Hay días que el sol brilla de un modo especial y no importa que llueva como si todos los ángeles se hubieran puesto a llorar a la vez, o que el cielo este congestionado de nubes negras, el astro rey como por arte de magia, aparta la oscuridad y reluce con todo su esplendor. En estos días te sientes bien, especialmente bien, sabes que todo va a salir conforme a lo planeado, que nada se va a torcer, que no importa el pasado, como mucho es un mal recuerdo, que el presente es maravilloso y el futuro se antoja espléndido. El corazón nos rezuma felicidad.
Un estímulo para todos
Hoy es uno de esos días. Para mí, para ti, para todos. Especialmente para Virginia Torrecilla. Hoy, veinticuatro de marzo de dos mil veintiuno, la centrocampista del Atlético de Madrid ha regresado a los entrenamientos. Era un momento que todos ansiábamos, porque la lucha de Virginia ha sido la pelea de todos.
Ella lo ha sufrido en su cuerpo, pero todos, sus compañeras en el club, los técnicos, jugadoras de otros equipos, aficionados en general, todos, absolutamente todos, hemos sido participes. Pusimos y seguiremos poniendo nuestra pequeña y cariñosa aportación para la victoria en la lucha contra el cáncer. Virginia se convirtió, y esto es lo más importante, en la cabeza visible, en la abanderada de muchas personas que sufren y combaten a diario con la enfermedad. Sus pasos adelante eran estimulo para continuar sin desfallecer. Seguro que hubo momentos muy duros, durísimos; tan negros que no se vislumbraba ninguna luz, aun así, tirar la toalla no se contemplaba como una opción.
El recorrido de Virginia, su visibilidad contribuía a que esas otras personas en el anonimato apretaran los dientes y avanzaran un poquito más, sintieran el calor de todos, porque cuando las jugadoras al inicio de los partidos mostraban la camiseta con el catorce era un mensaje de aliento dirigido no tan solo a Virginia sino a todos los que pasaban por la misma situación. Era un impulso de optimismo y de esperanza. Cuando el enemigo es enorme cualquier pequeño detalle es valioso.
Queda coger la forma física
No me puedo ni imaginar lo que habrá sido el vestuario del Atleti este mañana, sobredosis de emoción y alegría sin género de dudas. Como en todas las recuperaciones hay que ser muy prudente, más si cabe en el caso que nos ocupa. El restablecimiento pleno va a ser una etapa lenta, pero lo más importante es que ya ha comenzado. Masa muscular, forma física, etc. todo es cuestión de tiempo. Paciencia, tiempo y trabajo.
Seguro que Virginia Torrecilla no podrá olvidar el día de hoy, el de su encuentro con su profesión, con su vocación, con la parte de su vida que la enfermedad intentó arrebatarle. Seguro también que todos los que se encuentran en la batalla contra el cáncer hoy se sienten un poquito más fuertes, más cerca de la victoria, un pasito mas. Al final, la dimensión de la noticia es esa.
Desde Reinas del Balón queremos enviar un abrazo enorme a Virginia Torrecilla, estamos deseando verla con el catorce a la espalda con la camiseta a rayas rojas y blancas. Abrazo del que hacemos participes a todos aquellos que están padeciendo la enfermedad. Un día, el solo brillará por vosotros.
🎥 ¡Así fue el primer día de @VirginiiiaTr!
😊 ¡Felices de verte de nuevo entrenando!
🔴⚪️ #AúpaAtleti pic.twitter.com/6UyIr6MzhW
— At. Madrid Femenino (@AtletiFemenino) March 24, 2021
Autor: Emilio Mahugo
Foto destacada: RFEF
Foto interior: Atlético de Madrid