La suerte se cruzó en nuestro camino al tener la posibilidad de ver en directo un partido de las categorías inferiores de la selección española y nos llevó a poder compartir un rato de los más ameno en compañía de Salma Paralluelo una de las jóvenes promesas, ya asentadas en el panorama nacional e internacional con la dualidad deportiva por bandera. Una atleta en toda su extensión. Una adolescente con una cabeza amueblada que sabe lo que quiere sin prisas por quemar etapas.
Salma nos contó cómo fueron sus inicios en el ámbito deportivo, donde su hiperactividad la llevó de inicio a probar en diferentes deportes, no solo el fútbol y el atletismo que forman parte de su actual vida deportiva, sino en otros deportes como el baloncesto.
Dentro de esa dualidad deportiva que va compatibilizándolas desde hace años reflexionaba al respecto que:
“Hasta los trece años resultó fácil compatibilizar el fútbol y el atletismo, pero a partir de ese momento tuve claro que los entrenadores de ambas disciplinas tenían que estar en constante y continuo contacto para hacer el planning de entrenos y cargas y cada año como hay muchas más competiciones y es más profesional se iba complicando pero con esa comunicación todo resulta mucho más fácil y adaptable. A veces me pueden coincidir o peticiones en uno u otra especialidad, pero es decidir según el peso de cada competición y optar por una o por otra”.
¿Cómo se compatibiliza y controla esa evolución?
“He tenido la suerte que mi familia me ha apoyado siempre, mis entrenadores que vieron potencial en mí y me han ayudado a aprender y disfrutar de los deportes y no sentirme excesivamente presionada”.
¿Cómo se lleva la adolescencia y cómo se compatibiliza todo lo que lleva esa parte de la vida en relación con la vida de una deportista profesional?
“Es difícil porque se entrena todos los días tanto de mañana como de tarde, y nosotras las deportistas no podemos disfrutar ni permitírnoslo tanto. Quizás los amigos no lo entienden del todo porque no están acostumbrados, pero nosotras lo llevamos bien. Pasas momentos malos cuando pasas mucho tiempo fuera sin ver a la familia o amigos, pero es lo que toca”.
¿Compensa esos sacrificios respecto lo que sería una adolescencia al uso? ¿Tiene sus ventajas y cómo se ven?
“Por mi parte, el deporte es mi vida, es mi pasión y no lo cambiaría por nada. No siempre tienes las mismas ganas de hacerlo y me ha apetecido salir con mis amigas, pero para mí el deporte es lo esencial y fundamental, es mi pasión y por tanto lo disfruto como mi vida que es. A nivel de estudios también me gustaría ganarme la vida en el ámbito deportivo”.
¿Como se llevan las limitaciones alimentarias?
“Te vas concienciando que es lo que toca si quieres llegar al máximo nivel. Yo antes era un desastre, pero te das cuenta que es muy importante controlarlo para tu rendimiento. A veces cuando sales piensas en los excesos y puedes creer que te da igual, pero con el paso del tiempo y la experiencia lo tienes más asumido”.
¿Hay más profesionalización en el ámbito deportivo femenino en los últimos tiempos? ¿Es necesario para un aumento de rendimiento?
“Para buscar esa igualdad en los deportes en sí, tenemos que ser mucho más profesionales y además nos hace ser mejores deportistas y hay que aprender de ello. Cada vez los equipos femeninos están siendo más profesionales y tiene que ser así para llegar a esa igualdad”.
“Se percibe un cambio muy grande en el fútbol femenino. Antes en mi barrio cuando yo empecé no había equipos de fútbol 11 y ahora se le está dando mucha importancia y el fútbol femenino va para arriba”.
La rumorología te relacionó a inicio de temporada con el Tacón, pero te decantaste por el Villarreal, ¿que prioriza una adolescente profesional?
“Decidí la opción del Villarreal, el Playas de Castellón en atletismo, porque me permitía compatibilizar los dos deportes, son el mismo club, se daban todas las condiciones para ello, me han tratado muy bien y me han facilitado todo. El Tacón era un equipo que estaba en el cambio y creí oportuno que mejor el Villarreal porque me permitía compatibilizar los dos deportes y el nivel de exigencia en Primera División es mucho mayor y quería seguir con esa dualidad deportiva”.
¿Es importante tener la cabeza amueblada a esta edad?
“Creo que gracias a mis padres la tengo en su sitio. Yo ya lo hablé con mi familia que lo primordial era seguir con los dos deportes en el sitio más cómodo, y en Villarreal me ofrecían esta posibilidad, solo tengo dieciséis años y quiero ir paso a paso, sin quemar etapas demasiado rápido. Creo que hay muchas veces que es mejor ir despacio, quemando etapas. Si hay jugadoras con condiciones para jugar en categorías superiores estoy de acuerdo en que se haga, pero el trato tiene que ser diferentes. Yo tengo 16 años y tengo que aprender aún muchas cosas sobre todo en relación a jugadoras mucho más experimentadas”.
¿Expectativas con el Villarreal esta temporada?
“El objetivo primordial no es el ascenso, pero está ahí y tenemos una segunda vuelta para demostrar que tenemos opciones, que nos vemos mejor, estamos entrenado muy bien, nuestro objetivo es competir y aprender, pero si tenemos opciones lucharemos por ello”.
“No debuté en las primeras jornadas por lesión, y a nivel personal después de anotar seis goles, cada vez me veo mejor en el equipo, ahora estoy en mi mejor momento y espero aportar lo máximo al equipo y luchar cada partido”.
¿Qué le pides al 2020?
“Que sea tanto o mejor que el 2019 y que pueda cumplir mis objetivos”.
Pero vienes de un campeonato mundial, medallas en atletismo, son logros muy altos y por tanto ¿la gente es muy exigente?
“Al principio que no destacaba tanto ni estaba en boca de tantas personas era fácil, cuando hubo el boom que quedé bronce en el absoluto al principio te viene grande, pero con la ayuda de los entrenadores y la familia lo llevas mejor. Ahora te exiges mucho más, pero yo no me exigiría tanto de no haber conseguido lo que he conseguido, yo me veo como una chica normal que puede fallar, que intenta no ponerse topes, pero tampoco se exige más allá de lo necesario. Yo me fijo una línea de progresión, pero no ligada a los éxitos o los resultados, sino a la progresión y aprendizaje”.
¿Los Juegos Olímpicos son un objetivo?
“No, claro que no. Mi objetivo de la temporada no es ir como algo fijo, pero si lo consigo estaría genial. Cuando fui a los europeos no estaba presente conseguirlo, pero lo conseguí y fui. Yo siempre entreno a tope para superarme y si se consigue será un premio”.
¿Hasta cuándo crees que se puede compatibilizar esa dualidad deportiva? ¿Te llega una oferta de alguno de los dos deportes?
“Ahora mismo no veo la incompatibilidad en mi mente, excepto que fueses una oferta increíble no me veo aún dejando esta dualidad, porque así soy feliz y me encanta. Me permite esta dualidad llevar mejor esa presión que me viene de fuera”.
¿Qué te atrae de esa diferencia entre ambos deportes, uno deporte de equipo frente al otro más individual?
“En el atletismo me suelo poner mucho más nerviosa porque compites contra tu misma. A nivel grupo siempre he estado muy cómoda. En un grupo no hay tanta responsabilidad como cuando solo dependes de ti misma. Cuando estoy en atletismo al final eres tú misma, sacas lo mejor de ti, solo depende de ti y mola cuando sale bien”.
Son dos deportes a nivel gestual y físico muy diferentes incluso quizás aparentemente incompatibles, ¿cómo se gestionan mentalmente los cambios entre ambos deportes?
“Lo tengo automatizado y no necesito pensar porque lo llevo haciendo desde pequeña. En entrenamientos diferencio perfectamente en cada momento donde estoy. Si estoy fuera mucho tiempo y llego al equipo y quizás estoy un poco más desconectada en el entreno, pero no en el partido. A veces si hace falta volver a la concentración de uno u otro deporte, pero solo por el tiempo que puedo haber estado desconectada”.
¿Cómo se lleva y vive conocer sitios y culturas diferentes?
“Son experiencias únicas e irrepetibles, la gente con quien lo compartes, gente a la que conoces en ambos deportes. Son momentos que se quedan ahí toda la vida. Muchas veces sí que echas de menos a familiares y amigos, pero al final es vivir el momento, van a estar ahí cuando vuelva, pero vives experiencias únicas que hay que aprovechar porque pasan rápido”.
Las redes sociales, ¿cómo las ves? En Instagram pasas tiempo, ¿te suple esa imposibilidad de socialización por estar entrenando?
“Depende con qué finalidad la utilices y cómo lo sepas llevar, son buenas o malas. A los jóvenes de hoy les evaden de las cosas importantes, y pasar mucho tiempo en ellas, crear amistades en base a conversaciones de móvil, no son muy fiables, porque es algo falso en sí mismo. Pero tiene muchas cosas buenas, mantener contacto con amigos o familiares que pueden estar lejos, eso es muy positivo”.
¿Qué futuro le ves a este grupo de la Sub17?
“Lo que veo y me encanta es que es un grupo con muchas ganas de aprender, entrenamos juntas y nos vemos mejor entrenando y somos un muy buen grupo, somos una familia que eso hace mucho equipo el estar fuera y dentro juntas. Vamos por el buen camino. A nivel absoluto este grupo o las que puedan seguir adelante ¿por qué no ser campeonas del mundo?, nunca se sabe”.
Autor: Enric Solé Altarriba
Fotografías: Ismael Fernández