Siempre nos fijamos en las grandes estrellas, sus goles, sus paradas y hasta en otros detalles totalmente ajenos al deporte y sumamente triviales cuando no morbosos. Pero hay otras jugadoras de las que nadie habla y casi siempre pasan inadvertidas, futbolistas que, en ocasiones, ni siquiera cobran por practicar este bello deporte, se conforman con jugar a él y sueñan con hacerlo un día junto a sus ídolos. Ellas también tienen historias que contar, que merecen ser contadas, incluso más que esos goles o esas paradas, y hasta premiadas.
Todo ocurrió en el encuentro de Segunda División Femenina disputado el 13 de noviembre de 2018 entre el Córdoba CF, equipo de Ana Sáez de Pipaón en ese momento, y el E.F. Peña el Valle.
Ana Sáenz de Pipaón, futbolísticamente conocida como Pipa, jugaba en este partido como defensa central del Córdoba. A sus 25 años de edad, esta joven jugadora nacida en Logroño, que es también médica, no dudó en actuar con rapidez cuando Ana Paredes León, jugadora del E.F. Peña El Valle, se desplomó sobre el campo a los diez minutos de iniciarse el encuentro. Ana Sáenz, Pipa, pasó inmediatamente de la defensa al ataque. Fue corriendo hasta donde estaba Ana Paredes, explicó que era médico y se dispuso con total decisión a auxiliarla.
Ella mismo relató su modo de actuación, hecho que fue ampliamente resaltado por diversos medios de comunicación, incluidos los de su ciudad natal, Logroño. Sus primeras acciones fueron encaminadas a comprobar que su ‘paciente’ no tuviera algún daño en la cabeza, examinar que tuviera las pupilas reactivas y que estuviera consciente y orientada. Así, la joven médico del Córdoba descartó que fuera algo grave.
Luego, pidió material para medirle la glucosa y la tensión. Y efectivamente se dio cuenta de que la chica tenía el nivel de azúcar muy bajo, “más aún para jugar al fútbol”, como explicó la propia jugadora riojana. La tranquilizó, le dieron un batido de chocolate y le dijo que se iría recuperando, como así sucedió antes de ser trasladada a un centro hospitalario.
Ante tales hechos, la Real Federación Española de Fútbol ha decidido otorgar el Premio Zaballa, que premia la deportividad y el juego limpio, de la temporada 2018-2019 a Ana Sáenz de Pipaón, jugadora del Córdoba CF, por su gesto de actuar con determinación en el ejercicio de su profesión como médica para atender a una jugadora del equipo contrario que sufrió un desvanecimiento y a la que, sin duda alguna, salvó su vida.
En la actualidad, Ana Sáenz de Pipaón milita en el Prainsa Zaragoza.
El Premio Pedro Zaballa fue instituido en 1998 por la Real Federación Española de Fútbol para reconocer a personas, clubes y aficiones “que se distingan por su correcto comportamiento”. Lleva el nombre de Pedro Zaballa, un jugador del Sabadell que, en un partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, en 1969, prefirió lanzar el balón fuera, a pesar de tener una ocasión franca de gol, al ver que el portero rival estaba lesionado.
Entre sus ganadores cuenta a Andrés Iniesta, David Silva, el Real Madrid, Joan Laporta, las aficiones de Cádiz, Atlético de Madrid y Sevilla o el Comité Técnico de Árbitros de Fútbol de Las Palmas.
Un ejemplo para todos.
Autor: Luis Fernando Ramos