El Chelsea se lleva por tercera vez consecutiva la FA Cup y el trofeo no se mueve de Londres. Las blues suman con ésta su quinta copa, las cinco bajo el mandato de Emma Hayes.
Bastó un momento de brillantez en el ataque entre Pernille Harder y Sam Kerr para que las blues superasen al Manchester United y retuviesen el título una temporada más.
Las diablas hicieron historia con esta final, la primera aparición del United en una final de copa importante desde su «refundación» en 2018, mientras que para el Chelsea ésta fue la séptima final de la FA Cup en los últimos 12 años.
Las mancunianas fueron mejores en la primera parte. El Chelsea por su parte se limitó a muy poco, a tantear al oponente y reservar fuerzas para el arreón final.
Pese a las críticas, de todos es sabido que las finales ni se ganan ni se pierden con un fútbol vistoso. Las grandes citas en Wembley son como ésta: cuando los nervios persisten, en última instancia, el factor decisivo en la victoria no es la cantidad de trofeos que el oponente tiene en sus vitrinas sino su capacidad para capear la tormenta y llegar a buen puerto.
Y en eso, Hayes y sus pupilas son unas expertas.
La tormenta del United llegó tarde, como se esperaba, y el Chelsea supo capearla. Los ajustes tácticos de Hayes pusieron a su equipo en el lado vencedor. Al United sigue atragantándosele el azul de Londres, a quien aún no han ganado en su historia.
CHELSEA 1 – MANCHESTER UNITED 0
Wembley se vestía de gala para una cita histórica para el fútbol femenino, una más. 77390 gargantas jaleaban desde las gradas en lo que es un nuevo récord mundial para un partido entre clubes en competición nacional.
Mientras que Hayes reservaba piernas para la segunda parte, Skinner no sorprendía, fiel a su planteamiento habitual.
El equipo de Manchester, deseando causar buena impresión en esta puesta de largo en las grandes citas coperas, se impuso pronto. Las diablas pillaban al Chelsea a contrapié y Leah Galton anotaba apenas 23 segundos del saque inicial. Las celebraciones duraron poco pues la línea levantaba la bandera y el gol era anulado por fuera de juego.
Pese al inicio caótico, el United tuvo la ventaja en la posesión y estuvo cerca de sorprender de nuevo. Millie Turner recogía un balón suelto en un tiro libre, pero todo quedaba en nada. Poco después era Galton la que cortaba un centro raso de Alessia Russo en el primer poste, de nuevo sin suerte.
El Chelsea dejaba hacer, pero como suele ocurrir con los grandes equipos, la amenaza rondaba a la menor ocasión. Lauren James lanzó un cabezazo que la portera Mary Earps tuvo que desviar hábilmente para evitar el gol de las londinenses.
Después del intervalo, los engranajes del Chelsea comenzaron a girar. Lauren James comenzó a mover los hilos desde la derecha, siendo la pasadora más quirúrgica en el ataque. Las de azul comenzaron a canalizar el balón con inteligencia de equipo, con la tranquilidad de quien sabe que todo está a su favor.
Pernille Harder y Sophie Ingle entraban en juego y el Chelsea cambiaba de formación y metía una marcha más al encuentro. Cuthbert y Leupolz estaban al acecho en el centro del campo, con Ingle echando el cerrojo a la puerta.
El Chelsea fue el equipo dominante a partir de ese momento, creando más oportunidades de gol con la introducción de Harder.
Skinner, por su parte, quitaba a Nikita Parris, una de las jugadoras que más daño estaba haciendo con sus llegadas, para meter a Rachel Williams.
Sam Kerr sigue siendo inevitable
Un centro de campo fresco frente a un centro de campo desgastado fue la clave para que las blues se pusieran al frente.
Reiten recogió el balón en el último tercio y envió el balón a Harder. La danesa ponía un centro con una perfección brutal, dejándolo en bandeja para Sam Kerr.
Kerr abría el marcador en un escenario perfecto para ella, frente al United en un Wembley que estallaba en júbilo tras ver cómo el balón sobrepasaba a Mary Earps y besaba la red. Era el sexto gol de la australiana en esta campaña de la FA Cup, pero la jugadora celebraba como suele acostumbrar en las grandes ocasiones, con su ya famosa voltereta. Sus compañeras de equipo la persiguieron para festejar frente a una hostil grada rival. Kerr seguía el festejo y se agarraba el escudo de la camiseta.
El juego, hasta ahora bastante equilibrado, se ponía del lado azul, pero el United recuperaba el aliento en los minutos finales, buscando un empate que las llevase al tiempo extra.
Sin embargo, las diablas se dieron una y otra vez con una inmensa defensa de las blues. Empezaron a llegar los balones y centros desesperados, empezaron a encadenarse los córners, pero fue demasiado tarde para el United, porque este juego se ganó en un instante, justo antes de la marca de los 70 minutos.
Sonaba el silbato final y las blues igualaban la hazaña del Arsenal en 2008 al ganar tres FA Cups seguidas.
El Chelsea apareció cuando realmente importaba
Las blues siguen siendo el equipo a vencer, pese a que cada año se han enfrentado a oponentes cada vez más ambiciosos. El United es el último de ellos y sin duda volverá a desafiarlas en el futuro, pero en esta ocasión el Chelsea mostró su superioridad en los momentos en que realmente importaba.
Kerr, recientemente nombrada Jugadora del Año por la asociación de periodistas deportivos Football Writer, lleva liderando al equipo durante toda la temporada, anotando goles y cargando un peso de responsabilidad sobre sus hombros mientras otras jugadoras veteranas luchaban con lesiones.
Que fuera Kerr quien anotase el gol de la victoria tuvo algo de justicia poética, sin duda. Ella siempre aparece en las grandes citas, anotando en seis finales de copa consecutivas para las blues, incluida la victoria en la prórroga sobre el Manchester City en la FA Cup del año pasado.
El United, por su parte, pudo pecar de inexperiencia en el gran escenario, pero desde luego que no mostró ningún miedo escénico pese a estar jugando su primera gran final.
Demostraron su intención en la primera mitad en particular, siendo el mejor equipo durante largos períodos, pero a medida que avanzaba el juego, el Chelsea comenzó a tomar el control. El planteamiento de Skinner tampoco fue muy acertado. Fiel a su estilo, no cambió ni un ápice su guion. Con una entrenadora como Hayes enfrente, sus ideas jugaron en su contra y la falta de puntería les salió cara.
Las oportunidades de Turner y Galton en la primera mitad se desperdiciaron, los esfuerzos de Russo fueron directamente a las manos de Ann-Katrin Berger y Mjelde despejó una oportunidad en el tiempo de descuento. Fue una dura lección, pero el United demostró que ya pertenecen a este escenario y que volverán.
FICHA DEL PARTIDO
Chelsea: Berger (P), Charles (Carter, min. 72), Eriksson (C), Mjelde, Périsset, Cuthbert, Leupolz (Ingle, min. 57), Reiten, Fleming (Harder, min. 57), James (Buchanan, min. 88) y Kerr.
Entrenadora: Emma Hayes.
Manchester United: Earps (P), Blundell (García, min. 79), Turner, Le Tissier, Batlle, Ladd (Thomas, min. 90+1), Zelem (C), Galton, Toone (Mannion, min. 79), Parris (Williams, min. 61) y Russo.
Entrenador: Marc Skinner.
Goles: 1-0 Kerr (min. 68).
Árbitra: Emily Heaslip.
Partido disputado en Wembley Stadium (Londres).
Asistencia: 77390 personas.
Incidencias: Tarjeta amarilla a Reiten (Chelsea, min. 53), tarjeta amarilla a Charles (Chelsea, min. 56), tarjeta amarilla a James (Chelsea, min. 80) y tarjeta amarilla a Ingle (Chelsea, min. 87).
Premio «Player of the Match»: Sam Kerr.
Autora: Marga Martín
Fotografía: Chelsea FC Women