Ganas, continúas. Pierdes, te vas. El torneo del KO está aquí. Es cierto que la Liga es la competición donde la regularidad marca el devenir de los equipos, donde todos se enfrentan a todos. Pero no es menos cierto que la Copa por aquello de que en un suspiro te puede cambiar el futuro, que el destino te juega una mala o buena pasada y todos tus planes se alteran, conlleva una dosis importante de emoción e incertidumbre. Torneo no apto para flojos de corazón.
Lo ideal, al menos en mi opinión, es que la Copa de la Reina no fuera un campeonato acotado y que la jugaran todos los clubes, incluyendo obviamente los de diferentes categorías, con sorteo puro y a un partido. Más adrenalina que en los siete picos de un parque de atracci0nes. Por el momento nos tenemos que conformar con el modelo que hay. Es así. De cualquier modo lo vamos a disfrutar, eso es por descontado.
Duelo de alto voltaje
Uno de los emparejamientos deparó un choque de titanes, la Real Sociedad contra el Atlético de Madrid. Nada mas y nada menos. No hace falta echar la vista muy atrás para encontrarnos con estos dos conjuntos en la mismísima final de la Copa. En esa ocasión la victoria se tiñó de color blanquiazul, una remontada llevó la Copa a las vitrinas donostiarras. Mucho merito para las jugadoras realistas ya que doblegaron a unas colchoneras que venían de ganar la Liga y que jugaban al fútbol de maravilla.
En estos días la situación ha cambiado mucho, al menos por el lado rojiblanco. El Atlético de Madrid ahora mismo no es ese equipo prácticamente invencible, muy al contrario, la fragilidad parece haberse acoplado a su devenir. En la Liga Iberdrola marcha mal, muy alejado de los tres primeros puestos, con lo que conseguir plaza para la Champions se antoja tarea complicada. Por contra la Real Sociedad acaricia esas posiciones en un cuarto puesto que permite soñar con lograr el podio. Las sensaciones por tanto son encontradas.
Fuerzas equilibradas
¡Ojo! Para eso está la Copa, para destrozar oráculos, acabar con rachas, difuminar sensaciones, eludir el destino implacable de la Liga. Ser en una competición el doctor Jekill y en otra mister Hyde. En una la bella y en otra la bestia. Recordemos que tan solo hace unas semanas cuando contra todo pronóstico el Atleti se proclamó campeón de la Supercopa. Sopesando todos los condicionantes sería difícil apostar un café por el ganador. En principio el equilibrio parece la situación más razonada. Seguro que Nahikari, Eizaguirre y compañía están capacitadas para presentar su candidatura y asaltar la siguiente ronda, por supuesto que si. También es razonable pensar que Meseguer, Aleixandri y las suyas ven en esta competición una gran oportunidad para resarcirse del malestar en la liga y conquistar un nuevo título, es lógico que así sea.
Lo cierto es que tanto las unas como las otras, blanquiazules y rojiblancas, nos ofrecerán un partido espectacular, plagado de emoción y buen juego. La cita es mañana miércoles a las cuatro y media de la tarde.
Autor: Emilio Mahugo
Fotomontaje: Luis Fernando Ramos Martín