A otros la taquicardia les duraría hasta bien entrada la noche, a los de la hinchada colchonera, de corazón recio, fuerte y generoso, no les supondría nada más allá de un estremecimiento interno y un regustillo placentero.
De cine
Si algún guionista de Hollywood, tal vez en dique seco, se hubiera pasado esta mañana por el Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares, habría encontrado un filón prácticamente inagotable para sus futuras creaciones. Hubo de todo, se tocaron todos los géneros. El terror, el de la parroquia local al ver pasar los minutos y aumentar la ventaja visitante; la comedia, algunas decisiones de la colegiada fueron auténticos chistes dignos del Club de la Comedia; el drama, el de las jugadoras onubenses que pasaron de verse con tres puntos en el bolsillo a comprobar que los tenían rotos y volvían a casa con nada; los atracos, o al menos eso pensaban los seguidores rojiblancos; el teatro clásico, algunas jugadoras optaron al Goya con merecimiento; el de autor, Tounkara en estado puro; el de grandes fugas, Ajibade se ganó la expulsión en dos minutos; hasta el cine bíblico, cuando Amanda chocaba con Ramírez era como David contra Goliath, ganando siempre el más grande. No faltó nada, créanme. En fin, una matinal muy aprovechable.
Lo previsible
Comenzó el encuentro del modo previsto, es decir, con el Atlético de Madrid intentando imponer su ley. El empuje colchonero ponía cerco a las redes de Chelsea. Las blanquiazules reculaban ordenadamente, se apiñaban en el centro y se hacían fuertes con el paso del tiempo. Las bandas las utilizaba sobre todo Sheila, al menos la suya, pero los centros que llegaban no eran precisos y, por tanto, no fueron aprovechados.
Estirarse y causar quebraderos de cabeza a Lindahl no era algo que estuviera muy presente en el espíritu visitante. En una de estas raras ocasiones, llegó el penalti, del que me gustaría poder comentar algo más, pero sin televisión, ni repeticiones y siendo el único bar disponible el de la esquina del estadio, me resulta imposible. Lo cierto es que el Sporting de Huelva se puso por delante a la media hora.
El ritmo no cambió, las visitantes continuaron con su táctica de las legiones romanas, y las locales con su querer, poder y nula efectividad.
El segundo tiempo empezó con la confianza por bandera, para unas y otras. Para unas, porque el plan funcionaba. Para otras, porque la inercia del balón, unida a la inclinación del campo terminaría por decantar la balanza. Todas equivocadas.
Lo imprevisible
Dos sucesos dieron una vuelta a la previsión estipulada, la expulsión de Ajibade y el segundo gol del Sporting. ¿Alguien podría dudar de que los tres puntos viajarían a Andalucía? Pues sí, había gente que sí, y vestían de rojiblanco.
Primero salieron a escena Ludmila y Meseguer, la pregunta ahora es, ¿por qué tener a las mejores en el banquillo? Y después, se desencadenó el infierno. La 8 marcó casi sin querer y la temperatura invernal subió diez grados, en la grada sobraban los gorros, las bufandas y los abrigos.
En el noventa Deyna recogió un balón en el área y puso almíbar en el paladar colchonero. Era el empate, ahora la temperatura invernal mutó a veraniega. La hinchada enfebrecida lucía sus camisetas, las de manga corta, ¡ojo!
Descuento mágico
Cinco minutos de alargue, para mí pocos, ya que hubo demasiadas caídas, vahídos y dolores por parte visitante, aunque el más fuerte fue el póstumo, el de no llevarse ni un punto. Última jugada, Van Dongen con el esférico y penalti, minuto noventa y cinco y penalti. Deyna coge la pelota y los aficionados rescataron la chaqueta, un sudor frío les recorrió la espalda. ¿Quién no recordaba el último lanzamiento de la venezolana? La temperatura bajó, bajó mucho. Los hubo que se pusieron hasta los guantes. ¿Algún guionista de Hollywood podría escribir un guion con un final tan espectacular? Lo dudo.
Deyna da unos pasos atrás, avanza hacia la pelota. Unos ya no tenían uñas en los dedos, otros las conservaban gracias a los guantes. Zapatazo, sin ningún tipo de parada, y gol. Gol. La temperatura en la grada subió a categoría de sauna. Se vio gente en bañador, algún top less e incluso desnudos totales. La algarabía y el calor eran la religión del graderío.
No hubo tiempo para más. La colegiada dictaminó el finiquito del encuentro. Y menudo encuentro.
FICHA TÉCNICA
Atlético de Madrid: Lindahl, Aleixandri, Tounkara (Banini 67´), Van Dongen, Menayo (Meseguer 78´), Maitane, Leicy (Ludmila 78´), Amanda (Bárbara 67´), Sheila, Deyna y Ajibade.
Entrenador Óscar Fernández
Sporting de Huelva: Chesea, Ojeda, Santana, Romero (Carol 71´), Rodríguez, Ramírez, Kanteh (Abilda 74´), Fisher, Castelló, Marcos y Keane.
Entrenador: Antonio Toledo
Goles: 0-1 Marcos 31´(p.). 0-2 Ramírez 74´. 1-2 Ludmila 81´. 2-2 Deyna 90´. 3-2 Deyna 90+5´(p.).
Colegiada: Andrea Acevedo-Dudley
Amonestaciones: Dos tarjetas amarillas para la rojiblanca Ajibade 63´y 65´. También vieron amarilla las jugadoras visitantes Romero 12´y Rodríguez 90 + 4´.
Autor: Emilio Mahugo
Fotografías: At. Madrid