El Seagull se engancha al cuarto puesto con la victoria lograda este fin de semana en la Dani Jarque frente a un Espanyol de Óscar Cobacho que es capaz de lo mejor y de lo peor. Y es que el filial blanquiazul sigue haciendo gala de esa irregularidad que le lleva a competir en la mayoría de encuentros que disputa, pero en los que la tónica general es tirar por la borda 45 minutos para acabar teniendo opciones de puntuar.
Por su parte, el Seagull coge una ventaja de tres puntos respecto de su competidor para las plazas de ascenso, el AEM, antes de la disputa del trascendental encuentro del próximo fin de semana, determinante para definir el cuadro de los cuatro equipos que tendrán el privilegio de disputar la fase de ascenso, mientras que el otro caerá en el pozo de, aunque no tener mucho riesgo de descender, sí de tener que afrontar la otra mitad de la temporada sin tener en el horizonte el objetivo fijado al inicio de la temporada.
Con dos equipos en dinámicas totalmente opuestas, se disputaba un encuentro en el que las pericas tenían que intentar sumar de tres para ir a la segunda fase con serias opciones para no desechar a las primeras de cambio el ascenso logrado la temporada pasada, mientras que el Seagull quería afianzar su privilegiada posición que había perdido tras cinco tropiezos seguidos, si bien en las últimas dos jornadas había conseguido enderezar el rumbo a tiempo.
Con ese panorama apareció sobre el rectángulo de juego un Seagull que realmente quería ser dominador del partido y quería ir lo antes posible a por los tres puntos.
Por su parte, el Espanyol empezó más temeroso, con la lección bien aprendida del partido en Badalona donde había encajado un saco de goles, y que era consciente que tenía que tener más seriedad táctica y cerrar mejor los espacios ante la experiencia y agresividad de las rivales.
Fue un primer tiempo en el que el Espanyol prácticamente no inquietó el marco defendido por Itziar.
Por su parte, el conjunto de Ana Junyent no paraba de merodear por el área rival exigiendo de las grandes intervenciones de una cada vez más asentada bajo palos Anna Armengol. Merced a las grandes intervenciones de la cancerbera perica se llegaría al descanso con un solo gol de desventaja para las pupilas de Óscar Cobacho. El gol había llegado cuando un gran disparo desde la frontal de Pili Garrote, había sido desviado por la yema de los dedos de Anna Armengol, con la mala suerte que el rechace del poste había quedado muerto lejos de sus dominios y a pies de una Nerea que había sido la única de las contendientes con fe suficiente que podía sacar algo positivo del excelente disparo de su compañera.
Se esperaba que el Espanyol despertara de su aletargada comparecencia en el primer acto y que tras los minutos de descanso para asentar y ajustar cosas en su esquema se iría a intentar conseguir el empate. Nada más lejos de la realidad en los primeros veinte minutos del segundo acto, en los que siguió siendo dominado por la mayor experiencia de su oponente que tenía en el saco un gran tesoro y que no dejaría que se le escapara, menos aún ante la falta de agresividad y contundencia del filial del Espanyol. Y esa falta de contundencia es la que se vio precisamente en el segundo tanto del Seagull, el que aparentemente sentenciaba el encuentro. Un centro de Pili Garrote, desde línea de fondo, era mal despejado por Anna, en el quizás único pero a ponerle a la cancerbera, y llegaba totalmente sola al segundo palo Irina, la caza goles visitante que se anticipaba a su defensora para alojar el esférico en el interior de la portería local.
En otros equipos esto sería el jarro de agua fría suficiente para hacer caer los brazos, pero este Espanyol tiene estas cosas y es que hasta que no se ve con el agua al cuello a punto de tragárselas no despierta, o no comparece en los partidos. Y no es la primera ocasión en la que les sucede algo así. Es como si fuera necesario que saltaran al terreno de juego con el marcador en contra para que dieran lo mejor de sí desde el inicio. Y es que a raíz del segundo gol y, por qué no decirlo, también de los cambios introducidos en el conjunto local, se vio la mejor versión de éste.
Sin nada que perder y con la seguridad que con la sobriedad y excelencia de su portera que evitaba a toda costa el tercero del cuadro visitante, se lanzaron al ataque a la desesperada. Y desesperante es ver como Clara De Clemente suelta esa calidad innata que tiene dentro para controlar un esférico dentro del área, con un sutil control con el interior acomodarse la volea de espaldas a portería para trazar una parábola perfecta para superar la ubicación de Itziar, que nada podía hacer para evitar el excelente tanto en la Dani Jarque, el mejor si no uno de los mejores de la temporada. (Ayer se hablaba del vuelo de Haaland, hoy deberían de fijarse en esta joya de orfebrería que regalaba Clara).
Con la mínima renta en el marcador, al Seagull le entraron ciertas dudas, conscientes que no podían dejar escapar la gran oportunidad que tenían delante, más aún ya siendo conocedoras de la derrota de su máximo rival el AEM en campo del Alavés. Pero ahí es donde tuvieron que emplearse a fondo para evitar el empate, que bien pudiera haber llegado en un excelente disparo desde el interior del área de Laia Jordán, que desviaba con una excelente intervención Itziar. Bien podría haber llegado el empate en una excelente incursión por banda de Meri que Judith Pablos no acertaba o no sabía rematar de cabeza.
Por su parte, el Seagull estaba más preocupado de no encajar que de generar, y es que había sacado del campo con el marcador que creían sentenciado a dos de sus puntales en ataque y ello las hacía más previsibles y menos peligrosas, pero lograrían defenderse con uñas y dientes y maniatar el ímpetu de las locales que nuevamente veían como por sus propios méritos, más que por los del rival, dejaban volar otros tres puntos de la Dani Jarque en lo que ya viene siendo una mala costumbre esta temporada.
La semana que viene se nos viene un partido entre Seagull y AEM a cara o cruz entre los dos aspirantes a la última plaza disponible que da acceso a la segunda fase y con ello a poder luchar por el ascenso. Por su parte, el Espanyol debe de intentar sumar en lo que le queda de primera fase para con ello tener opciones en la segunda fase en la que deberá de luchar por evitar el descenso nuevamente a Nacional evitando empequeñecer el logro de la temporada pasada.
Ficha técnica
RCD Espanyol: Anna Armengol, Julia Guerra, Irene Corral, Ari Márquez, Marina Jover (Laia Jordán 75’), Lidia Rubio, Silvia Gil (Meri Rodríguez 57’), Aina Duran (Alicia Hernández 75’), Judit Pablos, Clara de Clemente y Ana Hernández (Eva Fuster 57’).
Entrenador: Oscar Cobacho.
C.E. Seagull: Itziar Martínez, Estefania Botero, Xenia Royo, Midori Yoshimura, Esther Solà, Pili Garrote (Maria Requena 75’), Alba Gordo, Adriana Manau (Alba Maestre 60’), Nerea Valeriano (Rocio Serrano 60’), Irina Uribe (Nazaret Segura 73’) y Ainhoa Marin.
Entrenador: Ana Junyent.
Estadio: Dani Jarque.
Goles: 0-1 Nerea Valeriano 36’, 0-2 Irina Uribe 59’, 1-2 Clara De Clemente 75’.
Amonestaciones: Júlia Guerra 14’, Marina Jover 39’, Estefania Botero 50’, Silvia Gil 52’, Ainhoa Marin 52’.
Colegiada: Agata González Rodríguez (colegio catalán).
Asistentes: Martina Cárdenas López e Irene López Brustenga (colegio catalán).
Autor: Enric Solé
Fotografía: Sara Aribó