Después de anunciar con profunda tristeza la desaparición de uno de los clubes más emblemáticos de Europa hace escasos días, la reacción de la masa social no se hizo esperar.
El revuelo causado en medios de comunicación y redes sociales consiguió que la ciudad de Gotemburgo no se quede sin su equipo femenino, buque insignia del deporte en esa ciudad. Patrocinadores, entidades de diversa índole, y la promesa de mantenerse al menos un año más en la competición de élite nos dan esperanza a los aficionados, que ya dábamos por perdida esta batalla contra los grandes clubes.
La directiva del club afirmó sentirse abrumada por la inmediata respuesta de los aficionados, así como por el gran interés de varias marcas y organismos por encontrar soluciones y rescatar al primer equipo, actuales campeonas de la liga sueca, la Damallsvenskan.
Así pues, se han comprometido a que, pese a todo, el equipo pueda disputar tanto la Damallsvenskan como la Champions League la próxima temporada. Aún así, mantienen la opinión de que el club debe integrarse en un club masculino porque «es inviable la supervivencia de un club únicamente femenino en la actualidad».
Peter Brosnan, presidente del club, comenta que todas las noticias generadas por la desaparición del primer equipo han despertado el interés de otras asociaciones (se está especulando cada vez más fuerte sobre el interés real del BK Häcken, uno de los clubes masculinos de Gotemburgo con más recursos en la actualidad). Para él, esto es algo que fortalecerá al fútbol femenino e indica que tarde o temprano los clubes exclusivamente femeninos terminarán tomando ese mismo camino.
«Es un mensaje esperanzador para el futuro. A veces se nos olvida que el Kopparbergs/Göteborg FC no es un club tradicional, sino que llevamos 17 años con un proyecto para implementar el fútbol femenino en Gotemburgo. Hemos logrado muchas cosas, pero en algún momento este proyecto debe terminar y transformarse en una realidad».
La continuidad del equipo a día de hoy ya es una certeza, cosa que no puede decirse de la directiva. No es casualidad que el actual presidente sea también CEO del principal patrocinador del club, patrocinio que fue retirado y que parece ser el origen del precipitado anuncio de desaparición del equipo en primera instancia.
Tras ser preguntado acerca de los rumores que le sitúan más fuera que dentro del club, Brosnan comenta que en breve se reunirán para elegir una nueva junta directiva. Sobre su puesto: «He sido presidente del club durante 17 años, entiendo que con este nuevo rumbo de la entidad mi presencia podría ser un problema para los nuevos miembros. Sigo siendo un emprendedor. Mi único objetivo es que el equipo pueda seguir creciendo a nivel internacional».
Las jugadoras, que hace unos días tenían las miras puestas en una precipitada salida al mercado de invierno, respiran algo más aliviadas sabiendo que al menos este año seguirán jugando en el Valhalla IP.
Para la guardameta Jennifer Falk: «es una buena noticia, pero aún se siente como algo extraño. Es difícil entender realmente lo que ha sucedido, pero me alegro de que podamos seguir jugando el año que viene».
La centrocampista Filippa Curmark secunda las declaraciones de su compañera: «Por supuesto, estamos muy contentas de que las cosas parezcan haberse resuelto y de que podamos seguir en Gotemburgo. Sobre cómo se ha llevado todo este asunto… prefiero no seguir hablando».
Reconozco que después de todos estos días de cruces de declaraciones e informaciones desalentadoras empiezo a creer en los milagros navideños. Esperemos que estos nuevos inversores consigan que este club siga conservando su identidad y siga la senda de buenos resultados cosechados esta pasada temporada. Lycka till!!
Autora: Marga Martín
Fotografía: OBOS Damallsvenskan