Empezar de cero siempre es difícil. Requiere tranquilidad, paciencia, esfuerzo, trabajo, constancia, persistir, persistir y persistir. Pero sobre todo exige estar convencido de la idea que sigues. Del objetivo que buscas alcanzar. Como en la vida, en el fútbol suceden estas situaciones. Comienzos difíciles. Y es normal. Todas las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a nuevas realidades.
Esta situación la están viviendo en la Ciudad Joan Gamper, en Barcelona, en este inicio de temporada 2019/2020. La novedad de esta nueva campaña fue la ampliación de los equipos formativos de fútbol femenino de la reconocida escuela de La Masia. Ahora ya son cinco: el filial, el juvenil, el infantil y dos alevines, el ‘A’ y el ‘B’, inscritos en la Federación Catalana de Futbol como ‘E’ y ‘F’ respectivamente, a causa de que compiten en ligas masculinas. Una medida que han tomado los tres primeros más jóvenes, por su parte, el juvenil se encuentra ya en una categoría únicamente femenina. La ampliación de conjuntos en la entidad culé se realizó con la creación -sí, la creación desde cero- de un nuevo equipo, en este caso el último Alevin.
Un Alevín ‘B’ (será como nos referiremos a ellas) dirigido por Jaume Comellas y Miriam Gallana. El primer técnico ya tiene experiencia en la casa, el año pasado lideró el único Alevin de la institución y ayudó en la formación de jugadoras como Celia Segura, Lorena Cubo o Noa Ortega. Por su parte, Gallana se estrena en los banquillos azulgranas procedente del Reus. Sin embargo, la novedad no acaba aquí. Cuando decimos que el proyecto empieza de cero es que empieza de cero. A sus ordenes se encuentran diez jugadoras nacidas en los años 2009 y 2010, es decir, son todas futbolistas de primer año alevin y algunas benjaminas, un aspecto diferencial que ha marcado el devenir de los primeros encuentros.
A esta novedad hay que añadir que se trata de diez jugadores procedentes de diferentes lugares de Cataluña. Equipos como el Sant Gabriel, Cornellà, Martorell o Ripoll son algunos de los clubes que les han formado antes. Cada uno con ideas distintas, estilos o maneras de aprendizaje diferentes pero con el mismo aspecto en común, el Barça, como club, ha confiado en estas jugadoras para formar la primera piedra de los conjuntos femeninos azulgranas del futuro. Y no es ninguna tarea fácil. Ahora, a pocos días de cerrar el mes de octubre, no llega a los dos meses que se vieron las caras por primera vez los doce integrantes de esta plantilla. Empezaron los entrenos el 3 de septiembre y el 13 de octubre, apenas un mes y una semana después, empezaron la competición, exactamente en la Tercera División de Alevines, en el Grupo 54. Y la preparación para ese domingo de octubre fue correcto, adecuado a las necesidades del equipo y al objetivo.
En el primer encuentro contra el Fruitosenc, jugadores del año 2008, cayeron por la mínima. Con nervios, miedos, inseguridades encima… y aún así encerraron a un equipo en su área y dejaron pequeños detalles de juego colectivo. Y eran sus primeros sesenta minutos con el estilo Barça. Lo mismo ocurrió ante Martinenc, más juego que goles pero sobre todo detalles positivos. Sin embargo, sabemos que el fútbol se mueve por resultados, incluso en las etapas de formación. Pero si nos basamos en los resultados, el equipo en pretemporada también cumplió. A finales de septiembre se proclamó campeón del Torneo Delta ante Riudoms, Delta de l’Ebre, Ebre Escola Esportiva y Tecnifutbol, en la final. Ganó todos los partidos, excepto en la final que se la llevó por penaltis. Marcó en todos los partidos y mostró un futbol más cerca de la idea. Ahora, con el comienzo de la competición regular y los dos primeros duelos, el Alevín ‘B’ se encuentra en última posición, con cero goles a favor y veinticuatro en contra, diez ante el Sporting Gavá, y catorce frente al Santboia. Números difícil de digerir para el jugador y difícil de gestionar para el entrenador.
Muchos clamaron al cielo. Resultados que no se ven en el futbol base del FC Barcelona desde hacía años pero que se deben contextualizar y entender. Quizás las comparaciones sean odiosas y haya años luz entre este Alevin ‘B’ y otros grandes equipos que tardaron en arrancar y mostrar su esencia, su ADN, su verdadero estilo, pero también equipos como el de Guardiola en 2008 tuvieron problemas al inicio con los resultados. Incluso, la España de Del Bosque no tuvo un buen comienzo. Es normal, que jugadoras de tan solo 9 años tengan problemas en la adaptación a su nueva realidad de juego, a nuevos conceptos y nuevas compañeras. Pronto llegarán nuevos y mejores resultados.
Autor: Jesús Burgos
Fotografía: Miriam Gallana