El informe de FIFPRO 2020 Raising Our Game, sobre la mejora de los estándares de la industria para jugadoras profesionales, programado originalmente para su publicación en febrero de 2020 ha sido publicado hoy debido a la crisis de salud global. El informe ofrece una perspectiva sobre la evolución de la situación, las implicaciones de la crisis mundial de salud en el fútbol femenino profesional y las recomendaciones. La situación actual amenaza fragilidad del ecosistema de fútbol femenino dadas las ligas profesionales menos establecidas, los bajos salarios, el alcance limitado de oportunidades, los acuerdos desiguales de patrocinio y la menor inversión corporativa, la falta de contratos escritos, la duración a corto plazo de los contratos de trabajo, la falta de seguro de salud y la cobertura médica, y la ausencia de protecciones básicas para las trabajadoras y los derechos de las trabajadoras dejan a muchas jugadoras, algunas de las cuales ya se tambaleaban en los márgenes, en gran riesgo de perder sus medios de vida.
La cuarentena a la que fue sometida la Selección China en enero previo al torneo pre-olimpico de Asia fue el inicio de la pandemia para el futbol femenino. Desde ese momento, hemos visto torneos internacionales donde fue limitado el público, finales que no se jugaron -Algarve Cup-, el aplazamiento del inicio de ligas y la cancelación de otras. Mientras la pandemia nos iba confinando en las casas, algunas futbolistas han resaltado que algunos clubes no han tenido comunicación con ellas -comunicación inconsistente-. Les han cancelado o suspendido contratos y algunas de ellas la pandemia les ha tocado en otros países lejos de sus familias y amigos -Salud Mental-. Perder el reconocimiento de todo lo avanzado, la presión y la incertidumbre por regresar a jugar en las mejores condiciones físicas ha cambiado ciclos menstruales, rutinas de sueño, entrenamientos y dietas.
El reporte de FIFPRO revela datos como:
- En 2017, el 18% de las jugadoras eran profesionales de acuerdo con las regulaciones de la FIFA: cumplen con los criterios de tener un contrato escrito y recibir un pago más por su actividad futbolística que los gastos incurridos. La pandemia ha recrudecido la situación de todas aquellas que son consideradas como futbolistas aficionadas.
- En 2017, la duración promedio del contrato de una jugadora femenina es de 12 meses, y el 47% de ellas no tienen ningún contrato. A medida que las ligas se posponen y las competiciones se cancelan, muchas jugadoras no estarán protegidas contra la pérdida de salarios ni serán apoyadas en disputas laborales.
- 51% de las jugadoras revela que los clubes les están ayudando con su vivienda, 44% con su seguro medico y el 37% con su alimentación.
- Muchas jugadoras profesionales no pueden llegar a fin de mes únicamente a través de los ingresos de su club. En 2017 se reveló que más del 60% de las jugadoras ganan menos de $ 600 USD al mes y el 37% dice que se les paga tarde. Por lo tanto, a medida que se posponen los eventos como los Juegos Olímpicos y las competencias de la FIFA, es esencial un esquema de compensación que remunere de manera directa y adecuada a las jugadoras de manera oportuna.
FIFPRO sugiere que ante la pandemia se deben crear entornos de trabajo donde las jugadoras no sean explotadas, sus derechos sean valorados y se les otorgue pleno respeto. Además, las siguientes medidas específicas:
- Priorizar el cuidado de la jugadora, la salud, la seguridad y el bienestar en todas.
- Use esta crisis como una oportunidad para abordar las deficiencias en el fútbol femenino profesional y establecer estándares laborales globales para las condiciones laborales de las jugadoras.
- Aplicar medidas y condiciones financieras especiales para jugadoras, clubes y competiciones cuando sea necesario.
- Exigir que ninguna persona en función de su género quede excluida de ningún incentivo financiero, programa de remuneración o actividad que reciba asistencia financiera.
- Desarrollar sistemas de solidaridad y apoyo en la industria del fútbol para ayudar a garantizar que el juego de las mujeres no sufra daños extremos.
- Situar a la industria del fútbol femenino para su inclusión en la financiación del gobierno, particularmente para organizaciones vulnerables como clubes pequeños y medianos y el fútbol femenino en general.
Hallazgos y peticiones que vistos desde cualquier otra industria parecen básicas. Hallazgos y peticiones que no se verán tan marcados para los deportistas hombres. Y es que finalmente, la pandemia nos ha mostrado -ponga aquí cualquier tema- la realidad que “la vida del siglo XXI” se limitaba en mostrar.
Autora: Liliana Viáfara
Fotografías: FIFPRO