Como Charlton Heston al final de “El planeta de Los Simios” a algunas personas nos pasa que nos resistimos a la idea de asimilar las circunstancias que nos llevan de un caduco pasado a un contemporáneo presente. Este parece ser el caso del R.C. Celta de Vigo que rehuye ante la idea de contar con un equipo femenino entre sus filas.
Al respecto, desde la entidad se regatea la cuestión cada vez que se plantea. En busca de razones podría parecer que en un principio no entra dentro de la apuesta deportiva del club vigués o, en cualquier caso, de los planes financieros de su directiva.
Se ha mencionado que no se cuenta con los recursos logísticos para llevar a cabo el proyecto aunque lo más probable es que no se vea clara rentabilidad económica a corto plazo, pese a ser capaz de asumir los costes. Así Carlos Mouriño, actual presidente del Celta, habla de la insuficiencia de campos deportivos en las instalaciones de A Madroa, actual ciudad deportiva del club, argumentando que la sección femenina se planteará junto con la inauguración de la nueva Ciudad Deportiva de Mos, que plantó hace unos meses su primera piedra.
Una de las claves según refieren algunos puede estar en la permanencia del equipo en la máxima competición masculina. No obstante, el éxito de otro club gallego, el Deportivo, y la idea de una posible unión con otro club vecino, el Matamá presionan a la entidad sobre el cuándo y el por qué. La ilusión de muchos y muchas aficionadas del deporte rey fue expresada durante la pretemporada por el entrenador del Real Club Deportivo ABANCA, cuando respondió en una entrevista con el periódico La Voz de Galicia ante la idea de un posible futuro derbi gallego. Un evento histórico que aún no se gestó en la máxima competición femenina. “Sería maravilloso”, fueron sus palabras.
Se le acaban los argumentos al club celeste y de momento no se observa ninguna estrategia satisfactoria para llevar a cabo el proyecto. Un proyecto que llega tarde al trabajo.
Autor: Roberto Díaz
Fotomontaje: Marcos Marín