Las oficinas del Real Madrid no paran ni siquiera con los rigores estivales. Si en el día de ayer el club blanco fichó a Sandie Toletti, hoy es la brasileña Kathellen Sousa la que lucirá la casaca blanca la próxima campaña.
Sousa juega de defensa y procede del Inter de Milan. Nació el 26 de abril de 1996 en São Vicente, una ciudad del Estado de São Paulo.
No lo tuvo fácil la pequeña Kathellen para ser futbolista. Todas las puertas se le cerraban. Pero aquella muchachita no cejó en su empeño. Lo mismo que su ídolo deportivo, Marta Viera, que también pasó dificultades para practicar el balompié más allá de su barriada.
Así, Sousa decidió solicitar una beca deportiva en Estados Unidos. Los del país de las barras y estrellas fueron más avispados y enseguida se percataron de que era un diamante en bruto. Allí creció, estudió, se hizo mujer y una gran futbolista. Soñaba con triunfar.
En 2018 cruzó el charco para fichar por el Girondins de Bordeaux. Sin duda, 2018 fue su año, ya que debutó en la selección de su país.
En 2020 la contrató el Inter de Milan. Jugó en el equipo de la Lombardía un par de temporadas y ahora da el salto a la liga española. Nada más y nada menos que al Real Madrid.
No se caracteriza por su olfato goleador. No es su misión tampoco. Su envergadura, 180 centímetros, la hacen ser un valladar defensivo muy valioso. Seguro que Alberto Toril aprovechará esa virtud para cerrar la zaga blanca a cal y canto.
Se trata del cuarto refuerzo del Real Madrid 2022-2023. Primero fue la centrocampista escocesa Caroline Weir. Luego firmó por el conjunto vikingo la delantera francesa Naomie Feller. Finalmente, ayer llegó a la casa blanca la delantera, también francesa, Sandie Toletti.
Refuerzos para todas las demarcaciones, a excepción de la portería, pero Toril considera que ese puesto esta bien cubierto y lo que diga va a Misa…
Autor: Luis Fernando Ramos
Fotografía: Real Madrid