El fútbol femenino es cada vez más un deporte referente en los Juegos Olímpicos. Y muchas veces su popularidad no es tanto por cumplir nuevos récords, sino por el sentimiento de exclusión que se ha dejado ver. O más bien, esta vez, oír en una de las retransmisiones de uno de los partidos de cuartos de final, a través de Eurosport.
Palabras desafortunadas
José Manuel Díaz tuvo la fatídica ocurrencia de decir durante la retransmisión esto: “Es difícil ver un partido de fútbol de mujeres de estos, decir qué bien han jugado en el día de hoy. Fíjate que hemos hecho partidos. Yo recuerdo el primer partido que se hizo en Eurosport fue en la final del Mundial del 95, que ganó Noruega a Alemania aquella final. Y desde entonces, Rubén, habré visto no más de diez partidos. Recuerdo una semifinal Alemania-Suecia en una Eurocopa en Suecia, que fue un partidazo de ida y vuelta, increíble, con un ritmo… Algo de las chinas en los 90; la final del Mundial del 99, con aquel estadio de Pasadena, 100.000 espectadores casi, que empataron a cero, se fueron a la prórroga, se decidió en los penaltis, pero fue un partidazo. Y pocos más”.
Opiniones vertidas
Unos comentarios poco acertados. No porque el partido fuera horrible, sino más bien por todo el contexto en general. Los comentarios no sólo dicen que es un mal partido. Además, osa a decir, que no ha visto más de diez partidos en su carrera de fútbol femenino. O eso da a entender.
Como comunicador que es, y más de un partido de cuartos de final de los Juegos Olímpicos, se debe de dar al espectador, la sensación de que amas ese deporte. El fútbol femenino, al ser un deporte minoritario, quién lo este viendo, seguramente son aficionados o/y gente que trabaja en ese mundo.
Casos sexistas
Es verdad que ha habido muchos casos, a nueve días de haber empezado los Juegos Olímpicos de Tokio, varias denuncias ya por sexismo. Como, por ejemplo, la medallista coreana An San, a pesar de haber conseguido un nuevo récord en tiro con arco. La deportista fue menospreciada con insultos, por hombres de su propio país, por tener el pelo corto.
Un caso positivo han sido las gimnastas alemanas, que han decidido vestir con un mallot completo para su actuación. Las gimnastas han decidido vestirse para sentirse más cómodas en sus ejercicios, que por estética.
Pero otro caso, que sí ha sido negativo, ha sido para las jugadoras noruegas de balonmano. Las deportistas del norte de Europa decidieron vestir con pantalón corto ajustado, en vez de con braga de bikini. Y la Federación Europea de Balonmano, las ha multado por no ser la vestimenta estipulada para este deporte. Una clara acción más, de que el deporte debe responder a las necesidades de quienes lo practican. Y que deben de ser escuchadas.
En conclusión, aún hay muchos tabúes en los Juegos Olímpicos de cara a las deportistas. Y, también como pueden, o quieren vivir ellas el deporte. Esta claro, que hay que seguir trabajando sobre ello. Y sobre todo, profundizar en los errores, y subsanarlos, de manera en el que se promueva siempre la inclusión en el deporte.
Autora: Alicia Rodríguez
Fotomontaje: Luis Fernando Ramos