Hoy, en este diario, vamos a tratar un tema muy importante, al que quizá no se le otorga la importancia que debe tener. Sobre todo hay que destacar, que la maternidad es un derecho al que toda mujer debe optar, y en el cúal en el mundo del deporte, todavía dista mucho de llegar a serlo.
En pleno siglo XXI continúa siendo toda una odisea y está muy lejos de llegar a ser una realidad
A pasar de que, hay una legislación al respecto que trata de borrar ese hándicap, hay que destacar los problemas, y trabas a los que han tenido que hacer frente muchas deportistas. Sin ir más lejos la odisea que supuso, el pasado verano en los JJOO de Tokio, el tener una criatura, destacando el caso de la nadadora Ona Carbonell.
A pesar de tener un marco legislativo, en la ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de hombres y mujeres (artículos 3, 4, 6, 8, 13, 14. 7 y 14.8)
Pero para que esto pueda llegar a ser una realidad, la maternidad no puede ser usada como un acto de discriminación hacia las deportistas de alto nivel, ya que además es algo natural y biológico. Por lo tanto, todavía hay mucho camino por recorrer.
El movimiento se demuestra andando
Se debe actuar de acuerdo a estos principios. Facilitar la vida de las deportistas, a la vez que se deberían aumentar el nivel de ayudas para hacerlas efectivas. Las mismas, deben sentir que es posible la conciliación laboral y personal, y que puedan hacerlo y/o disfrutarlo en la máxima igualdad de condiciones.
A pesar de todo las leyes protegen a las mujeres
Artículo 29. Todos los programas públicos de desarrollo del deporte incorporará la efectiva consideración del Principio de Igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en su diseño y ejecución.
El Gobierno promoverá el deporte femenino y favorecerá la efectiva apertura de las disciplinas deportivas a las mujeres, mediante el desarrollo de programas específicos en todas las etapas de la vida y en todos los niveles, incluidos los de responsabilidad y decisión.
Autora: Sora Garay
Fotografía: FIFA