Las jugadoras estadounidenses presentaron una demanda contra su federación de futbol, el año pasado por motivo de discriminación de género, sobre la base de la diferencia de los salarios. Normalmente programada para el 5 de mayo, el juicio se aplaza al 16 de junio a causa de la situación sanitaria actual del coronavirus.
El 8 de marzo 2019, Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, 28 jugadoras americanas, incluyendo las 23 que estuvieron la Copa del Mundo de 2019 (en Francia), presentaron una demanda en un tribunal de California contra la US Soccer (Federación de Fútbol de los Estados Unidos). El motivo era una discriminación institucional de género. Megan Rapinoe, una de las más activas en esta iniciativa, había rechazado ir a la Casa Blanca, después de la victoria de la Copa del Mundo por este motivo.
En su denuncia señalan, entre otras cosas, que en 2014 sus homólogos masculinos, octavos finalistas del Mundial de Brasil, recibieron el equivalente a 4,7 millones de euros en primas, mientras que, en 2015, tras su tercer título mundial, sólo se repartieron 1,5 millones de euros a ellas. En efecto, las femeninas ganan un 40% menos que los masculinos. A pesar de todo, ellas tienen mas éxitos de que sus colegas (cuatro Copas del Mundo en 1991, 1999, 2015, 2019 y cuatro títulos olímpicos en 1996, 2004, 2008 y 2012). Debido a este malentendido decidieron levantar sus voces. Es por eso que reclaman 66 millones de dólares en atrasos en la Ley de Igualdad Salarial y Derechos Civiles. Las demandantes alegan que no se les pagó de manera justa en comparación con los jugadores de la selección masculina.
No es la primera vez que las jugadoras americanas atacan a su federación, por ejemplo, en 2016, 5 jugadoras habían presentado un recurso ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, una organización gubernamental responsable de hacer cumplir la legislación laboral. Era para denunciar el trato diferencial de sus compañeros masculinos. En otra ocasión, unas semanas antes de los Juegos Olímpicos de Río en 2016, habían amenazado con boicotear el torneo, antes de firmar un nuevo convenio colectivo que rige los salarios y las condiciones de trabajo, que expirará a finales del año 2021.
Autora: Méline Faipoux
Fotografía: Sebastian Gollnow (GTRES)