Día lluvioso en Praga, donde sobre el papel España debía tener que afrontar el partido de grupo que tenía que plantearle mayores dificultades. Pero esta selección ha ido adquiriendo madurez a base de los diferentes compromisos internacionales, ya sea con la propia selección o con los equipos en los que juegan las jugadoras convocadas por Jorge Vilda, y ello cada vez se nota más en los partidos que van afrontando.
Cierto es que empezar el partido y adelantarse ya en el minuto 6 de partido, además con un autogol de las checas, permite afrontar el encuentro de forma diferente y más favorable, se eliminan los nervios y las prisas, mientras que el equipo contrario se ve por debajo en el marcador sin siquiera haber tenido tiempo de poner a prueba su capacidad de afrontar un partido de la envergadura de tener delante a una selección como la española.
A partir de ahí, sólo se vio un equipo sobre el verde en el primer tiempo. Las checas salieron con un cambio de sistema respecto del día de Moldavia, una prueba más del respeto que infunde nuestro combinado nacional. El seleccionador Karel Rada renunció a su sistema de1-3-5-2 para centrarse en un más clásico 1-4-4-2 para mirar de contrarrestar la capacidad táctica y técnica del combinado español. Pero la apuesta no le salió nada bien, con un equipo excesivamente replegado que permitió al conjunto de Vilda desplegar su habitual control del juego con una excelente salida de balón.
Y eso que empezó bien el equipo checo superando la presión tras pérdida tan característica del conjunto de Vilda, llegando precisamente en una de esas rápidas salidas a la portería de Sandra Paños, aunque con un disparo excesivamente inocente de la capitana Vonková en el minuto cinco de partido.
Fue un espejismo, algo totalmente aislado, porque en el minuto 6 de partido, a la salida de un córner botado por Mariona, que esa dosis de suerte que siempre debe acompañar apareció del lado español. La lateral izquierda checa Sedlacková remataba de forma impecable pero hacía su propia portería. Del uno a cero se había pasado al cero uno y además con un gol en propia portería. El gol cayó como un jarro de agua fría sobre el conjunto local que empezó a cometer imprecisiones en la salida de balón. En uno de esos errores Marta Cardona pondría de nuevo a prueba a la cancerbera local que desviaba su disparo.
En el minuto 11, la propia jugadora txuri urdin robaría un balón que llegaba a las botas de Mariona quien no perdonaría la oportunidad de marcar diferencia en el electrónico y superaría la salida de Votiková. Sin haber aún desplegado su juego de control y combinaciones, el combinado español ya había conseguido dar dos hachazos en el marcador que le permitiría jugar con la tranquilidad que aporta el resultado tan favorable.
Las checas intentaban jugar el balón pero habían cometido dos errores garrafales de forma puntual. Se mostraban firmes sin balón pero cuando tenían que progresar se precipitaban y cometían errores aprovechados por la presión e intensidad de las jugadoras españolas.
Y en el minuto 23 la sentencia del partido. España había tomado los mandos del encuentro desde la presión y estaba consiguiendo su objetivo, que las checas no pudieran hacer su juego de transiciones teniendo controladas a sus talentosas jugadoras de ataque. Y en ese minuto llegaría una de las maravillas del encuentro. Una nueva recuperación hacía llegar el balón a Jenni que entregaba a Marta Cardona, la cual encontraba de nuevo a Jenni, buscaba a Alexia en la frontal que disparaba a portería, llegando el balón a los pies de Aitana dentro del área pequeña que recortaba de tacón la salida de la cancerbera checa para rematar a puerta vacía después de una acción sacada de la chistera de las que nos tiene acostumbradas Aitana.
A pesar de lo claro del marcador las checas seguían intentando encontrar buenas sensaciones en su juego, luchando cada balón y no bajando los brazos. España estaba siendo ligeramente superior pero los detalles estaban marcando el devenir del encuentro en cuanto al electrónico se refiere.
Y como antesala del cuarto tanto español, un disparo de Patri Guijarro desde su casa que la cancerbera checa, ligeramente adelantada y aparentemente despistada en cuanto a su posición y peligro del envío de la blaugrana, enviaba a córner. Un córner que permitiría a Irene Paredes desde el pico del área colocar el balón a la escuadra de la portería checa. El rechace del córner sería recogido por Marta Cardona que entraría por banda y el golpeo de la zaga checa llegaba a los pies de la central española que mostraba la calidad técnica que atesora para sacar las telarañas de la portería local.
Antes del descanso una gran jugada de combinación en la zona de ataque acabaría con un disparo de Aitana que nuevamente rechazaba Votiková quien, a pesar de los goles encajados, fue una de las mejores de su equipo, que se estaba viendo claramente superado en el marcador por el combinado español.
En el segundo tiempo, y sin nada que perder, el combinado local salió a buscar más el partido, estiró sus líneas y buscó con ahínco el marco de una hasta entonces inédita Sandra Paños. Las checas salieron con una presión más alta, intentando cerrar la salida de balón de las españolas y dando más sensación de ese equipo talentoso que se supone que es. Fruto de ello se acercaron, tímidamente a los dominios de una Sandra Paños que al menos tenía que estar atenta a esos balones que merodearon los primeros minutos al área, aunque sin tener que realizar ninguna intervención que requiriera de un trabajo excesivo.
El combinado de Vilda había introducido un cambio entrando Andrea Pereira en el lugar de Mapi León, más para dar descanso a la central blaugrana que por otro motivo. Y no tardaron las jugadoras de Vilda en asentarse de nuevo sobre el verde mojado, quizás sorprendidas por un lado por una combinado checo más intenso y agresivo en sus acciones, a la vez que aquejadas de un excesivo relajamiento con un resultado tan abultado y favorable.
Pero es que cuando esta selección se asienta sobre el rectángulo de juego y empieza a combinar, consigue llegar con facilidad al marco contrario. Fruto de ello llegaron diferentes ocasiones de gol, que por las intervenciones de la portera Votiková no acabaron en gol. Primero sería Marta Cardona quien no encontraría los tres palos, para acto seguido ser la blaugrana Patri Guijarro quien intentaría sorprender con una vaselina desde el interior del área a la cancerbera checa que adivinó su intención, y al poco sería Jenni Hermoso quien estaría a punto de conseguirlo, pero nuevamente se topaba con la intervención de la arquera checa.
Otra gran ocasión estaría en las botas de Alexia que conseguía disparo desde dentro del área, pero se encontraba nuevamente con la cancerbera checa, que con la rodilla conseguía mandar a córner.
El dominio volvía a ser demoledor con un conjunto local que sólo podía perseguir el balón, el cual seguía en los pies de las españolas, y parecía incluso que a veces persiguieran sombras porque les costaba de encontrar el momento en el que poder interceptar los pases de las pupilas de Vilda. Y es que aunque parecía un juego más agresivo y una selección que había entrado más en el partido, la superioridad española era avasalladora.
En el minuto 77, Jenni estuvo a punto de conseguir su gol, tras un excelente centro de Mariona desde el flanco derecho, pero su remate se iba ligeramente desviado cerca del palo derecho de la portería de Votiková.
Pero en el minuto 79 de partido sí que por fin Jenni lograría el tanto que había estado persiguiendo en este encuentro. Una excelente combinación de todo el equipo, con un balón iniciado por el lado derecho con Ona Batlle y Mariona Caldentey, el esférico le llegó a Alexia que con ojo de maga enviaba un centro al interior del área para su compañera blaugrana, quien bajó la pelota con el pecho y disparó superando la intervención de Votiková que tocó el balón pero no pudo evitar que acabara en el interior de su portería.
Y para ver cuánto de fiable es esta selección, el primer disparo serio en todo el partido de las checas no llegaría hasta cinco minutos antes de acabar el partido, un disparo desde la frontal de Cahynová que detuvo sin mayores problemas Sandra Paños.
Ello pareció animar a las checas que conseguirían el gol del honor a tres minutos del final. Un centro desde la derecha encontraría a Vonková, la capitana, en el interior del área. Remataría de primeras obligando a Sandra Paños a una gran intervención con el pie, pero el rechace con la atacante en el suelo, el balón volvería a ella que conseguiría disparar de nuevo y superar a la cancerbera española que nada podía hacer para evitar irse con la portería a cero.
FICHA TÉCNICA
República Checa: Votiková, Selacková, Bertholdová, Necidová, Sonntagová, Szewieczková (Dubcová 74’), Cahynová (Jarchovská 86’), Svitková, Dubcová, Vonková y Martinková (Stasková 64’).
España: Sandra Paños, Leila Ouahabi, Mapi León (Andrea Pereira 46’), Irene Paredes, Marta Corredera (Ona Batlle 56’), Alexia Putellas, Aitana Bonmatí (Ángela Sosa 74’), Patri Guijarro, Mariona Caldentey, Marta Cardona y Jenni Hermoso.
Goles: 0-1 J. Sedlacková 6’ (pp), 0-2 Mariona Caldentey 11’, 0-3 Aitana Bonmatí 23’, 0-4 Irene Paredes 35’, 0-5 Jennifer Hermoso 79’, 1-5 Vonková 88’.
Colegiada: Tess Olofsson (Suecia).
Tarjetas amarillas: Svitková 48’, Martinková 55’, Sonntagová 87’.
Estadio Dolicek de Praga.
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: Manu Boutureira