La Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol ha aprobado hoy el nuevo modelo de competición de fútbol femenino. Según la RFEF es “una apuesta clara para lograr que este deporte, hoy en auge, se consolide, a través de un modelo competitivo sostenible, fomentando la base, avanzando en su profesionalización, nutriendo a las selecciones de las mejores jugadoras y protegiendo el fútbol más modesto y fijando unas condiciones para todas las futbolistas participantes”.
El nuevo modelo tiene un gran reto: lograr que el deporte más practicado por las niñas y jóvenes españolas de menos de 14 años sea el fútbol, y hacerlo en 6 años. Para conocer la dimensión de la dificultad para lograr este objetivo basta decir que, actualmente, es el baloncesto femenino, con 118.000 licencias, seguido del golf con 78.000.
Además, ayudará a los clubes que apuesten por el fútbol femenino, contribuyendo a la profesionalización de las jugadoras de élite, garantizando la proyección deportiva, profesional, humana y educativa de las futbolistas. Todo ello, dentro de un modelo con un equilibrio económico financiero de los clubes participantes.
La competición que se crea con esta aprobación será de ámbito estatal, tendrá adscripción voluntaria, y se convertirá en la máxima competición de España a efectos de clasificación de los equipos españoles en las competiciones internacionales y en las europeas organizadas por la UEFA. De esta manera, dará derecho a optar a la clasificación para las citadas competiciones.
En cuanto al modelo, habrá dos divisiones, la Primera o A integrada por entre 8 y 16 equipos y la Segunda con entre 8 y 32 equipos. Los equipos que estén en la máxima categoría participarán en competiciones en formato de Liga, Copa y Supercopa, esta última se jugará por primera vez en la historia, Además, se desarrollará un único grupo de ámbito estatal y en una única fase estatal.
En cuanto a la Segunda o B, en una primera fase se competirá en dos grupos de igual número de participantes distribuidos por criterios de proximidad geográfica. En una fase posterior se competirá en dos grupos, uno por la fase de ascenso y otro por la fase de descenso. Se plantea un modelo liguilla entre los clasificados de la primera fase en cada uno de los grupos en igual número. Este sería el punto que la diferenciaría de la prevista Primera B.
La División Primera dará acceso a las competiciones internacionales organizadas por la UEFA o la FIFA y, además, desde la misma se podrá acceder a la ayuda de protección social del 0,5%, que proviene del CSD.
Se establecerán varios supuestos para acceder a esta División Primera, de tal manera que, si existe un número superior de solicitudes a las plazas disponibles, se priorizará según la clasificación deportiva obtenida en la presente temporada, según los resultados para la 1ª División Femenina y, si quedaran vacantes, por el orden de clasificación en Segunda División.
En cuanto a los requisitos para participar en la competición, será necesario obtener la Licencia RFEF y formalizar el contrato, disponer de entre 18 y 22 jugadores, así como infraestructura administrativa, deportiva y equipamientos mínimos suficientes.
La ACFF mantiene las reticencias sobre el modelo presentado, y hoy aprobado, por la Asamblea de la RFEF. Los clubes pretenden obtener los derechos televisivos y continuar con el actual formato de la Liga Iberdrola.
Autor: Luis Fernando Ramos
Fotografía: Lorena Peña