Apasionante, frenética, llena de calidad y con un talento encima del rectángulo de juego como pocas veces puede verse en el panorama mundial. Cada uno de los equipos con su estilo de juego, cada una de sus jugadoras intentando explotar al máximo sus cualidades a la vez que empequeñecer las virtudes de sus pares en el equipo oponente. Pero sobre todo espectáculo en estado puro. Esto fue lo que ofrecieron ambos conjuntos, parisinas y barcelonesas sobre el verde del que debía de haber sido el Parque de los Príncipes, pero que se quedó en un estadio que no merecen unas semifinales de Champions.
Duelo por todo lo alto
Saltaron al terreno de juego ambos conjuntos. Además, se preveía un duelo de banquillos entre dos figuras emergentes en los últimos años como Echouafni y Cortés. Ambos conocían perfectamente a su rival y tenían en sus equipos a jugadoras que ya se habían enfrentado en diferentes ocasiones en el panorama internacional con las respectivas selecciones nacionales. Se preveía a un Barcelona más posicional, queriendo el balón porque como dijo su entrenador y aplica la filosofía azulgrana, ya una forma de defender es tener el balón y a partir del mismo poder generar ocasiones de gol y tener la caprichosa en aquellas zonas del terreno de juego donde crear peligro e inquietar a las rivales.
Por su parte, el técnico parisino, consciente de la gran virtud en la verticalidad de sus jugadoras y esas transiciones frenéticas que son capaces de generar a partir de una presión alta y esos robos en campo contrario, sabía que podía darles el balón a las rivales, pero hasta cierto punto para que sus jugadoras no sintieran el agobio de ir detrás del esférico durante gran parte del encuentro.
Dos estilos, un mismo objetivo
Con esa premisa se vio un primer tiempo frenético en el que ambos conjuntos intentaron y lograron imponer su estilo. en algunas fases de los primeros cuarenta y cinco minutos se vio a un conjunto azulgrana más alejado de ese futbol control al que nos tiene acostumbrados y puede permitirse con los rivales que tiene en la Primera Iberdrola. A la vez, que se vio a un conjunto parisino más maniatado que de costumbre. Está acostumbrado en el campeonato doméstico a tener que luchar en más acciones cuerpo a cuerpo con sus rivales que no a tener que ser más táctico a nivel defensivo frente a un rival con la calidad de las jugadoras azulgranas.
El Barcelona dio primero
Empezó golpeando el conjunto azulgrana merced a la primera llegada con peligro frente al marco de Endler. La portera chilena cometió el único pequeño error de cálculo de todo el encuentro en esta acción inicial. No habíamos llegado al minuto quince de partido. Fue en una de esas acciones en las que se demuestran los errores de los equipos, parte error propio, parte provocado por las acciones de las rivales.
Como habían anticipado Lluís Cortés en la previa, las frenéticas transiciones en el ataque del PSG provocaba desajustes defensivos del equipo. Uno de ellos fue perfectamente aprovechado por el conjunto azulgrana. Recuperación en el centro del campo, Alana Cook fuera de sitio y Hamraoui que veía perfectamente la caída a banda de una móvil Aitana que enviaba un centro medido al segundo palo donde Endler calculaba mal en su salida y permitía el remate a placer de Jenni para adelantar a su equipo en el electrónico y dar de forma errónea la sensación que las azulgrana pasarían por encima de las parisinas.
Reacción parisina
Nada más lejos de la realidad y es que quedaba todo un mundo por delante. Como nos recordó también el técnico de Tàrrega en la previa, la eliminatoria no se decidiría en el primer encuentro. Y cuánta razón tenía. En uno de los muchos saques de esquina a favor de las locales en el primer tiempo, si momentos antes habían rematado de forma errática hasta en dos ocasiones, en esta estuvieron más acertadas. Centro de Dabritz, remate hacia portería de Lawrence y totalmente sola en línea de gol Alana Cook y la norteamericana que ponía la igualdad en el electrónico. Demasiado pronto respecto del tanto que había inaugurado el marcador.
PSG (Pudo Sumar Goles)
A partir de entonces, las azulgrana pasaron por momentos de desconcierto en los que se vieron superadas durante unas cuantas acciones por el empuje de las francesas que habían podido sobreponerse de forma inmediata al mazazo del primer tanto. En una de esas acciones, y en otra acción a balón parado, en esta ocasión una falta lateral lanzada directamente a portería por la alemana Dabritz a punto estuvo de traspasar la línea de gol tras tocar en la selva de piernas que había en el interior del área, pero ahí, sobre la misma línea de gol, anteriormente mal defendida por las azulgrana, aparecía la pierna salvadora de Marta Torrejón que evitaba el segundo tanto local.
Las azulgrana recuperaron la posesión
A partir de recuperar el balón, de mover más a sus adversarias y de ajustar mejor los pases y controles, así como las transiciones de un lado al otro del campo, las pupilas de Lluís Cortés recuperaron el dominio del partido y consiguieron que este entrar en una fase en la que se mostraron superiores a sus rivales y en el que tuvieron diferentes ocasiones muy claras para conseguir ponerse nuevamente por delante.
Endler, un seguro
Pero ahí emergió la figura salvadora de la portera Endler que en diferentes intervenciones providenciales evitó que su equipo sufriera un descalabro en el marcador. Voló y tapó de forma excelente el marco que le tocaba defender y con ello le dio un aire de confianza a sus compañeras para afrontar los minutos finales del primer tiempo. Unos minutos finales en los que las francesas tomaron aire y se fueron a por sus rivales. Cierto que con una contundencia al que no están acostumbradas las azulgrana. Una contundencia con la que se juega en la mayor parte de Europa y en la que realmente se ve que están más avanzados.
Las ocasiones de Katoto
Porque el fútbol es de contacto y la colegiado lo permitió. Es el fútbol con el que se encuentran las parisinas en su liga, ya lo había anticipado Hamraoui en sala de prensa, y con ello aumentaron esa presión y consiguieron imponer su juego. De hecho, de no haber sido por la falta de puntería de Katoto en las acciones de uno contra uno frente a Sandra Paños, se podían haber marchado las locales con una ventaja sustanciosa al descanso.
Toma y daca
Se estaba viviendo un partido con muchas alternativas, con esos mini partidos de los que tanto gusta hablar a los entrenadores. Esos aspectos micros que ya se anticipaba que podían ser decisivos y de momento había empate en el marcador y en casi todos los aspectos del juego desplegado por un par de equipos que ensalzan y crean afición frente a la pantalla de la televisión.
Segundo tiempo
El segundo tiempo no resultó tan apasionante como el primero, estuvo más lleno de interrupciones, más faltas, más protestas, y quizás no fue tan vistoso a nivel de ocasiones y de alternativas como el primer tiempo. Visto el partido pareció que las azulgrana se sintieran más cómodas, mientras que las francesas también lo parecieron con una actitud quizás más defensiva, o engañosamente defensiva puesto que habían visto las carencias de las azulgrana en las transiciones defensivas. Dio a entender su posicionamiento que buscaban más esos errores con los que salir de forma frenética a la contra.
Control catalán
Por su parte, las azulgrana consiguieron asentarse. Consiguieron en el descanso ajustar esos aspectos del juego que habían provocado esas transiciones enloquecidas del inicio y del final del primer tiempo. No dio la sensación que sufrieran tanto como en los primeros cuarenta y cinco minutos. En ocasiones incluso dio la sensación que ambos equipos se citaban para la vuelta en el Johan dentro de una semana, porque allí con público, en el talismán azulgrana es donde se tenía y donde se resolverá la eliminatoria. Desde el otro lado de la pantalla y habiendo disfrutado de un apasionante primer tiempo en el que siquiera daba tiempo a destacar algo porque enseguida algo mejor sucedía.
Nos espera la vuelta
El segundo tiempo fue como un cierto bajón, como un dejá vu, como un nos vemos en siete días y allí con todo, con todas. quizás con Diani recuperada, y quizás, esperemos como avanzan los días, con Patri (lesionada pero sancionada y con ello cumplido). Veremos cómo de buenos, cómo de espectaculares son estos partidos, estos equipos, y como nos hacen disfrutar. Porque a esta temporada le hacían falta una semifinales de Champions como éstas. Y lo podremos ver en directo, lo podrán ver algunos privilegiados sentados en el Johan y esperemos que con la guinda final de la clasificación de las azulgrana para la final, la que sería su segunda final, una final frente a alemanas o inglesas, veremos que nos depara el futuro.
🎥 Reviu el valuós empat a París davant les adversitats (1-1) #UWCL pic.twitter.com/J9iJn3mJTn
— FC Barcelona Femení (@FCBfemeni) April 26, 2021
Ficha técnica
PSG: Christiane Endler, Perle Morroni, Irene Paredes, Paulina Dudek, Alana Cook (Ramona Bachmann 73’), Sara Dabritz, Formiga (Nadia Nadim 76’), Grace Geyoro, Sandy Baltimore, Ashley Lawrence y Marie-Antoinette Katoto.
Entrenador: Olivier Echouafni.
FC Barcelona: Sandra Paños, Mapi León, Marta Torrejón, Andrea Pereira, Leila Ouahabi, Alèxia Putellas, Aitana Bonmatí, Kheira Hamraoui (Vicky Losada 84’), Jenni Hermoso (Asisat Oshoala 74’), Lieke Martens (Mariona Caldentey 74’) y Caroline Graham Hansen.
Entrenador: Lluís Cortés.
Estadio: Stade Municipal Georges Lefèvre.
Goles: 0-1 Jenni Hermoso 13’, 1-1 Alana Cook 21’.
Amonestaciones: Formiga 30’, Andrea Pereira 36’, Perle Morroni 52’, Mapi León 63’ y Irene Paredes 71’.
Colegiada: Olga Zadinova (Federacion Checa).
Asistentes: Lucie Ratajova (Federación Checa) y Paulina Baranowska (Federacion Polonia).
Cuarta colegiada: Monika Mularczyk (Federación Polonia).
Autor: Enric Solé Altarriba
Foto principal: FC Barcelona
Foto interior: UWCL