Dicen, y es verdad, que la salud es lo primero y el fútbol femenino no queda exento de esta máxima. Es muy importante para una jugadora cuidarse. Muchas veces no nos percatamos de la dificultad que tienen las futbolistas para estar en forma y rendir. La dieta es fundamental y el ejercicio físico debe ser el adecuado. En resumidas cuentas, una vida sana. De ese modo, a buen seguro todo le irá bien y podrá rendir al 100%.
A pesar de todo, cualquier futbolista puede sufrir un percance. De hecho, es muy complicado encontrar una que no haya sufrido una lesión. Por desgracia, estas son cada vez más importantes. La temida rotura de ligamentos cruzados puede inhabilitar a una futbolista para siempre y obligarla a dejar el mundo del fútbol.
Cada vez hay más competiciones. La Copa de SM la Reina se ha ampliado a más equipos. Todos los de la Reto Iberdrola, excepto los filiales y los que descendieron la pasada campaña. Igualmente, la UEFA Women’s Champions League tiene fase de grupos. Este año se disputa la Eurocopa en Inglaterra y, precisamente, en ese país se está jugando un nuevo torneo. La Arnold Clark Cup, del cual les estamos informando estos días. Además, el 2023 es año de Mundial.
Todo ello supone un plus de dificultades, ya que los viajes merman la capacidad física de las futbolistas. Por este motivo, ellas necesitan un seguimiento médico minucioso, personalizado y continuo. Así se evitan muchas lesiones y lamentaciones.
Además de los habituales riesgos deportivos, ahora se ha sumado uno más. El coronavirus. Esta maldita pandemia que nos afecta está causando estragos. Las pruebas PCR en cortos intervalos de tiempo son básicas. De hecho, forma parte del protocolo sanitario que la RFEF ha ordenado cumplir antes de la disputa de cada encuentro
Todas estas eventualidades las sufren también las grandes entidades deportivas. El FC Barcelona acabó muy mermado físicamente debido a la gran cantidad de partidos disputados. Hubo cierta polémica en este sentido. De hecho, las jugadoras azulgranas se quejaron de los entrenamientos y la preparación física que tuvieron. El técnico, Lluís Cortés, tuvo incluso que dimitir. Nunca se sabrá si había algo más, pero lo cierto es que probablemente se podía haber evitado.
La vida de una futbolista no es fácil. A todo lo expuesto, se suma que, por desgracia, esta categoría futbolística no goza en ocasiones de mucho respaldo ante esas eventualidades. Las jugadoras quedan desprotegidas en ese aspecto, especialmente las de los clubes más modestos. Cuidemos a las futbolistas. Se lo merecen.
Por su parte, las jugadoras de fútbol femenino no solo han de velar por su salud, también es importante que ellas tengan una visión de futuro. Los estudios son básicos para poder aprender aquello en lo que ganarse la vida el día de mañana. La carrera de una futbolista ni es larga ni suficientemente remunerada. Veremos a ver si en la renovación del convenio colectivo mejoran estos puntos.
De todo ello les informaremos en Reinas del balón.
Autor: Luis Fernando Ramos
Fotografía: Ismael Fernández