Así podría definirse lo sucedido en la Dani Jarque la mañana de este domingo. La Ciutat Esportiva del Espanyol ofreció una chocolatada popular para intentar atraer aficionados para dar calor al femenino necesitado de puntos que recibía a uno de los equipos de la zona baja de clasificación que, con los fichajes de este mercado de invierno, ha iniciado un tendencia ascendente de resultados.
Esta dinámica positiva que ha alcanzado el equipo de Óscar Fernández se vio perfectamente reflejada sobre el rectángulo de juego. Lo que antes eran derrotas en partidos en los que el Madrid había ofrecido mejor cara que la que reflejaba el resultado final, en este partido le favoreció frente a la dinámica negativa de la que no consigue salir el conjunto de Jordi Ferrón.
Y es que las blanquiazules con el calor de la grada empezaron muy entonadas el partido, buscando los espacios en las bandas, por donde percutían Kenni y muy especialmente Débora. Ello les permitió llegar a los aledaños de Raquel Poza, disponiendo de la gran oportunidad de gol en un remate al segundo palo atajado por Poza y que la grada pidió penalti puesto que el rechace tocó los brazos de una defensora a quien previamente le habían hecho falta empujándola, señalando la colegiada la infracción y anulando cualquier acción que pudiera ser objeto de reclamación.
A partir de entonces el partido cambió, el Madrid empezó a desplegar el plan de partido que habían preparado y lo llevaron a ejecución de forma casi perfecta. Con una Silvia Rubio colosal cogiendo la batuta del encuentro y una solidez defensiva impecable empezaron a llegar las ocasiones gracias a la movilidad y potencia de un portento futbolístico como es Geyse. Si a ello le añades el trabajo incansable de jugadoras como Chikwelu, Alba Mellado y Laura Fernández, entonces este Madrid parece haber despegado en esta segunda parte de la liga.
El Espanyol optó por dar un paso atrás. Ferrón modificó la posición de algunas jugadoras, entre ellas la debutante Manuel Vanegas, que empezó de central pero fue reubicada al lateral, Débora bajo a posiciones más defensivas para contrarrestar el empuje visitante en zona de ataque y las puntas cambiaban constantemente sus posiciones para intentar sorprender en esos balones largos al espacio buscando la habilidad de Eli y la velocidad de Kenni.
Pero las dinámicas muchas veces marcan los partidos y el Madrid logró ponerse por delante merced a una excelente acción individual de Geyse que acabó encontrando después de muchos recortes dentro del área a una Chikwelu que no perdonó frente a una batida Mimi. El trabajo constante del conjunto local volvía a toparse con la realidad de la efectividad de sus rivales, aunque lo cierto es que el Espanyol llegaba pero sin inquietar a Poza más allá de tener que atajar algún centro y disparos mordidos.
Ferrón introdujo cambios en el descanso, sacando sobre el verde a Torrodà en sustitución de una cansada Vanegas y a Elena Julve en lugar de Kenni. Esta última fue la principal protagonista de los primeros quince minutos, en los que el Espanyol dio la sensación de poder revertir la situación. Dio el primer paso con el tanto de Inés, todo pundonor y corazón perico que apareció en el segundo palo para resolver una excelente jugada de estrategia de las locales rechazada inicialmente por Poza pero solventada por la capitana local. Fueron los mejores minutos del Espanyol, llevado en volandas por una grada que creía en lograr la primera victoria. Pero el gol no llegaba y el partido entró en una dinámica de idas y venidas en las que cualquiera de los dos podía llevarse el gato al agua. Y ahí es donde apareció esa tendencia positiva del Madrid, que sigue creyendo en su juego, que sigue creyendo en su modelo y que lo ejecuta a la perfección por el plus de calidad y trabajo que le han dado los fichajes invernales.
De ahí puede entenderse el segundo gol, un balón que fue de un lado al otro de la portería en centros hasta en tres ocasiones, rematado de forma errática por Valeria en el segundo palo que acabó siendo una asistencia para que nuevamente Chikwelu introdujera el balón en la portería de Mimi que quizás podía haber rechazado alguno de los balones colgados. Fue un mazazo muy grande por el momento en que llegó el gol y porque puede quedar esa sensación que tanto esfuerzo no merecía tanto castigo. Un castigo aumentado por el tercer tanto visitante en otra gran jugada individual de Geyse, una jugadora que marca diferencias, que consiguió zafarse de tres defensoras, envió el centro y el mismo fue interceptado por Inés, tirándose al suelo, pero que acabó metiendo el esférico en su propia portería.
El Espanyol deberá seguir remando a contracorriente, con un equipo que acabó hundido al final del encuentro pero que no le queda otra que levantar la cabeza y seguir luchando porque mientras hay vida hay esperanza, y la semana que viene tiene otra nueva final, una de las más importantes —si alguna no lo es de aquí al final—, frente a quien le precede en la clasificación. Como manifestó Jordi Ferrón en sala de prensa, el Espanyol está camino de alcanzar su mejor versión pero aun así no le vale para sumar de a tres con una jornada menos por delante, pero sigue convencido de sacar adelante la situación y que mientras él esté ahí por el escudo que llevan y por la gente que les anima lucharán hasta que no haya esperanza alguna. Destacó además que les falta un poco además de suerte en cada una de las áreas, defensivamente para no encajar con tanta facilidad y ofensivamente para lograr materializar alguna de las ocasiones es que se generan. Inés, uno de los corazones del Espanyol, manifestó que el lunes empieza otra nueva semana, otra nueva oportunidad para salir de esa situación porque no se entiende que no consigan lograr esa victoria tan necesaria.
Por su parte el Madrid parece haber logrado encajar los nuevos fichajes dentro de su esquema de juego, merced al gran trabajo de todos y cada uno de los que forman el a club como así reconoció en rueda de prensa Óscar Fernandez, que destacó la adaptación de las nuevas incorporaciones ayudando en este cambio de dinámica.
Alineaciones:
RCD Espanyol: Mimi, Paola Soldevila, Inés Altamira, Dulce, Manuela Vargas (Anna Torrodà 46’) (Ainhoa Marín 82’), Elba Vergés, Ayaka, Brenda (Cristina Baudet 65’), Débora, Kenni (Elena Julve 46’), Eli del Estal.
Madrid CFF: Raquel Poza, Jane Sel Gi, Antônia da Costa, Moe Wold, Amanda Frisbie, Rita Chikwelu, Silvia Rubio, Alba Mellado (Estela Fernandez 61’), Laura Fernández (Valeria Cantuario 61’), Maca (Laurita 74’) y Geyse (Analu 86’).
Goles: 0-1 Chikwelu 12’, 1-1 Inés Altamira 51’, 1-2 Chikwelu 80’, 1-3 Inés (pp).
Colegiada: Beatriz Cuesta Arribas (colegio gallego).
Asistentes: Carmela Capistros Bitrián (colegio aragonés) y Tania Fente Pena (colegio gallego).4º árbitro: Joan Agustí Soler (colegio catalán).
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: José Luis García