Los dos goles de Australia rompen el record invicto de Sarina Wiegman a los mandos de Inglaterra. Tras 30 partidos sin conocer la derrota, las Lionesses sufrieron la humillación de perder en casa contra unas Matildas que tenían claro a lo que venían.
El “Sweet Caroline”, ese himno adoptivo de la afición inglesa, les recuerda en su letra que “los buenos tiempos nunca parecieron tan buenos”. Quizás ahora con esta derrota se darán cuenta de lo buenos que han sido estos 19 meses con la seleccionadora neerlandesa al mando.
Sam Kerr lideró desde el minuto uno a las australianas, llevándolas a la victoria con un gol pasada la media hora y una brillante asistencia a poco menos de 20 minutos del final. La joven maravilla, Charli Grant, fue la encargada de poner la guinda del pastel en Brentford.
Las campeonas de Europa estuvieron lejos de su mejor nivel en la lluviosa noche del miércoles y lo pagaron caro cuando las visitantes descubrieron la vulnerabilidad de las Lionesses. A menos de cuatro meses para el mundial, las debilidades de las inglesas quedaron expuestas.
La última derrota de Inglaterra fue contra Canadá en abril de 2021, bajo la dirección de la actual seleccionadora de Noruega, Hege Riise, pero ya sufrieron para sacar la victoria en la pasada Finalissima frente a Brasil, donde necesitaron llegar a la tanda de penaltis para lograr el triunfo.
INGLATERRA 0 – AUSTRALIA 2
El partido arrancaba con ambos conjuntos lanzando un mensaje de solidaridad y buscando concienciación hacia los enfermos de Alzheimer y demencia. Una parte de la entrada iba destinada a recaudar fondos para una asociación que se encarga de investigar estas enfermedades en el Reino Unido. Tres jugadoras de cada escuadra jugaban solo con el dorsal impreso en sus camisetas, representando a esas una de cada tres personas que desarrollarán la enfermedad en el país.
Pese a las ausencias por lesión, once casi de gala para las inglesas. Sam Kerr regresaba al once titular de Australia tras descansar de manera preventiva en el partido anterior contra Escocia (donde fueron derrotadas por la mínima). La delantera aussie fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa inglesa, especialmente para Leah Williamson y Lucy Bronze, que quedaban expuestas en todo momento por la velocidad de la australiana.
Precisamente de un error de la capitana inglesa llegó el primer gol. Pase en profundidad de las australianas para explotar la ventaja de Kerr al desmarque, Earps se adelanta para confrontar a la delantera y Williamson intercede metiendo la testa, no sabemos si para despejar o ceder a la portera. El balón quedaba totalmente manso a merced de Kerr y, teniendo a Earps a menos de un metro, la killer metía la puntera y anotaba el primero con sombrero de recuerdo.
Kerr dejaba de nuevo en evidencia al cuadro inglés
De nuevo Kerr, en los primeros minutos de la segunda parte, pudo poner tierra de por medio en el marcador. Su disparo se fue desviado por poco y, mientras Australia seguía ganándoles la espalda en cada contra, Inglaterra seguía empeñada en seguir con su plan de seguir jugando desde atrás.
Las Lionesses buscaban el empate y fue James, en dos ocasiones, la que más cerca estuvo de lograrlo. Primero, con un centro envenenado que Clare Hunt logró mandar al poste y, poco después, recortando dentro del área para sacar un disparo que forzó la intervención de Arnold.
Si por banda izquierda las australianas encontraban fácilmente la llegada, no era así por banda derecha. Ya bien entrada la segunda mitad, Kerr se adentraba por banda derecha y, para evitar la presión de su compañera con las blues, Jess Carter, metía un centro cambiando de banda.
El resto de la defensa local parecía más atenta a la llegada de Kerr que del resto de jugadoras australianas, creándose un momento de confusión en la zona de peligro que Kerr sabía leer, metiendo un centro profundo para Grant, que remataba a placer de cabeza delante de Bronze. La del Barça se quedaba estática y no hacía nada por impedir el remate.
El potente cabezazo de la fullback rebotaba sin piedad contra Williamson y, con una Earps completamente vencida, entraba manso al fondo de la red. Mala noche para la central del Arsenal.
Inglaterra se mostró lenta, sin capacidad de reacción
La derrota, un terreno desconocido para las Lionesses desde la llegada de Wiegman al banquillo, puede ser una buena lección de la que sacar experiencia de cara al mundial. Tanto en el partido anterior frente a Brasil, como en éste, se han visto cosas mediocres en el conjunto inglés que deben de pulir antes de llegar al gran escenario este verano.
Las australianas volvieron a demostrar que no son un equipo al que menospreciar. Desde la llegada de Tony Gustavsson, la progresión de las Matildas es más que notable. La selección aussie ha ido ganando en físico y organización, algo que ha ido demostrando en los últimos encuentros frente a selecciones de primer nivel como Inglaterra o España.
Las inglesas dominaron en posesión, pero no llegaron a crear grandes ocasiones, cometiendo errores impensables hace algunos meses, sobre todo en el centro del campo, donde antes dominaban con los ojos cerrados. Tanto Walsh como Toone y Stanway no firmaron uno de sus mejores encuentros con la camiseta de las tres leonas.
Tras el pitido final, esta vez no hubo celebraciones para las inglesas. Tras pasar casi dos años sin probar la derrota, una racha que incluyó partidos contra siete de las diez mejores selecciones del mundo, fue Australia, una de las anfitrionas del próximo mundial, décima en el ránking FIFA, quien finalmente encontró la brecha para derrotar a las Lionesses.
Las buenas rachas también se acaban
Inglaterra se enfrentó a una Australia bien organizada, que claramente había hecho los deberes estudiando a su rival. El plan estaba claro: renunciar a la posesión (apenas un 29% para las Matildas) y frustrar a las inglesas a la contra, aprovechando la velocidad de Sam Kerr.
A pesar de disfrutar del 71% de la posesión, el ataque de Inglaterra se limitó a cuatro tiros entre los tres palos, ya que su juego, por lo general fluido, carecía de ritmo e ímpetu. Apenas una volea de Russo y un remate de Hemp pusieron en aprietos a Macca Arnold y sus defensoras. Ni la entrada de Lauren James ni la de Rachel Daly le dieron frescura al juego de las locales.
Inglaterra mostró su peor lado y ahora necesita encontrar el siguiente nivel en su juego, buscando la forma de dividir al rival cuando usen el mismo enfoque que Australia en esta ocasión, y Brasil por momentos en la Finalissima.
Las bajas de Millie Bright y Alex Greenwood en defensa pesaron más de lo que debería, mientras que Lauren Hemp, con máscara tras un feo golpe en la Finalissima, tuvo que ser sustituida en la primera parte.
La peor de las noches para Inglaterra en la era Wiegman, en la que Australia le recordó a las inglesas que ellas también son falibles.
FICHA DEL PARTIDO
Inglaterra: Earps (P), Carter (Park, min. 84), Morgan, Williamson (C), Bronze, Toone (Daly, min. 60), Walsh, Stanway, Hemp (James, min. 28), Kelly y Russo.
Entrenadora: Sarina Wiegman.
Australia: Arnold (P), Grant, Polkinghorne, Hunt, Carpenter, Yallop (Vine, min. 40; Wheeler, min. 86), Gorry, Cooney-Cross, Raso (Nevin, min. 90+4), Kerr (C) (Chidiac, min. 90+4) y Fowler.
Entrenador: Tony Gustavsson.
Goles: 0-1 Kerr (min. 32) y 0-2 Grant (min. 67).
Árbitra: Natalie Simon.
Partido disputado en Brentford Community Stadium (Brentford).
Asistencia: 17000 personas.
Incidencias: Tarjeta amarilla a Raso (Australia, min. 89) y tarjeta amarilla a Arnold (Australia, min. 90+1).
Premio “Player of the Match”: Charli Grant.
Autora: Marga Martín
Fotografía: CommBank Matildas