Pues a la vista del comunicado oficial del Club queda la duda de si el hasta este fin de semana entrenador del primer equipo femenino Rubén Casado ha sido cesado o simplemente como viene a rezar parte de la nota oficial simplemente el Club ha decidido no renovar a un entrenador que ya fue puesto en tela de juicio al inicio de la presente temporada.
Y es que el Espanyol venía de un sinfín de decisiones a todas luces incomprensibles y que ponían en entredicho la voluntad y manifestaciones que desde el club se hacían en el sentido de confiar plenamente en el proyecto del femenino de la entidad y una clara apuesta por dicha sección.
Una sección que viene tambaleándose los últimos años, especialmente las tres últimas temporadas en la que la sucesión de despropósitos que han culminado este domingo con el fracaso d no lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol español frente a un rival de la misma zona con aparentemente menos solera, menos masa social, y menos tradición en el fútbol femenino de alta competición.
Rubén Casado ha pasado a ser del entrenador que siendo de Club parecía destinado a reconducir la situación interna del club, un club que parece haber perdido realmente la apuesta por un fútbol femenino que tantas alegrías le había dado hace tanto tiempo que quizás cueste a algunos de recordar, pero a la postre ha sido el brazo ejecutivo, primero de un descenso que ya se había ganado la temporada anterior al no ser capaces de ganar ni un solo encuentro pero que les salvó la pandemia, a un descenso merecido la temporada pasada y el fracaso de no poder volver al máximo nivel a pesar de ser con creces el club con más inversión en su sección femenina. Ahora bien, tener dinero no solo no es garantía de éxito, sino que las malas inversiones y la mala gestión siempre condenan a cualquier proyecto, quizás de forma no inmediata, pero es que el Espanyol no ha sabido reaccionar ni adaptarse a una realidad dl fútbol femenino, cuál es la necesidad de profesionalizarse desde arriba.
Al final de la pasada campaña no se entendió que tras un descenso sonado, y viendo la aparente falta de carisma del entrenador para mantener a jugadoras importantes de la plantilla, y la falta de proyecto que pudiera compensar dicha situación, se mantuviera en el cargo ni a quien había ejercido como directora deportiva, ni consecuentemente se cesara tampoco al entrenador del equipo descendido.
Se hicieron algunas comparecencias ante los medios para justificar el descenso, sin hacer una real autocrítica, sin que hubiera ni dimisiones ni ceses en la sección, algo que debe llevar a la lógica ante la continuidad de despropósitos, pero como en otros ámbitos se le dio cierta culpa a la pandemia, la misma que la temporada anterior les había salvado del descenso más que merecido en el campo, salvadas en los despachos.
Se prometió la vuelta a la máxima competición, y quizás pudo parecer que el objetivo podría cumplirse en algunas fases de la temporada, más por desaciertos de los equipos rivales que no por aciertos propios, pero el grupo norte de la Reto Iberdrola no permite errores, y los de la mayoría de equipos pueden tener cierta justificación en base a diferentes motivos, pero el Espanyol no podía acogerse a ninguno de ellos, las excusas ya se habían dado hasta la extenuación a una afición que se había mostrado indignada a la vez que esperanzada con lo que se les prometía aunque no se acababan de creer que son los mismos protagonistas en la gestión y dirección técnica se pudiera arreglar el desaguisado de temporadas anteriores.
El punto culminante el pasado domingo. Último partido, el trascendental, el importante, el definitivo, el que te lleva a la gloria o al olvido. Y fue el olvido porque además aún duela más perder contra un equipo de una población limítrofe con Barcelona, sus vecinas las apearon del objetivo y el resultado dice que además las vapulearon.
Primera consecuencia, Casado no sigue. Al día siguiente de haberse fracasado. No sigue porque se le cesa, o no sigue porque es el primero que paga las consecuencias de haber sido participe de un barco a la deriva.
Como es el fútbol que este artículo sería diametralmente diferente o no existiría si sobre el verde las jugadoras del Espanyol hubieran maquillado, otra vez, como tantas otras veces, la falta de un proyecto adecuado a,los tiempos en los que estamos y estimamos. Es fútbol.
No quiero acabar no obstante sin agradecer a Rubén, espero me lo permita le tutee, por la cercanía y amabilidad que siempre ha tenido con quienes hemos acudido a la ciudad Deportiva, en los buenos y en los difíciles y malos momentos. Siempre dispuesto a atender a los medios, a contestar todas las preguntas, aunque resultaran incómodas y a hablar de fútbol. Lo digo con toda sinceridad que espero le vaya bien en los nuevos proyectos.
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografía: BTV Esports