Y es que ni siquiera en la mejor versión mostrada hasta el momento por el equipo de Jordi Ferrón llega esa anhelada y necesaria victoria del equipo blanquiazul. Enfrente quizás la víctima propicia en cuanto a no haber logrado aún ganar a domicilio, pero a la vez uno de los rivales más incómodos por el alto nivel de presión en su juego y por la intensidad impuesta por su entrenador, Cristian Toro, desde la banda.
Las locales llegaban como casi todas las jornadas después de una intensa semana de trabajo con las sensaciones y convencimiento de que llegaría la primera victoria de la temporada, y se acababan marchando a casa con las mismas sensaciones de cada semana tras cada partido, con la convicción de haber cumplido con el trabajo encomendado, de haberlo dejado todo sobre el verde, pero con el mismo resultado a efectos de puntuación. Sin haber obtenido el premio a tanto trabajo y, sobre todo, sin ver modificada su posición en lo más hondo de la tabla.
Cierto es que el primer tiempo fue más del equipo de Toro que no de las pupilas de Ferrón, que, si bien conseguían contener las acometidas del Sevilla, a la hora de progresar en ataque seguían pecando como en jornadas anteriores de un juego demasiado precipitado que no les aportaba oportunidades claras de gol en su casillero. Fueron unos primeros cuarenta y cinco minutos con muchas transiciones, aunque con un Sevilla que quería contener el balón bajo su dominio jugando en cierta forma con la ansiedad de sus rivales, aunque sin conseguir el objetivo del gol. De hecho, en el primer tiempo no se vieron excesivas oportunidades de gol, con los dos equipos muy presionantes en el centro del campo, pero sin acabar de concretar las acometidas sobre el marco contrario.
En el segundo tiempo, el Sevilla salió en tromba en los primeros diez minutos de juego y ahí sí que tuvo el partido en dos acciones de gol muy peligrosas, que no tuvieron su reflejo en el electrónico. Ello sirvió para despertar al Espanyol consciente que siquiera le valía el empate, que necesita sumar de tres en tres porque el margen de maniobra es cada vez menor. Por ello las jugadoras locales aumentaron y adelantaron la presión y empezaron a intentar sacar partido del exceso de errores en los pases del equipo visitante, y con la entrada además de Julve consiguieron generar ocasiones, aunque sin poder concretar ninguna de ellas exigiendo solo a Cata Coll en un remate de Ayaka en un error defensivo y especialmente en un disparo mordido de Alvarado cerca de la línea de gol. Cierto es que el Espanyol estuvo realmente cerca del gol con dos remates al primer palo de Verges que no encontraron portería, marchándose por encima del larguero por poco, y también no deja de ser cierto que el Sevilla llegó al inicio del segundo tiempo, pero que tampoco disfrutó de grandes ocasiones de gol a partir de entonces y hasta el malogrado minuto 86. Con el equipo de Ferrón volcado en ataque y cada vez más desguarnecido a nivel defensivo, llegaría una gran acción de la debutante en el cuadro sevillano, Inma, que conseguía coger la espalda de la defensa local, atraer a banda a una de las centrales y encontrar con un excelente centro al área a una Ana Franco que le dio la pausa necesaria a su control del esférico para acomodárselo, para no perdonar y dar la primera victoria lejos de Nervión.
En sala de prensa, Ferrón reconocía que este Espanyol era lo más parecido a lo que él pretendía y que no se podían permitir siquiera sumar de a uno y que por ello yendo a por el partido llegó el desajuste defensivo del gol visitante, alabando el trabajo de todo el plantel, tanto de las jugadoras de corto en la Dani Jarque como de las no convocadas. El mismo discurso de cada semana, creyendo y confiando darlo todo por el escudo hasta el último suspiro, pero con la misma realidad de las semanas anteriores y es que las posibilidades de salvación se alejan cada vez más.
Por su parte, Cristian Toro reconocía de la importancia de lograr una victoria lejos de casa, aunque se sinceraba en el sentido que quizás en otras ocasiones se les había negado la victoria como visitante en partidos donde quizás lo habían merecido más que en el día de hoy. Indicó que, aunque miran de reojo la clasificación y los resultados del resto de equipos inmersos en la zona conflictiva de la clasificación, ellas debían de centrarse en su trabajo semana tras semana y depender de ellas. En cuanto a la parte emocional que envolvía a partidos como el disputado el sábado por la tarde reconocía que todo ello está por encima de tácticas y que entendía la dificultad de afrontar semana tras semana resultados como los cosechados por un buen Espanyol, por haber tenido que superar situaciones parejas en anteriores etapas.
FICHA TÉCNICA
RCD Espanyol: Doosey, Paola Soldevila, Inés Altamira, Elba, Daniel Cruz, Alvarado, Anna Torrodà (Brenda 70’), Débora, Cristina Baudet, Ayaka (Raiza 78’) y Kenny (Elena Julve 57’).
Sevilla FC: Cata Coll, Lucía Ramírez, Isabella Echeverri, Aldana Cometti, Olga Carmona, Nagore Calderón (Inma Gabarro 77’), Emília Zdunek (Claire 80’), Antoinette Oyedupe, Almudena Rivero, Uchenna Kanu (Karpova 63’), Raquel Pinel (Ana Franco 57’).
Goles: 0-1 Ana Franco 86’.
Colegiada: María Romero Navarro (Colegio valenciano).
Asistentes: Andrade Alomar (Colegio madrileño) y Dorta Davinia Ficheroa (Colegio tinerfeño).
4ª árbitra: Mireia Girones Maricalva (Colegio catalán).
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Jordi Vinuesa