, superar a Larqué. De ahí al final acecho blaugrana pero sin ninguna acción clara de gol. En los compases finales llegaría la expulsión de la jugadora local Iris Ponciano por doble amonestación.
Tropiezo azulgrana en la jornada dos, algo totalmente inesperado aunque advertido por su técnico. Del lado local alegría en el seno del equipo, con su entrenador Carlos Santiso al frente que reconocía la importancia de haber abierto Vallecas para este partido y que habían sentido el calor de la grada, destacando el trabajo del equipo, que había sabido jugar sus armas para conseguir este punto tan valioso que debía servirles para seguir creciendo y avanzando en su juego y preparadas para un partido similar de la semana que viene frente al Levante.
Las azulgrana tienen el primer enfrentamiento directo de la temporada el próximo sábado por la tarde frente al otro gran favorito de la competición, el Atlético de Madrid, que hasta el momento cuenta sus partidos por victorias. Será un duelo por todo lo alto el que se podrá ver en el Estadi Johan Cruyff.
FICHA TÉCNICA:
Rayo Vallecano: Patricia Larqué, Paula Fernández (Ruth Bravo 66’), Paula Andújar, Cristina Auñón, Carla Guerrero, Eva Alonso, M. Pilar Garcia, Sheila Garcia (Yael Oviedo 90’), Camila Sáez, Sladana Bulatovic (Ángeles del Álamo 81’) e Iris Ponciano.
FC Barcelona: Sandra Paños, Leila Ouahabi (Asisat Oshoala 46’) Mapi León, Stephanie Van der Gragt, Candela Andújar (Marta Torrejon 71’), Keira Hamraoui (Patri Guijarro 60’), Aitana Bonmati (Andrea Falcón 46’), Alèxia Putellas, Mariona Candentey, Jenny Hermoso y Caroline Graham.
Colegiada: Beatriz Arregui (Colegio vasco).
Asistentes: Iragartze Fernández (Colegio Vasco) y Andrea Peña (Colegio cántabro).
Asistencia: 925 espectadores
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Alejandro Reguero