No cabe duda de que María Echezarreta es una gran portera y que tiene una enorme proyección. Asturiana de nacimiento, fue jugadora del Real Oviedo, con el que estuvo a punto de subir a la Liga Iberdrola, decidió vivir la aventura americana y estudiar en el Northfield Mount Hermon School donde fue la guardameta de su equipo. Recientemente ha fichado por el New England Fútbol Club y ha sido nombrada portera del año 2018 en Estados Unidos. Cheza, como le gusta ser conocida, es una joven de tan solo 17 años de edad, divertida, con una sonrisa contagiosa y que irradia vitalidad, a la cual le gusta salir con los amigos, practicar surf y realizar manualidades, en especial la inicial de su nombre en forma de caracolillo que, asegura, habita en su corazón, el cual ha convertido en su seña de identidad, quizás por asemejarse a sus ensortijados cabellos. Fue una de las heroínas de la selección española sub 19 que conquistó la Eurocopa de la categoría el verano pasado. María contempla con optimismo el futuro, pues sabe que los sueños se hacen realidad con constancia, trabajo y mucho sacrificio. En esta entrevista concedida al diario Reinas del balón nos descubre su lado más personal y humano.
¿Cómo era la pequeña María de niña y cuándo decidiste que querías ser futbolista?
La pequeña María era un alma libre. Hacía cualquier deporte sin importarme cuál, con tal de andar corriendo por ahí ya era feliz. La verdad es que no creo que haya decidido jugar al fútbol, creo que esa pasión la llevaba en las venas, porque cuando le dije a mis padres que quería jugar al fútbol lo dije muy seria, y por supuesto ellos me abrieron las puertas a este gran y apasionante mundo.
¿Quién fue tu primer ídolo futbolístico?
Sinceramente no soy una fanática del fútbol, es más, apenas veo fútbol. A mí me gusta más salir al campo cada día y entrenar. Pero por supuesto la figura de Iker Casillas y De Gea siempre han estado presente. No sólo me gustaba su manera de jugar, también tomé la decisión de fijarme en ellos por su carácter y su forma de ver la vida.
Cuéntanos, ¿cómo recuerdas tu paso por el Real Oviedo?
Mi paso por el Real Oviedo es algo que nunca olvidaré, es más aún sigue presente porque les sigo continuamente. En el Oviedo viví experiencias que recordaré toda mi vida; tres ligas y dos Playoffs. Pero sin ninguna duda mi paso por el Real Oviedo me ha dado una familia. Personas que siempre están ahí para apoyarte y sacarte una sonrisa. El Oviedo para mí es parte de mi casa.
¿Cómo se percibe el fútbol femenino en Estados Unidos y cuál es la mayor diferencia que observas social y deportivamente con respecto al español?
Estados Unidos es otro mundo. Se vuelcan más con el fútbol femenino dándole todos los recursos necesarios. Pero lo que más me ha llamado la atención es que aquí el fútbol femenino triunfa porque existen todo tipo de equipos según tu nivel, por lo que aunque no se te dé muy bien este deporte siempre te va a acoger algún equipo en el que puedes aprender y disfrutar de lo que te gusta.
¿Cómo es tu día a día en Estados Unidos?
Ajetreada, como siempre. Me dedico a estudiar a jugar al fútbol; pero este es un mundo nuevo para mí, hay muchas cosas que estoy descubriendo y aprendiendo de cara a mi futuro, por lo que el poco tiempo libre que tengo deja de ser libre porque siempre habrá algún sitio al que quiera ir o algo nuevo que quiera aprender o descubrir.
¿Qué es lo que más echas de menos?
Por supuesto siempre se echará de menos la comida; pero sí que muchas veces echo de menos la mentalidad y forma de vida española. Su forma de ver las cosas es muy diferente. En España todo está planeado con mucha antelación y aquí les gusta mucho improvisar, y la verdad que a veces me cuesta pero cada vez me es más fácil y estoy segura que esto me ayudará a ser más eficaz en un futuro.
Tú fuiste una pieza fundamental en la consecución de la Eurocopa sub 19 para España, ¿qué recuerdos tienes de aquellos días?
Ya pasaron unos meses y aún no soy consciente de lo que hicimos. Es algo increíble y sobre todo es algo más que me motiva a entrenar cada día. En ese Europeo me demostré a mí misma que aún tengo mucho más por delante y mucho más que demostrar, pero sobre todo me di cuenta de que todo trabajo tiene recompensa como se suele decir, y aquella fue parte de la mía. Así que ahora mismo sido trabajando en busca de esas recompensas tan bonitas que te da la vida de vez en cuando.
En dicha Eurocopa el seleccionador fue Jorge Vilda. Él confió en ti para ser titular y tú respondiste sobradamente, ¿Te ves con posibilidades de ser seleccionada para jugar el Mundial de Francia del año que viene?
La verdad que no suelo pensar mucho en ello. Tengo 17 años y estoy viviendo mi sueño desde que era pequeñita; algo que me demuestra que los sueños están para cumplirlos siempre y cuando trabajes por ellos. La selección absoluta es otro de mis grandes sueños, pero soy muy joven y no quiero perderme ni un solo segundo del sueño que estoy viviendo ahora. Siempre trabajaré para mi futuro pero sin perder de vista mi presente.
Deportivamente hablando, ¿a quién le debes gran parte de lo que eres hoy en día?
Por supuesto a mis padres. Ellos fueron los primeros que confiaron en mí cuando dije que quería jugar al fútbol; pero es que además de confiar en mí pusieron todo lo que estaba en sus manos para hacer mis sueños realidad. Dicen que todo jugador tiene que sacrificarse por lo que quiere, pero es que ellos también sacrificaron por mí muchas cosas y por eso les estaré eternamente agradecida.
Además mis entrenadores son parte de ello. Me han ayudado a formar el carácter que tengo hoy en día en el campo, pero que también muestro fuera de él. Ellos me han ayudado a ser la persona que soy hoy y por eso también les estoy muy agradecida.
Hay muchas más personas a las que les estoy muy agradecida; amigos, familia… Ellos también forman parte de mi vida y espero que nunca se alejen de mi lado.
Para finalizar, ¿cómo ves al fútbol femenino español dentro de unos años?
Buf, este mundo tiene un gran potencial por delante. Cada vez más gente está relacionada con este mundo y sobre todo en el fútbol femenino. Sinceramente espero que nunca se iguale al masculino, porque creo que hay mucha política y dinero detrás de todo ello; pero espero que llegue el día en el que un estadio de fútbol se llene para vernos a nosotras jugar y se pueda escuchar a la gente cantado el himno mientras llevan orgullosos esas camisetas con nuestros nombres a la espalda. Ojalá llegue el día en el que de verdad se ame a este deporte como a cualquier otro.
Autor: Luis Fernando Ramos
Fotografías María Echezarreta