Canadá se lleva el oro tras vencer a Suecia en la tanda de penaltis. Las suecas, ganando desde el minuto 34, se dejaron llevar por la misma tónica que contra Australia en la semifinal, dejando escapar la oportunidad de oro (nunca mejor dicho) de subirse a lo más alto del podio olímpico.
Segunda medalla de plata consecutiva para una Suecia que fue de más a menos en la competición. De imponerse a la todopoderosa selección de Estados Unidos en su partido debut, a terminar pidiendo la hora contra Australia en semifinales. Hoy se toparon con una selección canadiense que, si bien no nos ha encandilado por su fútbol, nos ha conquistado por su resiliencia.
SUECIA 1 – CANADÁ 1
El partido, tras el cambio de horario por las altas temperaturas, y tras el cambio de sede por el estado del césped, comenzaba por fin en Yokohama.
La primera posesión para las suecas ya las acercaba a la portería de Labbé, una de las más impenetrables durante todo el torneo. La gran labor defensiva de las canadienses, junto a la solidez entre palos de la portera del Rosengård, convirtieron a la selección de Canadá en una de las menos goleadas de estos juegos de Tokio 2020.
Rolfö probaba fortuna, siendo desviado el balón fuera por una defensora. El saque de esquina fue despejado por Labbé sin complicaciones.
Las canadienses se mostraban cómodas en las transiciones al área rival. Nichelle Prince y Janine Beckie se asociaban en el ataque, aunque la defensa sueca volvía a ser un muro una noche más. A Gerhardsson pareció convencerle el juego defensivo de las semifinales y optó por repetir la estrategia.
Se sucedían las transiciones de un área a otra, con las suecas originando más peligro a balón parado (14 saques de equina frente a los 5 otorgados a sus rivales). Las canadienses buscaban el error defensivo del rival en los repliegues, pero durante los primeros 45 minutos el área sueca fue una auténtica fortaleza vikinga.
Un cabezazo de Jakobsson a punto estuvo de inaugurar el marcador, pero atrapó Labbé muy segura.
El gol les dio demasiada confianza a las suecas
El partido estaba muy igualado hasta que en el minuto 34, llegó el gol.
Blackstenius ponía el 1-0 en el marcador y se desataba la locura entre las suecas. Tras saque de esquina de Canadá, las suecas robaban el balón. Las arietes suecas se colocaban bien en el área y Asllani asistía para que su compañera las adelantase en el marcador.
Canadá por su parte no se amedrentaba por la ventaja de las suecas sobre el papel y en el marcador. Jessie Fleming ponía todo de su parte para que sus compañeras subiesen con ella al ataque. No fueron los momentos de juego más brillantes del partido, con las suecas cerrándose rápidamente en su área cada vez que las canadienses traspasaban la línea de medio campo.
Pese a todo, las canadienses no fueron capaces de imprimir una marcha más a su ataque y fueron de nuevo las suecas quienes tuvieron un par de ocasiones (a saque de esquina) más antes de irse a vestuarios.
Segunda parte para empezar a escribir historia
Las canadienses salían de nuevo al verde con la mentalidad intacta. El cansancio por la acumulación de minutos no hacía mella en ellas, que sabían que su oportunidad estaba por llegar.
Bev Priestman no esperaba a introducir los primeros cambios de estrategia en el centro del campo y en el ataque. Tanto Grosso como Leon enseñaron los dientes en los primeros compases del segundo tiempo, dejando claro que Canadá iba a pelear por el partido.
Suecia seguía siendo peligrosa a balón parado, mientras Labbé se afanaba por no encajar más goles.
Y, como quien la sigue la consigue, llegó el empate para Canadá. Penalti a favor de las canadienses tras derribar a la capitana Sinclair en el área. Una falta muy parecida a la que les otorgó el penalti de la victoria frente a Estados Unidos, el eterno rival, en semifinales.
Tras un amago de Sinclair de ser la lanzadora, la veterana le entregaba, de nuevo, el balón a Jessie Fleming. Tremendo deja vu con el partido de semifinales.
La joven centrocampista del Chelsea volvió a anotar desde los once metros. Sin pestañear la enviaba al fondo de la red e igualaba el marcador.
El gol pareció insuflar aire a los pulmones de las canadienses, que desde el empate mostraron otra cara, mucho más agresiva de cara al área rival.
La propia Fleming tuvo varios tiros desde fuera del área que dejaron temblando a más de un aficionado sueco.
Crónica de una prórroga anunciada
Tras el gol de Fleming, viendo que Suecia apenas llegaba al área rival, todo hacía presagiar que llegaría la prórroga al Nissan Stadium.
Los intentos de las canadienses por resolver el partido antes del minuto 90 no llegaron a buen puerto y al final nos fuimos al tiempo extra.
Media hora más en la que Canadá impuso su juego. Desde su entrada, Julia Grosso fue progresando a la vez que el juego de su selección, llegando a ser una constante en el asedio al área sueca en los últimos minutos del partido.
Las pocas apariciones del combinado sueco fueron, una vez más, a balón parado. Y, de nuevo, la defensa canadiense se mostró intratable. Inconmesurable el trabajo de Ashley Lawrence durante todo el partido.
Ya acercándonos al final de la prórroga, Suecia pareció resucitar y volvió a tomar las riendas del partido, pero sin apenas tiempo para un par de llegadas más. Sonaba el pitido fatídico que señalaba la tanda de penaltis.
Al igual que en el partido entre Países Bajos y Estados Unidos, el lenguaje corporal de las jugadoras dejaba entrever cuál sería la suerte en los penales. Las suecas, con el semblante tenso y serio, frente a las canadienses, con sonrisas en la cara y los músculos relajados.
Caroline Seger elegía la suerte de ser las primeras en la tanda de penaltis tras el lanzamiento de moneda de rigor.
Muerte súbita y Canadá se lleva el oro
Asllani se atrevía con el primero. La jugadora merengue, toda una experta desde los once metros, ajustaba demasiado el lanzamiento y se estrellaba contra el poste.
Jessie Fleming, una vez más frente a frente Lindahl, anotaba el primero para las canadienses. 0-1.
Nathalie Björn era la encargada de lanzar el segundo para Suecia. La nueva central del Everton anotaba el primero para las suyas. El lanzamiento de Ashley Lawrence era detenido por Lindhal. 1-1.
Scough anotaba también para las suecas, mientras que Gilles estrellaba el balón en el travesaño- 2-1 y todos en casa al borde del infarto.
Llegaba el turno para Anvegård. El lanzamiento de la joven delantera del Everton, una de las grandes goleadoras de su generación, era detenido por Steph Labbé. El tiro de Leon también era detenido por Lindahl. El 2-1 seguía favoreciendo a las suecas.
Si Seger anotaba el quinto, Suecia se llevaba el oro. Y la capitana, falló. Los nervios o la fatalidad hicieron que la veterana jugadora lanzase el balón fuera. Rose, sin embargo, anotaba y devolvía la igualdad. 2-2 y a muerte súbita.
Con la presión encima, lanzaba Andersson. Labbé, otra experta en esto de los penaltis, detenía y ponía el foco en su compañera Grosso. La jugadora universitaria (Texas Longhorns), lanzaba con seguridad y firmeza. Imposible de detener para la meta sueca.
Y así, con ese aire a épica de película, Julia Grosso le dio la victoria a Canadá, que se lleva el oro en estos Juegos Olímpicos.
FICHA DEL PARTIDO
Suecia: Lindahl (P), Glas, Ilestedt (Kullberg, min. 120), Björn, Eriksson (Andersson, min. 75), Angeldal (Hurtig, min. 75), Asllani, Seger (C), Jakobsson (Bennison, min. 75), Blackstenius (Schough, min. 106) y Rolfö (Anvegård, min. 106).
Entrenador: Peter Gerhardsson.
Canadá: Labbé (P), Chapman (Riviere, min. 93), Buchanan, Gilles, Lawrence, Fleming, Scott (Zadorsky, min. 122), Quinn (Grosso, min. 46), Sinclair (C) (Huitema, min. 86), Prince (Rose, min. 63) y Beckie (Leon, min. 46).
Entrenadora: Bev Priestman.
Goles: 1-0 Blackstenius (min. 34) y 1-1 Fleming (min. 68).
Árbitra: Anastasia Pustovoitova.
Partido disputado en Nissan Stadium, Yokohama.
Incidencias: Tarjeta amarilla a Beckie (Canadá, min. 27) y tarjeta amarilla a Asllani (Suecia, min. 105).
Autora: Marga Martín
Fotografía: Canada Soccer