Semana movida en la Primera Iberdrola con la reunión mantenida entre las capitanas de los equipos y la Federación a cuenta de la cantidad de partidos suspendidos hasta la fecha, habida cuenta que además este fin de semana tenía que disputarse la primera jornada de la segunda vuelta dl campeonato, y ante un protocolo confuso que en algunos partidos daba lugar a la suspensión y en otros a la disputa de los mismos. Comunicado de las jugadoras ante los oídos sordos de la Federación y respuesta inmediata de ésta.
Y en la matinal de domingo partido, el Clásico masculino llevado al terreno del FutFem donde hasta ahora lo había sido aquellos enfrentamientos contra el cuadro colchonero. En cualquier caso, un partido que se convertirá en Clásico porque así lo marcan los cánones de los enfrentamientos entre las dos grandes entidades futbolísticas de nuestro país. Como medida de protesta iniciaba el encuentro con las jugadoras poniendo el esférico en movimiento, pero parándose todas ellas en el sitio en el que se encontraban sin disputar los primeros segundos como protesta ante los oídos sordos del ente federativo y de las respuestas publica dada por el mismo.
En cuanto al partido propiamente dicho, un Real Madrid que había anunciado en la previa en las manifestaciones en boca de su entrenador y de sus jugadoras que afrontaban el encuentro como un reto para medirse al que era considerado un referente europeo y que les serviría para medir cuán cerca se encontraban del conjunto azulgrana a la vez que debían defender el escudo y demostrar que el madridismo también estaba bien presente en el FutFem. Las pupilas de David Aznar salieron al encuentro con una disposición sobre el verde con esa presión media que ya esperaba Lluís Cortés confiando en esas transiciones con las que poder hacer daño a las azulgrana. Esa presión entorpecía la fiabilidad de los pases del conjunto local que como siempre sería dominador del esférico.
Las madrileñas aguantaron las acometidas de un cuadro azulgrana que, aunque empezó con algunas imprecisiones que provocó incluso alguna salida, aunque sin inquietar a Sandra Paños, sí que daban la sensación de poder generar inquietud en las pupilas de Lluís Cortés. Tras un primer remate fallido a puerta aparecería la figura de una descomunal Alèxia Putellas que condujo por la frontal del área hasta que encontró ese hueco perfecto en el que colocar el esférico en la cruceta haciendo inútil a la estirada de una Misa que instantes antes había estado perfecta enviando a córner un remate de cabeza de Patri que iba camino del fondo de las mallas.
La calidad individual seguía imponiéndose sobre el verde donde las visitantes corrían detrás del balón y conseguían maniatar el juego azulgrana. Pero el Barcelona tiene esa calidad innata para solventar incluso esos partidos atascados y en un balón largo para Oshoala, esta inicialmente no cedía el esférico a Jenni en lo que parecía más lógico por la situación posicional ventajosa de la atacante azulgrana, quien sí aprovecharía el rechace de Misa ante el intento de la nigeriana de superarla con una vaselina para poner más tierra de por medio en el marcador.
El Real Madrid sin hacer prácticamente nada mal se veía con dos goles por debajo en el marcador, aunque sin cambiar el guion del partido confiando en que le acabaría saliendo lo que habían estado preparando durante la semana y es que David Aznar manifestó en la previa conocer perfectamente aquellos puntos débiles de las azulgrana. De momento conseguía dificultar la fluidez en su juego, pero en nada evitaba la ventaja azulgrana.
Graham Hansen en una de sus continuas y habituales internadas de fuera adentro superaba su par y buscaba esa rosca perfecta para superar por el palo largo a Misa, pero le falto ese punto de rosca necesario para que el esférico se hubiera acabado introduciendo en la portería.
Precisamente la noruega sería la protagonista del tercero. El Real Madrid había subido la presión a bloque alto intentando evitar las salidas con balón controlado de las azulgrana, pero al igual que en el segundo de las locales, desajuste defensivo en una de las bandas que acababa con Graham saliendo en ventaja y con el balón en los pies, encaraba a Misa y acababa cediendo el gol a Oshoala que sólo tenía que empujar el esférico al fondo de las mallas. Duro correctivo para el Real Madrid que si conocía de las debilidades azulgrana no las estaba encontrando haciendo patente, al menos en los primeros cuarenta y cinco minutos, que aún está lejos de las azulgrana.
El segundo tiempo se inició con los mismos matices con los que había acabado el primer acto, ambos conjuntos con presión alta para intentar robar lo más cerca de portería contraria pero en estos matices es donde se ve la diferencia entre ambos conjuntos, el Barcelona que como bloque presiona y traza la línea defensiva para si superan esa presión revertir la situación con solvencia y un Real Madrid que se sigue desajustando ante la mayor calidad individual y grupal de las rivales.
Al poco de iniciarse la vuelta de vestuarios, incursión de Patri hasta línea de fondo y su pase al área pequeña que debía acabar en gol de Oshoala ante la clara ocasión a escasos centímetros de la línea de gol de forma increíble acababa en el larguero y en la acción posterior conseguía la zaga madrileña alejar el esférico y evitar el tanto que ya dejaría sentenciado de forma definitiva el partido.
Cumplido el primer cuarto de hora del segundo tiempo llegó la primera intervención exigente para Sandra Paños en un centro lateral de Marta Cardona que había superado con una excelente habilidad la posición de Leila y la alicantina despejó de puños volando hacia el esférico para evitar el remate de Jakobsson. Era la primera acción en la que el conjunto visitante se podría considerar que había exigido a la cancerbera azulgrana más allá de las intervenciones con el pie en salida de balón y los blocajes fáciles en los centros del primer tiempo.
Con Aitana esperando en la banda para entrar al verde llegaría el cuarto gol del Barcelona, un gol de esos que consagran a Oshoala como la jugadora que logra esos goles increíbles y es capaz de fallar los más claros. Barullo dentro del área con la defensora visitante intentando alejar el peligro y el balón que choca con Oshoala y acaba en el interior de las mallas ante la sorpresa de la propia atacante nigeriana. En pocos minutos estaba pasando y pasaría de todo, no solo las primeras sustituciones en el conjunto local, sino especialmente la expulsión de Misa. La cancerbera del Real Madrid salía a la desesperada a tapar otro balón a espaldas de su defensa y desviaba con la mano el disparo de Oshoal si bien se encontraba fuera del área con lo que la colegiada no podía sino expulsar a Misa.
Corregiría la colegiada dicha expulsión con otra acción de esas que deja en evidencia que algo falla en la pretendida profesionalización del fútbol. Error clamoroso de la colegiada que señalaba la máxima en una acción en la que Mapi anticipaba la acción de Jakobsson tocando claramente el esférico. Segunda amarilla para la defensora azulgrana y penalti que transformaba Olga engañando a Sandra en su estirada. Para aquellos que quieran polémica ya estaba servida.
Ficha técnica
FC Barcelona: Sandra Paños, Mapi León, Andrea Pereira, Marta Torrejón, Leila Ouahabi (Melanie Serrano 86’), Patri Guijarro, Alèxia Putellas (Vicky Losada 86’), Jenni Hermoso (Kheira Hamraoui), Asisat Oshoala, Mariona Caldentey (Aitana Bonmatí) y Caroline Graham.
Entrenador: Lluís Cortés.
Real Madrid: Misa, Ivana Andrés, Peter Babbet, Kenty Robles, Olga Carmona (Claudia Florentino 90+1’), Maite Oroz (Marta Corredera 74’), Aurelie Kaci, Teresa Abelleira (Yohana 74’), Thaisa, Marta Cardona y Sofía Jakobsson.
Entrenador: David Aznar.
Estadio: Johan Cruyff.
Goles: 1-0 Alèxia Putellas 14’, 2-0 Jenni Hermoso 23’, 3-0 Asisat Oshoala 37’, 4-0 Oshoala 69’, 4-1 Olga Carmona 81’.
Amonestaciones: Mapi León 39’ 81’ (roja), Kaci 64’, Misa 74’ roja directa.
Colegiada: Èlia María Martínez Martínez (colegio murciano).
Asistentes: Rita Cabañero Mompo (colegio valenciano) y Naomi Bellido Alcolea (colegio andaluz).
Cuarta colegiada: Meritxell Guardia Ferrer (colegio catalán).
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: FC Barcelona